Videos

Sánchez y Díaz escenifican su guerra ante el Comité Federal

Pedro Sánchez (2i), la presidenta del partido, Micaela Navarro (i), el secretario de Organización y Acción Electoral, César Luena (2d), y el secretario de Reformas Democráticas, Ximo Puig (d), durante la reunión del Comité Federal del partido.
Pedro Sánchez (2i), la presidenta del partido, Micaela Navarro (i), el secretario de Organización y Acción Electoral, César Luena (2d), y el secretario de Reformas Democráticas, Ximo Puig (d), durante la reunión del Comité Federal del partido.larazon

El líder socialista defiende pactos «coherentes» con Podemos mientras que la andaluza tiende la mano al PP.

Entregarse a Podemos o propiciar el entendimiento con el PP. Estas son las dos caras de una misma moneda: la de los pactos en el Partido Socialista. La cara es la versión oficial del PSOE, que avalará pactos de investidura o coaliciones con Podemos si estos son «coherentes» y con el objetivo de apartar al PP de las instituciones. La cruz, la puerta que abría Susana Díaz tendiendo la mano a los populares para que se abstengan en su investidura y la dejen gobernar. La moneda ya se ha lanzado al aire y la faz que resulte marcará el destino del partido de cara a las generales.

La presidenta en funciones caldeó la previa del Comité Federal que se celebró ayer en Ferraz desautorizando públicamente la estrategia del partido en cuanto a la política de pactos, pues señaló que el PSOE no podía estar en ningún frente contra el PP. A su llegada al cónclave socialista, Díaz tensó un poco más la cuerda. Desembarcó en la sede federal con una hora de retraso respecto al horario fijado y con un mensaje retador a la línea marcada por su secretario general: mano tendida al partido de Mariano Rajoy. «Ellos saben que yo tengo la mano tendida desde el primer minuto. Ahora tendrán que decidir cuándo abandonan esa posición irresponsable y egoísta. Lo único que tienen que hacer es abstenerse y dejar que forme gobierno», reconoció. Díaz reiteró que el nuevo escenario político debe gestionarse con «mucha prudencia» y «mucha responsabilidad» sin caer en pactos que puedan comprometer la «centralidad» del partido. Por ello llamó a los suyos a «no disfrazarse de lo que no son» y a ser fieles a los valores del PSOE para consolidarse como la alternativa al Partido Popular.

El sector andaluz considera que Sánchez no está gestionando bien el equilibrio de poder con Podemos y entienden que los de Iglesias les «están comiendo la merienda» en el espectro de la izquierda. «La sensación es que están entregando gratis Madrid, cuando en Andalucía mantienen su posición de bloqueo», señala un ex dirigente del partido a LA RAZÓN. Estas mismas fuentes consideran que el líder de Podemos está siendo más perspicaz y que Sánchez no está a la altura de las negociaciones. «No es comprensible que se dé apoyo sin contraprestaciones», destacan.

Este entendimiento de la lideresa andaluza con el PP y las críticas a Podemos chocan frontalmente con la tesis que abandera Pedro Sánchez. El líder del PSOE defiende que en virtud de los resultados del pasado domingo los ciudadanos demandan «un giro a la izquierda» y los socialistas «van a ser consecuentes con ese mandato». De este modo, el PSOE acordó que en aquellos municipios y comunidades donde los socialistas sean primera fuerza de la izquierda, se podrá llegar a acuerdos de investidura o de coalición con Podemos y otros partidos, siempre que estos sean «coherentes» con las políticas de progreso y favorezcan la estabilidad. Del mismo modo, los socialistas consideran que, en aquellos lugares en los que no detenten esta hegemonía en la izquierda, podrán apoyar a estas formaciones, pero sin entrar en los gobiernos. Un postulado que casa con la posición que defiende Iglesias.

Concesiones a parte, el líder del PSOE erigió a su formación como la alternativa que liderará este nuevo tiempo de «estabilidad y de políticas progresistas». «Hasta hace muy poco hay quienes decían que el PSOE iba a estar en la disyuntiva de apoyar al PP o a otros partidos. Las urnas son la mejor cura de humildad, y ahora son estos partidos quienes deben decidir si apoyan al PP o al PSOE, que es la única alternativa posible a la derecha», ha señalado Sánchez en alusión a Podemos. El objetivo de aislar al PP de las instituciones sigue siendo prioritario para el PSOE y lejos de apaciguarlo, las declaraciones de Díaz han hecho que Sánchez defienda con ahínco el frente anti-PP. «El verdadero frente, el frentismo, es el creado por el PP contra la clase media y trabajadora», señaló. Para el líder del PSOE, nadie ha excluido a la formación de Rajoy de los gobiernos, «su soberbia y su mayoría absoluta les hicieron autoexcluirse solos». «Su soledad es la antesala de la derrota que sufrirán en las próximas elecciones generales», destacó.