Chacón vuelve a alzar la voz y pide primarias ya

La piedra de toque que marca la diferencia entre los políticos hábiles y los auténticos maestros de la estrategia es la pericia a la hora de gestionar las derrotas. Alfredo Pérez Rubalcaba demostró ayer que se encuentra entre segundos al imponer en la Ejecutiva Federal del Partido Socialista celebrada ayer en Ferraz un congreso federal extraordinario para el 19 y 20 de julio. Muestra de ello son las evidentes muestras de malestar que pueden detectarse tras las declaraciones realizadas ayer por los cuatro principales nombres que aparecían mejor situados para unas primarias de noviembre que, tras la maniora de Rubalcaba de ayer, puede que ni lleguen a celebrarse. Dos de ellos –el ex lendakari Patxi López y el secretario general del grupo socialista en las Cortes, Eduardo Madina– estaban dentro de la ejecutiva federal en la que la propuesta de Rubalcaba, según él mismo ha asegurado, ha recibido el apoyo unánime de todos sus miembros. Los otros dos, Carme Chacón y Pedro Sánchez, previsiblemente se enteraron de la noticia al mismo tiempo que el resto de españoles.

Carme Chacón se hizo eco de la noticia desde su cuenta de Twitter: «Sólo si nos abrimos a la sociedad, la sociedad se abrirá a nosotros. El cambio empieza con nosotros», escribió la ex ministra de la Defensa, seguido de la etiqueta «primarias abiertas». Las primarias que pensaba poder ganar quedan en suspenso. Además, entre las filas socialistas no ha sentado nada bien que Chacón, en mitad de la marejada, se marchara a las acogedoras aulas de la Universidad de Miami, a salvo del chaparrón con el que bregaban en Madrid. Patxi López pedía «tranquilidad» a su entrada a la reunión de ayer y, preguntado por su opinión, contestó evasivamente: «Primero lo voy a decir dentro». Eduardo Madina era más explícito y planteaba la situación en los siguientes términos: «La decisión personal de Rubalcaba lleva al partido a un congreso federal; mi esperanza está en el proceso de primarias».

Una figura sale evidentemente reforzada del cambio de juego puesto en marcha por Rubalcaba ayer: la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que además puede caminar con la cabeza bien alta después de haber sacado diez puntos de ventaja al PP en Andalucía en las elecciones europeas del pasado domingo. En este sentido, la maniobra de Rubalcaba no es inédita. Tras el colapso del PSOE en las generales de 2000, Almunia asumió el fracaso y convocó un congreso federal extraordinario en el que fue elegido José Luis Rodríguez Zapatero.