Debate de investidura

Sánchez mantendrá el «no» en octubre

El líder de los socialistas reunió ayer a la cúpula del partido en la sede de Ferraz para insistir en el bloqueo. Descarta la celebración de un Comité Federal tras las elecciones vascas y gallegas para revisar su postura

La cerrazón del líder de los socialistas también es patente en la sede del partido
La cerrazón del líder de los socialistas también es patente en la sede del partidolarazon

El líder de los socialistas reunió ayer a la cúpula del partido en la sede de Ferraz para insistir en el bloqueo. Descarta la celebración de un Comité Federal tras las elecciones vascas y gallegas para revisar su postura

En la sede de Ferraz se detectaba desconcierto este lunes tras difundirse la reunión, que pretendía ser discreta, de la cúpula socialista convocada por Pedro Sánchez para empezar a preparar el debate de investidura de Mariano Rajoy. A su llegada a la cita, el entorno del secretario general buscó frenar la tentativa de algunos barones de flexibilizar la postura de Sánchez y relanzó el «no es no». Incluso se descartó la mera posibilidad de convocar un Comité Federal después de las elecciones vascas y gallegas para emprender un viraje y dar luz verde a la abstención. En Sánchez ni siquiera surten efecto los deseos de desbloqueo de los votantes del PSOE, tal y como han expresado sucesivos sondeos: es incapaz de diferenciar esos deseos de los de sus bases.

El secretario general, me aseguran, está más convencido hoy que ayer de los beneficios personales de mantener el nudo gordiano. De ahí su rechazo a cualquier entente con el PP y su irresponsable alarde, días atrás, de negarse incluso a hablar con Rajoy. Existe también la certeza entre mandos socialistas de que Sánchez tiene muy presentes, resonando en su cabeza, los reproches de Rajoy cuando en marzo tachó de «fraude», «engaño» y «farsa» su intento de investidura con final conocido de antemano. El líder socialista sufrió su derrota sin poder hacer casi nada. La consistencia de la actual cerrazón, juzga él, es su mejor arma. El secretario general del PSOE no sólo sortea el suelo resbaladizo sobre el que se mueve, sino que cree a pies juntillas que lo de «sostenella y no enmendalla» le será tan rentable a ojos de sus bases como para no temer cargar con el sambenito de haber provocado las terribles terceras elecciones.

De ello se desprende que Sánchez tiene su mirada fija únicamente en lograr otra prórroga hasta el Congreso Federal que debe celebrarse a finales de año. O, en todo caso, hay la sensación de que está modelando sus circunstancias particulares. Busca reivindicarse. Ante los suyos. Y hacerlo en loor de multitudes. Y «ello pasa por repudiar a Rajoy», en palabras de un importante dirigente. La realidad de Sánchez cabalga exclusivamente en parámetros internos.

En vista de cómo se están dibujando las cosas, el PSOE desearía salir de la retaguardia a partir del 2 de septiembre para disfrutar de la escena de despiece de Mariano Rajoy tras su fracaso en la investidura, con objeto de reclamarle –veremos el efecto que tiene– su retirada de la carrera. Probablemente, el agrio debate Sánchez-Rajoy de la campaña del 20-D puede quedar en nada comparado con las cosas que puedan oírse próximamente. Ése es un espectáculo que el jefe de filas socialista debería ahorrarnos a todos los españoles, incluidos sus militantes. Aunque quienes le conocen bien aseguran que es el escenario más probable.

Quizá el tacticismo pueda valer a Sánchez para parapetarse en Ferraz, incluso para orillar a sus barones, pero aboca al PSOE a unos derroteros de los que puede salir enormemente fracturado. Tal es el miedo que expresan insignes socialistas. Y lo que es peor, su falta de altura de Estado sólo conseguirá alargar un periodo de incertidumbre que va a tener, seguro, un alto coste. Sobre todo, para España.

Respaldo de los suyos

Pero, pese a ello, el «no es no» sigue ahí y parece que los barones, de momento, cierran filas en torno a su líder. Así lo demostraron ayer cuando, en palabras del secretario de Acción Política y Ciudadanía del PSOE, Patxi López, dejaban claro que su partido no reunirá a su Comité Federal tras el debate de investidura del día 30 para replantear un cambio en su posición. Y añadía: que el PP busque los apoyos que necesite «entre quienes tengan afinidades políticas».

«Tenemos una posición que es coherente y quien tiene la obligación de buscar una mayoría para formar gobierno es Mariano Rajoy», insistió el ex presidente del Congreso justo antes del comienzo de la reunión de la Ejecutiva Permanente en la sede de Ferraz.

Y no fue el único que se refirió a esta situación y a la línea de negación del secretario general. También lo hizo la secretaria de Administraciones Públicas del partido, Susana Sumelzo, quien apuntó que en el cónclave prepararon «un poco el debate de la semana que viene» y Pedro Sánchez les volvió a explicar, por si alguno aún no lo tenía claro, los motivos» del PSOE para decir «no» a Rajoy: decimos no porque decimos sí a todo aquello para lo que pedimos el voto en las pasadas elecciones. Hacer otra cosa sería hacer lo contrario de lo que dijimos», señaló. Incluso aprovechó para dejar claro que el líder de los socialistas se encontraba «bien; muy fuerte», informa Ep.