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Junqueras quiere diluir al PDeCAT en una lista con Podemos y la CUP

Puigdemont aceptará posicionarse como número 1 por Gerona de una candidatura unitaria

Marta Rovira, muestra un cartel con el nombre de Oriol Junqueras, tras la reunión extraordinaria para posicionarse con respecto a las elecciones del 21D /Efe
Marta Rovira, muestra un cartel con el nombre de Oriol Junqueras, tras la reunión extraordinaria para posicionarse con respecto a las elecciones del 21D /Efelarazon

Puigdemont aceptará posicionarse como número 1 por Gerona de una candidatura unitaria.

La posibilidad de concurrir a las elecciones del 21 de diciembre por su cuenta y riesgo provoca cierto escalofrío en el PDeCAT, mientras que la posibilidad de formar una lista unitaria disgusta enormemente a ERC, deseosa de materializar la ventaja electoral que le conceden las encuestas. Los neoconvergentes destaparon anteayer sus cartas abogando abiertamente por «una lista de país» para concurrir a las elecciones al Parlament y no dudaron en recurrir a Carles Puigdemont para presionar a ERC. «Es el momento de que todos los demócratas se unan. Por Cataluña, por la libertad de los presos políticos y por la República: llistaunitaria.cat», escribió ayer Puigdemont desde su refugio en Bélgica.

El ex presidente de la Generaliat lanzó este mensaje ayer por la mañana mientras ERC reunía a su consejo nacional para analizar el escenario electoral. Los republicanos contemplan con fastidio la hipótesis de una lista unitaria, pero Puigdemont les obligó a posicionarse. El ex presidente incluso se ofreció a ser candidato, pero Esquerra evitó comentar la posibilidad. Fuentes consultadas por este periódico aseguraron que Puigdemont aceptaría ser el número 1 por la demarcación de Gerona, lo cual favorecería que Oriol Junqueras fuese la cabeza de cartel. Cabe recordar en este punto que la prisión preventiva no es un obstáculo para ser candidato, ya que sobre él no pesa una sentencia firme.

Para escabullirse de las presiones del PDeCAT y de Puigdemont, los de Oriol Junqueras defenderán una nueva idea de candidatura de carácter transversal que integraría a sectores de la CUP, así como de Podem (Albano Dante Fachin) y que, por tanto, diluiría a los neoconvergentes hasta dejarlos en poco más que testimoniales.

Lo cierto es que se hace muy difícil imaginar una lista que integre disparidades tan enormes. Fuentes del PDeCAT, de hecho, vieron en esta maniobra la confirmación de que ERC no desea integrar «un frente electoral soberanista» abierto a personalidades del ámbito civil.

De cara a la galería, la secretaria general de Esquerra, Marta Rovira, evitó comentar las coaliciones electorales porque no quiere entrar en un tira y afloja ante los micrófonos con el PDeCAT. El tiempo corre a favor de los republicanos, puesto que el margen para formalizar coaliciones se agota la semana que viene. Cualquier desacuerdo, por tanto, acabará en candidaturas separadas, algo que no importa lo más mínimo a ERC.

Hoy, no obstante, el PDeCAT volverá a la carga en una reunión de su consejo nacional. Los neoconvergentes quieren explotar a fondo a Puigdemont y emplear su exilio en Bélgica para forzar una candidatura de país. La propia web dada a conocer por Puigdemont (llistaunitaria.cat) se puso en marcha con el propósito de reunir firmas para incrementar la presión sobre ERC.

El ex presidente de la Generalitat no ha tenido ningún inconveniente en entrar en este juego, ya que acabó la legislatura muy dolido con el boicot de Junqueras a su intento desesperado de convocar elecciones. Puigdemont y Junqueras mantuvieron una serena desconfianza durante los dos años de Govern de Junts pel Sí, pero en la recta final todo voló por los aires. El líder de ERC no dudó en torpedear las maniobras de Puigdemont para evitar la aplicación del artículo 155 mediante la convocatoria de elecciones. Fue quien se encargó de difunduir a través de sus colaboradores los planes del entonces president y quien provocó, por tanto, la presión social en la propia plaza Sant Jaume, donde se sitúa la sede del Palau de la Generalitat.

Desde entonces, las suspicacias entre el PDeCAT y ERC han ido en aumento. Los neoconvergentes acusan a los de Junqueras de no haber hecho los trabajos requeridos para que la República catalana estuvieran a punto y culpan, esencialmente, al todopoderoso vicepresidente de la Generalitat y conseller de Economía de no haber dejado a punto la Hacienda propia.

Los reproches, por el momento, sólo se realizan en voz baja porque para el PDeCAT sigue siendo prioritaria la lista unitaria.