Ciudadanos

El PP llevará a su comisión a los jefes de la oposición si Rajoy va a la de Bárcenas

La investigación sobre la financiación de las fuerzas políticas puede convertirse en un campo de batalla preelectoral por el margen que dejan los reglamentos parlamentarios

El presidente español, Mariano Rajoy (i), y el primer ministro sueco, Stefan Lofven (d), en la cumbre del Consejo Europeo
El presidente español, Mariano Rajoy (i), y el primer ministro sueco, Stefan Lofven (d), en la cumbre del Consejo Europeolarazon

El presidente asegura que no ha «incumplido nada» y Cs mantendrá el pacto al margen de la corrupción

Las comisiones de investigación sobre la financiación de los partidos pueden convertirse en un campo de batalla porque no hay obstáculo reglamentario para evitar que la oposición utilice la que ha puesto en marcha en el Congreso únicamente para desgastar a un Gobierno en minoría, ni para que el PP, a su vez, emplee su mayoría absoluta en el Senado para responder a las «zancadillas» que le coloquen Ciudadanos (Cs) y la izquierda en la Cámara Baja.

Desde la dirección popular sostienen que perciben disposición en la formación de Albert Rivera para mantener abierto el diálogo y negociar sobre los contenidos y el calendario de la agenda de trabajo de la comisión registrada en el Congreso. Pero en la práctica el PSOE, Podemos y los grupos pequeños pueden hacer prácticamente lo que quieran y Cs tiene muy difícil racionalizar los trabajos de esa comisión en el pulso ante la opinión pública por colgarse la bandera de la regeneración democrática.

La Mesa de la nueva comisión tendrá que organizar el calendario y la agenda de comparecientes, pero, en principio, la intención de la izquierda es que ese trabajo concluya con la pieza más importante, que sería la citación del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. No hay posibilidad de negarse a presentarse ante estas comisiones parlamentarias. No ir es constitutivo de delito. Pero el arma del PP en su defensa política consiste en que si en el Congreso la oposición tensa la cuerda, en el Senado les basta su mayoría absoluta para pedir lo que les dé la gana. Necesitaban a un senador de otro grupo para constituir la comisión, a lo que ayer se prestó el representante de Foro. Una vez creada, su mayoría les da margen para forzar la comparecencia de los líderes de todos los demás partidos si la apuesta estratégica de la oposición en el Congreso va, precisamente, en esa dirección.

Y si los trabajos se encaminan por ahí, evidentemente la actividad de estas comisiones servirá única y exclusivamente para alimentar el espectáculo político, en un escenario en el que todos los partidos necesitan posicionarse en clave electoral aunque nadie quiera unos nuevos comicios en estos momentos. Después del duro enfrentamiento del miércoles en el Congreso entre Rajoy y Rivera, la sensación que el presidente del Gobierno dejó en sus colaboradores fue que estaba dispuesto a sostenerle el pulso a su socio de investidura en los temas que en estos momentos les enfrentan. En las filas populares aceptan que no están cumpliendo lo firmado en el pacto de investidura, pero están convencidos de que a pesar de que afecta a un capítulo sensible como es el de la lucha contra la corrupción, no les penalizará electoralmente y, además, Cs no forzará tanto la máquina como para provocar ahora un adelanto electoral. En la dirección popular no ocultan que la comisión de investigación sobre su financiación es un tema que les incomoda. Pero, al mismo tiempo, si la contextualizan en el ruido general, su impresión es que la balanza sigue aún inclinándose de su lado si se trata de medir en clave electoral la cuenta de resultados de lo que va de legislatura.

Aunque Rajoy va a mantenerle el pulso a Rivera en lo que afecta a la investigación de la financiación de su partido, y en otras cuestiones, como la limitación de mandatos, que también formaban parte del pacto de investidura, el presidente, sin embargo, no considera que se den las circunstancias como para valorar la posibilidad de un adelanto electoral ni a corto ni a medio plazo. La negociación de los Presupuestos sigue su ritmo con independencia del choque de las últimas semanas entre el PP y Cs. Y las demás negociaciones abiertas, también. «La legislatura empieza a dejar ver señales evidentes de la inviabilidad de avanzar más allá de seguir tirando de las reformas impulsadas en la pasada Legislatura. Pero aunque la tensión partidista vaya en contra de los intereses de Estado, como está ocurriendo con la reforma del sector de la estiba, aún no hay argumentos suficientes como para justificar un adelanto electoral», dice la versión del lado popular.

Mientras, Cs se reunirá hoy con representantes de Podemos para avanzar en un acuerdo en materia de limitación de mandatos y supresión de los aforamientos, después de que desde el PP les hayan trasladado también sus reticencias políticas y jurídicas a la puesta en marcha de estas condiciones incluidas en el pacto de investidura. Las mayorías alternativas que busca Rivera desestabilizan a un Gobierno en minoría, pero también tienen su riesgo para la formación naranja.

Las comisiones

- Del Congreso

PSOE, Ciudadanos y Podemos han registrado una comisión de investigación sobre la financiación irregular del Partido Popular. La estrategia del PP pasa por ampliar su objetivo a la financiación de todos los partidos, aunque considera que si se amplía abordaría lo mismo que está tratando la comisión contra la corrupción y por la calidad democrática, que ha creado una subcomisión para abordar la financiación de los partidos en la que comparecerán los tesoreros de las principales formaciones.

- Del Senado

El PP ha registrado una propuesta para crear una comisión sobre la financiación de todas las formaciones. La iniciativa de la Cámara Alta lleva la firma de la senadora de Foro Asturias, ya que se requiere que participen miembros de grupos distintos. En el Senado, los populares disponen de mayoría absoluta y pueden sacar adelante la comisión, sus comparecencias y sus conclusiones. Su propuesta es que estas comisiones de investigación trabajen durante tres meses para «conocer a fondo» el objeto de análisis.