Política

Elecciones europeas

IU triplica votos pero Podemos le adelanta por la izquierda

Meyer, «triplemente satisfecho», no pudo apuntarse la «derrota» del bipartidismo

El candidato de IU, Willy Meyer, votó en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)
El candidato de IU, Willy Meyer, votó en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)larazon

MADRID- Izquierda Unida obtuvo en la cita electoral de ayer el segundo mejor resultado de su historia, lejos de la cifra alcanzada en las gloriosas europeas de 1994 pero casi triplicando los sufragios logrados en la cita de 2009. Con el 98,22% de los votos escrutados, Izquierda Unida pasa de 588.248 a 1.538.621 sufragios. En cuanto a eurodiputados, los dos logrados en las últimas elecciones al Parlamento europeo también se triplican: seis miembros de la candidatura entrarán en la Eurocámara. También se triplica el porcentaje de votos logrados. En 2009 la candidatura de Willy Meyer logro el 3,71. Al cierre de esta edición el recuento (98,22%) daba a IU el 9,99% de los votos.

Aunque Meyer dijo estar «triplemente satisfecho», sin embargo el regusto que se lleva IU es agridulce. Su avance con respecto a las pasadas elecciones europeas de 2009 se ha visto frenado por la aparición de nuevas fuerzas políticas que, gracias a un discurso si cabe más directamente frontal contra el sistema, han sabido sacar partido al descontento reinante en amplios sectores de la sociedad no sólo con las secuelas de una crisis económica que está empezando a remitir cinco años después, sino también con la clase política en su conjunto. No en vano, IU, aunque no forma parte del bipartidismo, es una fuerza «tradicional» en el paisaje político español desde la Transición. Por decirlo de alguna manera, el mismo discurso con el que IU ha atacado a PSOE y PP en la campaña electoral, ha tenido que soportarlo de partidos nuevos y anclados en un discurso más frontal con el sistema político. El referente claro ha sido Podemos, un partido de nuevo cuño que se convirtió, a expensas en buena parte de IU, en la sorpresa de la jornada electoral. El objetivo de Izquierda Unida para estas elecciones europeas era aprovechar las peculiaridades de estos comicios (baja participación y circunscripción electoral única, principalmente) como un trampolín para convertirse en bisagra en las municipales, autonómicas y generales de 2015. Aunque los resultados cosechados por la candidatura encabezada por Willy Meyer, como ya anticipaban todas las encuestas, justifican las imágenes de euforia de la pasada noche, no parece a priori que IU vaya a ver incrementado su peso específico neto en el panorama político de España. Un vistazo al gráfico de evolución de voto que acompaña a estas líneas basta para darse cuenta que el excelente resultado de las europeas de 1994 no se perpetuó en el tiempo. Los resultados de la cita electoral de ayer podrían leerse en la misma clave. Máxime si se tiene en cuenta que en las citas electorales previstas para 2015 el ritmo de la recuperación económica ya habrá alcanzado una velocidad de crucero más significativa y, lo que es más importante, la ciudadanía empezarán a notar con más intensidad los efectos de la misma.