Cataluña

El PP recupera terreno frente a Cs y tendría grupo propio

El PP recupera terreno frente a Cs y tendría grupo propio
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El primer sondeo de intención de voto tras las elecciones autonómicas del 21 de diciembre trae buenas noticias para los populares catalanes. Los de Albiol son la única formación política en Cataluña que suben tanto en escaños como en porcentaje de votos. De los cuatro escaños que lograron el 21-D pasarían a 5 y del 4,2% de los sufragios al 5,9. Estas cifras se concretan en una subida de casi 60.000 votos que le permitiría tener grupo parlamentario propio en el Parlament. La cifra es especialmente significativa por cuanto la encuesta de NC Report registra un descenso considerable de la participación que, de hecho, provoca la caída del resto de partidos políticos en número de votos.

La causa de este gran resultado del PP es lógicamente la desaparición de la causa principal de la sangría de votos que sufrió el 21-D: la necesidad de los votantes constitucionalistas de votar a Arrimadas, la candidata con más posibilidades de desbancar a los independentistas del Palau de la Generalitat. Al tratarse de una encuesta y no de unas elecciones, los catalanes no tienen la necesidad de «votar útil» y se decantan por el partido que más confianza les merece o por el que se sienten más cercanos ideologicamente.

En concreto, la encuesta de Nc Report cifra en 62.000 los votos que el PP recuperaría de Ciudadanos, una cifra que coincide en números redondos con el incremento en intención de voto que ha tenido este partido en los últimos treinta días. Esta cifra supone nada menos que el 5,6% de los sufragios que la lista liderada por Inés Arrimadas cosechó en las últimas elecciones. Como es lógico teniendo en cuenta este escenario postelectoral, el Partido Popular es el partido que mejor fideliza a sus votantes: el 96,8% de los que votaron a Albiol en diciembre volverían a hacerlo. Ningún otro partido consigue estar por encima del 90% en su índice de fidelización y algunos, por ejemplo la CUP, ni siquiera volverían a ser votados por el 70% de sus electores en diciembre.

Los populares fueron los más castigados por el «voto útil» el 21-D y lo cierto es que otras encuestas registran un descenso en el conjunto de España parejo al crecimiento de Ciudadanos por lo que la estrategia ante la crisis catalana seguirá siendo determinante de cara a la evolución electoral de los populares. Por esta razón poco puede sorprender que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, dedicara buena parte de su intervención en un acto de su partido en Sevilla ayer a este tema. Rajoy reiteró el compromiso de firmeza del Gobierno en la cuestión catalana y avisó en concreto de que no permitirá que «una sola persona situada fuera de la realidad» condicione «el futuro de todos» y, por ello, insistió en que el artículo 155 de la Constitución seguirá «conservando su vigencia» en Cataluña en caso de nuevas ilegalidades, como que Carles Puigdemont intente ser investido desde Bruselas. En su discurso de clausura de la Convención de Distritos del Partido Popular de Sevilla, advirtió de que si el nuevo Gobierno que se forme en Cataluña no actúa dentro de la legalidad vigente, «la ley actuará como es su obligación», informa desde Sevilla Efe. No obstante, indicó que es una necesidad formar el Govern «con rapidez», porque «las situaciones de excepcionalidad no son buenas» para la marcha de la economía. Eso sí, pidió un Gobierno que trabaje «por lo que quiere la gente», que es «la recuperación institucional, económica y social» de Cataluña para que las empresas que se fueron a consecuencia del desafío secesionista vuelvan a esta región. Para ello, avisó de que «es necesario más que nunca que todo el mundo actúe con responsabilidad».