Política

Elecciones europeas

La abstención y un independiente castigan a los partidos lusos tradicionales

Los electores portugueses castigaron hoy a sus partidos tradicionales con una abstención récord en Portugal del 66 % y la elección de un independiente en los comicios europeos, celebrados una semana después del fin del rescate del país.

El principal partido opositor, el Socialista (PS), fue el ganador oficial, con el 31 % de los votos -cinco puntos porcentuales más que en las elecciones de 2009- aunque por un estrecho margen sobre los partidos conservadores que respaldan al Gobierno (27 %) y que se presentaron como Alianza Portugal.

Los malos resultados de los dos partidos que se han turnado en el poder desde las últimas cuatro décadas de democracia reflejan el hartazgo de los votantes con los tres últimos años de subidas de impuestos y de recortes en la educación y la sanidad impuestos por la troika acreedora a cambio del rescate.

Alianza Portugal, formada por el Partido Social Demócrata (PSD, centro-derecha) y el democristiano CDS-PP, "no cumplió con las expectativas", asumió el primer ministro y presidente del PSD, Pedro Passos Coelho quien, sin embargo, aclaró que su Ejecutivo no está debilitado a un año de las elecciones legislativas.

Quien superó las expectativas, y con creces, fue el pequeño Partido de la Tierra (MPT), liderado por António Marinho e Pinto, antiguo decano del Colegio de Abogados luso y muy popular ahora por ser comentarista político en televisión.

Antiguo periodista, Marinho e Pinto, de 64 años, se presenta como un reformista del sistema, moderado, pero muy crítico con la clase política, que pide atención a las capas más débiles de la sociedad, como los ancianos.

El partido que lidera pasó de los 23.000 votos de 2009 a los 230.000 de estos comicios (7 % de los sufragios), lo que le brindará al menos 1 eurodiputado de los 21 que corresponden a Portugal.

Junto al MPT, también creció la sombra de la abstención en estas elecciones. "La abstención triunfó sobre el resto. Ampliamente", lamentó el viceprimer ministro del Ejecutivo y presidente del CDS-PP, Paulo Portas.

El 66,11 % de abstención no tiene parangón en las cuatro décadas de democracia portuguesa.

El desencanto del proyecto europeo, especialmente por el empobrecimiento y el desempleo fruto de la austeridad, ha llevado a muchos portugueses a distanciarse de Bruselas y de los países que más preconizaron el saneamiento de las cuentas, como Alemania.

La postura de la troika, poco dada a relajar el nivel de austeridad, y los efectos negativos de tener una moneda única en Portugal -especialmente en indicadores como la competitividad- han servido de munición a partidos muy críticos con la UE, como los comunistas portugueses.

La coalición de comunistas y verdes (CDU) obtuvo el 12,5 % de los sufragios, uno de sus mejores resultados, con un discurso contra la moneda única y receloso a ceder más competencias a Europa.

El líder de los comunistas, Jerónimo de Sousa, interpretó los resultados de los partidos que respaldan al Ejecutivo como un revés a las políticas de austeridad que los conservadores han amparado y anunció una moción de censura, la sexta al Ejecutivo de Passos Coelho desde 2011, que previsiblemente no fructificará.

"Es una censura a una política y a una práctica de permanente enfrentamiento con la Constitución", sostuvo De Sousa, en alusión de los recortes salariales a los funcionarios.

En el arco más a la izquierda, el marxista Bloque de Izquierda (BE) sufrió otro golpe considerable, al bajar hasta el 4,5 %, la mitad del 10 % que logró en el 2009.

El partido, que logró sus mejores resultados en 2009, se encuentra en caída libre desde las legislativas de 2011, cuando comenzó a perder fuerza en favor de los comunistas e incluso socialistas.

Fueron ellos los triunfadores en estas elecciones en las que, según el líder socialista, António José Seguro, "los portugueses votaron el cambio".