Presidencia del Gobierno

El PP elabora un informe con los «agujeros» en financiación de «todos» los partidos

El trabajo lo utilizarán para intentar defenderse en el Senado del «ruido» del Congreso. El PDeCAT podría presidir la comisión y la oposición prevé que dure por lo menos seis meses

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal presidió ayer la reunión del Comité de Dirección del partido, junto a los vicesecretarios y portavoces, en la sede nacional
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal presidió ayer la reunión del Comité de Dirección del partido, junto a los vicesecretarios y portavoces, en la sede nacionallarazon

El trabajo lo utilizarán para intentar defenderse en el Senado del «ruido» del Congreso. El PDeCAT podría presidir la comisión y la oposición prevé que dure por lo menos seis meses

Los partidos empiezan a afilar sus «armas» para la batalla de la investigación parlamentaria de la financiación del PP. Génova juega con la gran desventaja de no tener la mayoría en el Congreso para defenderse de la ofensiva del resto del arco parlamentario. Pero ya ha empezado a prepararse en el Senado, donde con su mayoría ha forzado que también se constituya otra comisión de investigación, en este caso sobre la financiación de todos los partidos. Los populares tienen contados instrumentos para contraatacar, y son conscientes de ello. Pero ya se han puesto a recopilar información sobre la situación de las demás fuerzas para registrar sus «agujeros negros» y sus «debilidades». Pretenden utilizar luego esos datos en la organización de la comisión del Senado, en lo que toca a comparecencias y solicitudes de información. Es una maniobra para intentar contrarrestar el «ruido» –dicen– que salga del Congreso. Este jueves se constituirán en el Congreso tanto la comisión de investigación sobre la financiación del PP como la que afecta al funcionamiento de las cajas de ahorro. La tradición parlamentaria defiende que sean las minorías las que presiden este tipo de órganos de fiscalización. Y todo apunta a que la de cajas estará presidida por Ana Oramas (de Coalición Canaria), aunque es un puesto que ambiciona Ciudadanos (Cs). Mientras que la que estudie la financiación del partido de Rajoy podría quedar en manos de un diputado de los independentistas del PDeCAT (la antigua Convergéncia). Una situación más que chocante sólo con tener en cuenta la corrupción que ha diezmado a este partido política y electoralmente. Cs no lo ve bien. Y la solución tampoco gusta al PP, pero no tienen la mayoría absoluta, y alegan que lo habitual es que sean los minoritarios, que Foro y UPN no tienen representación en esta comisión por decisión del Mixto, y que aunque el «PDeCAT no sea amigo, la alternativa de Bildu sería mucho peor». «Más vale lo malo que lo peor, que sería Bildu», sentencian.

Las decisiones tienen que concretarse en los próximos días, pero la oposición, y en ese sentido empuja también el partido de Rivera, es partidaria de que dure al menos seis meses. Dependerá de cómo se organicen los trabajos y el calendario de comparecientes, pero ni los de Cs ocultan que estas dos comisiones son dos instrumentos «perfectos» para desgastar a Rajoy. Éste es el objetivo, y, de hecho, no entienden las «prisas» de Podemos por precipitar una moción de censura, cuando lo que toca ahora es dejar que «Rajoy vaya cociéndose en su salsa y desgastándose poco a poco». Una victoria de Pedro Sánchez en las primarias del PSOE precipitaría además, a su juicio, el calendario electoral, tanto que en un año, según su análisis, podría incluso sonar la música de nuevas elecciones.

Las comisiones funcionarán bajo ese hilo conductor de investigar, sí, pero con el PP en el centro de la diana. El rigor y la seriedad de los trabajos dependerá sobre todo del listado de comparecientes y de cómo se planteen los interrogatorios. Todos aquellos posibles candidatos a ser citados, que estén bajo un proceso judicial, están eximidos de la obligación de comparecer, lo cual limita bastante los trabajos, sobre todo en la fiscalización de la trayectoria de Bárcenas, Gürtel, Púnica y demás casos que están presuntamente enlazados con la financiación irregular del PP. Como estrategia, y teniendo en cuenta que juegan en clara desventaja, no sólo por no tener la mayoría, sino por los casos que se acumulan en los juzgados y que afectan a sus siglas, la dirección popular ha optado por dirigir su discurso a enfatizar su disposición a colaborar con los trabajos parlamentarios. Tanto que incluso dicen que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, «no tendrá ningún problema» en acudir al Parlamento si se le cita. No podría oponerse, porque incurriría en un delito, y es más que previsible que entre en la lista de comparecientes. El cuándo depende de con qué criterio, si empiezan desde abajo para ir subiendo, si priman primero el perfil más técnico para ascender luego al más político, pero en el PP nadie duda de que Rajoy tendrá que presentarse en el Congreso. Y que su citación será en el momento en el que la oposición «pueda sacar más ventaja» de ese interrogatorio. No hay que esperar novedades en su discurso, como tampoco las habrá en su declaración como testigo ante el tribunal que juzga la primera parte del «caso Gürtel».

El PP también alega que los trabajos en el Congreso y en el Senado «deben servir para analizar con rigor la financiación de los partidos, sus fallos y qué más se puede hacer, además de la reforma legal ya impulsada en la primera Legislatura de Rajoy». Y niegan por adelantado que entre sus planes esté devolver la citación de Rajoy en el Congreso llamando a comparecer a los principales líderes de los otros partidos en el Senado. Un discurso de mano abierta ante un viento que sopla en contra y con un guión que está pendiente de escribir. Primero tendrá que hacerlo la oposición, antes de que el PP resuelva cómo maneja a su favor la mayoría que tiene en la Cámara Alta. En cualquier caso, tomando como referencia ese objetivo inicial de que las comisiones duren meses, medio año, especulan desde Ciudadanos, hay que mirar al próximo otoño. Una fecha en la que las encuestas recogerán el efecto de la gestión del nuevo líder socialista y también la valoración de la estrategia de todos los partidos después de que se asienten tras el proceso congresual al que se han sometido en el arranque de este año. El PP prevé que la colaboración con Ciudadanos no mejorará en los próximos meses, una vez aprobados los Presupuestos, y para los de 2018 «dependerá de los sondeos».