Podemos

Errejón quiere evitar que Iglesias destituya a miembros de la Ejecutiva

Propone restarle poder en Podemos para impedir que haya otro «caso Pascual»

Iñigo Errejón y Pablo Iglesias bromean en sus escaños del Congreso durante el Pleno de ayer
Iñigo Errejón y Pablo Iglesias bromean en sus escaños del Congreso durante el Pleno de ayerlarazon

Propone restarle poder en Podemos para impedir que haya otro «caso Pascual».

Podemos vivió ayer un nuevo capítulo de la pugna entre pablistas y errejonistas de cara la asamblea de Vistalegre, una cita en la que el partido establecerá nuevos equilibrios de poder internos y, por tanto, dictará la infuencia, el peso específico e incluso la existencia de cada una de las corrientes internas. El colectivo afín a Errejón y agrupado en torno al manifiesto «Recuperar la ilusión» movió ficha durante el día de ayer al presentar su propuesta inicial sobre el diseño de Vistalegre II por el que apuestan. Entre las ideas que esta corriente interna presentó destaca un drástico recorte de las prerrogativas del secretario general, señaladamente la que le permitía hasta ahora cesar unilateralmente a miembros de la Ejecutiva. Lo que Errejón busca con esta medida es evitar sufrir el mismo destino que su mano derecha, Sergio Pascual, que fue fulminantemente destituido de su cargo como secretario de Organización después de caer en desgracia ante Iglesias. El sector errejonista propone que cualquier cese en la Ejecutiva de Podemos deba ser aprobado por el Consejo Ciudadano Estatal. El mismo órgano sería el encargado de nombrar a los componentes de Ejecutiva. De esta manera, tras la refundación de Podemos en Vistalegre II, Pablo Iglesias sería un secretario general que, lejos de tener un control omnímodo del partido que detenta ahora, deberá llevar las riendas de la formación a través del diálogo y el consenso con las diferentes corrientes internas.

Paralelamente a esta propuesta, los errejonistas proponen que en Vistalegre se utilice un sistema de votación proporcional puro –es decir, que un tanto por ciento determinado de los votos dé derecho al mismo porcentaje de sillones en el Consejo Ciudadano– y unas elecciones internas con listas abiertas y desbloqueadas. De esta manera, la corriente liderada por Errejón obtendría una presencia considerable en el máximo órgano de Podemos y podría vetar ceses en la Ejecutiva. Huelga decir que en la propuesa errejonista se insiste en la necesidad de que los documentos políticos se voten de manera separada a los equipos.

Lejos de limitarse a un documento colgado en su página web –abierto aún a las aportaciones de los inscritos de Podemos–, esta corriente crítica ha anunciado su intención de convocar reuniones con los anticapitalistas y con el actual secretario de Organización, Pablo Echenique, que ha recibido el encargo de redactar la propuesta de Iglesias sobre el diseño de la asamblea ciudadana estatal de Vistalegre que se celebrará en febrero.

Errejón, finalmente, contestó a la llamada a la unidad realizada por Iglesias desde el Congreso de los Diputados en su rueda de prensa tras la junta de portavoces. «La mejor manera de asegurar la unidad», dijo el secretario político de Podemos, «es asegurar que Podemos tiene un debate político en clave de cooperación y que después podemos sumar o integrar las propuestas».