Elecciones generales

El PP suma 21 escaños y Cs se deja ocho tras sus bandazos

Rajoy volvería a ganar y lograría más diputados que PSOE y Podemos juntos.

El PP suma 21 escaños y Cs se deja ocho tras sus bandazos
El PP suma 21 escaños y Cs se deja ocho tras sus bandazoslarazon

Rajoy volvería a ganar y lograría más diputados que PSOE y Podemos juntos. Ciudadanos se dejaría ocho tras sus bandazos.

La derrota del real decreto del Gobierno para reformar el sector de la estiba ha vuelto a despertar el fantasma de un adelanto electoral, ante la falta de compromiso de Ciudadanos para dar estabilidad a la legislatura. La amenaza permanece latente y, aunque no es un escenario que esté en las previsiones de Mariano Rajoy, una nueva convocatoria electoral permitiría a los populares mejorar los resultados que obtuvieron el 26 de junio. Nueve meses después, según la última encuesta de NC Report para LA RAZÓN, el PP volvería a ser el partido más votado y aumentaría entre 16 y 21 escaños su representación. Por el contrario, los principales partidos de la oposición, que se han ocupado de demostrar al Gobierno que existe una mayoría alternativa a la del Ejecutivo, pierden entre 13 y 25 diputados respecto a junio y entre 32 y 28 respecto a diciembre. El PSOE sigue a la cabeza de las formaciones que más acusan el desgaste con entre 6 y 10 parlamentarios menos. Además, el margen que gana Rajoy durante estos meses le permitiría rebasar la mayoría absoluta, si volviera a suscribir el pacto de 150 compromisos que ya rubricó con Albert Rivera para su investidura.

El año de bloqueo y los primeros meses de legislatura le han sentado bien al PP. El partido de Mariano Rajoy ha crecido 8,3 puntos desde el 20-D –lo que se traduce en hasta 35 escaños– y un 4% desde junio. Si hoy se celebrasen elecciones los populares obtendrían el 37% de los votos y entre 153 y 158 diputados, lo que supone, a su vez, un incremento de entre 16 y 21 escaños, respecto a los 137 que consiguió el 26-J. Esto colocaría al Ejecutivo en una posición de fuerza respecto a sus rivales directos, pues aumenta su distancia sobre el PSOE hasta los 79 parlamentarios y sobre Podemos hasta los 90. Ni siquiera la suma de ambos (139-147) supera el resultado del PP. Los populares cuentan, además, con el electorado más fiel. Un 92,6% de quienes confiaron en Rajoy en junio, volverían a hacerlo ahora de ser llamados a las urnas. La principal fuga de votantes del PP se encuentra en la abstención (5,4%) y en menor medida se canalizan hacia Ciudadanos (1,1%). Por edades, el PP se impone en todos los rangos generacionales a partir de 30 años y obtiene su mejor dato entre los mayores de 65: un 30% de apoyos.

La falta de liderazgo sigue lastrando al PSOE. Los socialistas proyectan su particular via crucis interno en el marco electoral. El Comité Federal del 1 de octubre marcó un punto de inflexión en las expectativas de voto, hasta caer a su peor dato en diciembre: con un 19,3% de intención directa. Con la gestora a los mandos y con las primeras iniciativas legislativas en el Congreso, el PSOE ha conseguido remontar casi un punto y, si hoy se celebrasen elecciones, obtendría el 20,8% de los apoyos, esto es, entre 75 y 79 diputados. Este ligero repunte le permite evitar el «sorpasso» de Podemos en votos, que sí se produjo en la última encuesta, y en escaños. No obstante, los datos no invitan al optimismo en Ferraz, pues los socialistas se dejan entre 6 y 10 parlamentarios con respecto a junio y hasta 15 si lo comparamos con el 20-D. Las pugnas internas todavía pasan factura al PSOE, sólo un 73% de quienes votaron socialista en junio repetirían ahora y la abstención se convierte en el principal refugio de los electores descontentos (19,8%), seguido de quienes optarían por Podemos (2,4%). Por rangos de edad el panorama es desolador. El PSOE no se impone en ninguna de las horquillas generacionales, aunque marca su mejor dato entre los mayores de 65: un 14,8%.

La formación de Pablo Iglesias, por su parte, registra un ligero retroceso en votos –respecto a la encuesta de febrero– que impide el «sorpasso» que sí obtenía hace un mes. De esta forma, Podemos se consolida como tercera fuerza y si hoy se celebrasen elecciones, cosecharía un 20,2% de los apoyos –un punto menos que el 26-J–, lo que se traduce en hasta 68 diputados. Frustradas sus aspiraciones de superar al PSOE, la formación morada se deja entre tres y siete escaños en nueve meses, lo que –unido al retroceso de los socialistas– imposibilitaría la alianza de izquierdas para llegar a La Moncloa. En cuanto a la fidelidad del electorado, Podemos mantiene al 79,4% de los votantes de junio y son la abstención, en primer término (14,6%), y el PSOE, en segundo (3,2%), sus principales fugas de electores. En cuanto a los rangos generacionales, la formación morada sigue teniendo su principal nicho de votantes en el sector más joven y se imponen como primera fuerza entre los 18 y 29 años (15,5%).

El rol inestable de Ciudadanos como llave de la gobernabilidad también le trae consecuencias. La formación de Albert Rivera juega a la indefinición en asuntos importantes para la estabilidad y sigue tensando la cuerda para buscar su espacio y su discurso político con el objetivo de debilitar al Gobierno. Esto hace que los votantes se muestren cautos y les retiren su apoyo. Si hoy se celebrasen elecciones, perderían 750.000 votantes y cerca de dos puntos. Con un 11,3% de los votos, obtendrían entre 24 y 28 diputados, esto es, entre cuatro y ocho menos de los que poseen en la actualidad. Además, la formación de Rivera es la que menos voto fideliza. Sólo un 70,5% de los que confiaron en ellos en junio, volvería a hacerlo ahora y son la abstención (17,9%) y el PP (8,2) sus principales fugas de apoyos. En cuanto a los rangos de edad, la formación naranja no es la primera opción para ninguna horquilla generacional y es en los votantes de entre 45 y 64 años dónde cuenta con mayor predicamento.

En cuanto a los partidos catalanes, ERC mantiene su hegemonía sobre PdeCAT –antigua Convergència– y experimenta un ligero ascenso de entre uno y dos diputados, los mismos que ceden los herederos de CiU. Los republicanos tendrían ahora entre 10 y 11 escaños y los ex convergentes entre seis y siete y se mantendrían sin grupo parlamentario propio. Por su parte, el resto de partidos mantienen el equilibrio de fuerzas que arrojaron las urnas el 26-J. El PNV sigue con cinco diputados, Bildu con dos y Coalición Canaria con uno.

Si nos fijamos en el número de votos, todos los partidos pierden apoyos menos Bildu que sube 27.287. El partido que más acusa el desgaste es el PSOE que cedería más de un millón de votos respecto a junio y el PP, a pesar de subir en representación, también se deja más de 110.000. Esto se debe a que la abstención subiría hasta ocho puntos en caso de que se produjeran unos nuevos comicios. La inestabilidad política que se vivió durante el año del bloqueo y la necesidad de tener que votar dos veces en menos de seis meses hacen que los españoles recelen de una nueva cita con las urnas.