Podemos

Errejón carga contra el «machismo» de Podemos

Pablo Iglesias, mientras, se arropaba en sus confluencias para pedir unidad tanto dentro como fuera de su partido y apostó por avanzar en el futuro con IU

Pablo Iglesias, ayer, en la facultad de Filosofía de la UCM en el acto «Espacios del cambio» junto al portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech
Pablo Iglesias, ayer, en la facultad de Filosofía de la UCM en el acto «Espacios del cambio» junto al portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènechlarazon

Pablo Iglesias, mientras, se arropaba en sus confluencias para pedir unidad tanto dentro como fuera de su partido y apostó por avanzar en el futuro con IU y encajar las «diferentes piezas» entre partidos.

Para los firmantes del documento sobre la igualdad de «Recuperar la Ilusión», equipo capitaneado por el secretario político de Podemos, Íñigo Errejón, Podemos es un partido machista.

Ayer, el sector errejonista dio luz verde a su documento sobre la igualdad de cara a la próxima Asamblea Ciudadana Estatal de febrero. Un texto elaborado conjuntamente por la diputada Ángela Rodríguez, la parlamentaria de la Asamblea de Madrid, Clara Serra, y la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, que centra su autocrítica en los tres años de gestión del partido morado. Según reconocen los firmantes del texto, en Podemos se ha implantado «una cultura organizativa belicista, masculina y machista, donde prima el enfrentamiento frente el consenso, la agresividad frente al cuidado y la competitividad frente a la cooperación».

Según defendió Errejón, la llamada «máquina de guerra electoral» que Podemos montó para el primer Vistalegre generó «severos daños» para lograr una organización «más igualitaria y feminista». En el apartado «feminizar Podemos», sus redactores lamentan ciertas «carencias» que son «urgentes» de solventar. Esa máquina electoral que se constituyó les convirtió –a su juicio– en «un partido vertical que aprendió a resolver sus conflictos por medio del enfrentamiento bélico».

En su análisis también defienden que en Podemos se ha favorecido la carrera de los hombres y se ha restado importancia a la figura de la mujer con «cargos invisibles». «Tenemos un problema de segregación vertical y horizontal», reconocen. En el documento, las redactoras lamentan que los espacios órganicos de igualdad no sean secretarías, sino áreas, lo que a su juicio implica una menor dotación y ausencia de las responsables de igualdad en los consejos de coordinación. Desde «Recuperar la Ilusión» recalcan que «sin recursos no hay feminismo» y recuerdan que es necesario invertir en transparencia, administración y finanzas. Así, plantean dedicar el 10 por ciento del presupuesto estatal de Podemos a promover la igualdad.

Serra y Rodríguez también reconocen que desde los inicios de Podemos se han logrado una serie de «victorias feministas» como la aprobación de un documento en Vistalegre para obligar a incluir áreas de igualdad en todos los consejos ciudadanos, la aprobación de las listas cremallera y órganos paritarios, entre otras medidas.

En el documento relacionan la falta de liderazgo en el sector femenino con la brecha de género que hay en el voto de Podemos. En el PSOE, según el CIS de las elecciones del 26-J, el 56% de los votantes son mujeres y el 44% hombres, mientras que en Podemos el 45% son mujeres frente al 55%. «Muchas mujeres siguen confiando en el PSOE y no tienen claro que Podemos ofrezca soluciones para sus problemas porque transmitimos una imagen excesivamente masculinizada».

Iglesias, con las confluencias e IU

Por su parte, Pablo Iglesias se arropó ayer en sus confluencias para pedir unidad tanto dentro como fuera de su partido. El llamamiento a la unidad que Iglesias lleva proclamando desde hace ya días, seguía teniendo un mismo receptor: su número dos, Íñigo Errejón. «Podemos tiene que estar unido para ser útil», explicó.

En un acto con estudiantes en la facultad de Filosofía de la UCM, Iglesias constató su intención de seguir trabajando con las confluencias tras el congreso refundacional del partido y apostó por avanzar en el futuro con IU y encajar las «diferentes piezas» entre partidos, aunque convino que debía mantenerse la «autonomía y la propia identidad» de cada partido. Tras esta convicción de Iglesias se mantiene así el pulso con Errejón, que limita la relación con IU: debe ser una relación exclusivamente electoral.

Ante el coordinador federal de IU, Alberto Garzón, el portavoz de En Comú Podem, Xavier Domènech, y la diputada de En Marea, Yolanda Díaz, Iglesias hizo un balance positivo sobre la relación de su partido con las confluencias y valoró la «intuición política» de sus tres socios «para los momentos de cambio que van a producirse». Los cuatro dirigentes apostaron por profundizar en la construcción del espacio político e hicieron también el mismo balance positivo. Sin embargo, fue Garzón al que se le vio más comprometido con Iglesias: «Me consta el deseo político sincero de Pablo por construir la unidad. No como una mera alianza electoral, sino ir mucho más allá, para construir espacios que permitan transformar el país», explicó. También defendió la pervivencia en el tiempo de las confluencias para los intereses de «las clases populares» y no de «ellos». «No somos una empresa que tiene que defender un nicho de mercado», dijo. Garzón bromeó diciendo que cuando le paraban por la calle a veces le preguntaban si era de IU o de Podemos. «Le pasa también a Pablo, que no saben si es de IU o Podemos», bromeó.

Iglesias centró su discurso en la lucha por ganar las elecciones en 2020, para lo que pidió de nuevo el fin de las familias en Podemos, y reconoció que le «aterra» parecerse al PSOE y caer en la «dinámica de familias».