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España retira a su embajador en Caracas por los «insultos» de Maduro

Moncloa considera «impropia» la ya «habitual» actitud del Ejecutivo venezolano

El embajador de Venezuela, Mario Isea Bohórquez, a la salida del Ministerio de Asuntos Exteriores
El embajador de Venezuela, Mario Isea Bohórquez, a la salida del Ministerio de Asuntos Exterioreslarazon

El Gobierno español ha decidido llamar a consultas a su embajador en Caracas, en señal de protesta por los últimos insultos que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ha dirigido al jefe del Ejecutivo en funciones, Mariano Rajoy, a quien llamó el jueves "basura corrupta".

España retira a su embajador en Caracas. Una medida diplomática excepcional para una situación excepcional y que confirma las dificultades que atraviesan las relaciones con el Gobierno chavista por la actitud de Nicolás Maduro, cercado por su debilidad política, la presión de la oposición y la ruina económica hacia la que avanza Venezuela. El Ministerio de Asuntos Exteriores decidió ayer llamar a consultas, lo que supone una retirada temporal, al embajador de España, Antonio Pérez Hernández, en respuesta a los últimos insultos del presidente venezolano, Nicolás Maduro, al jefe del Ejecutivo español, Mariano Rajoy. El pasado jueves, al término de una marcha chavista en Caracas, Maduro le llamó «racista, basura colonialista y basura corrupta».

La decisión fue comunicada ayer por el director general para Iberoamérica, Pablo Gómez de Olea, al embajador venezolano en España, Mario Isea, después de trasladarle su rechazo por los «intolerables insultos» de Maduro a Rajoy. Sus ataques se dirigieron también contra algunos medios de comunicación españoles, como Antena 3, por un documental emitido por la cadena.

Desde Moncloa, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, advirtió de que la actitud de Maduro era «intolerable y lamentable», una práctica que, además, ha convertido en «habitual». También mostró la «preocupación» del Ejecutivo por la situación que se vive en Venezuela, donde residen unos 200.000 españoles, y llamó a la «responsabilidad» y al «diálogo». Según explicó, la llamada a consultas busca «conocer de mano» del embajador español en Caracas la situación que atraviesa Venezuela y las relaciones diplomáticas con el Gobierno de Nicolás Maduro.

Sáenz de Santamaría confirmó que esta llamada a consultas del embajador español en Venezuela ha ido acompañada de una llamada a consultas del embajador venezolano en Madrid, a quien en el Ministerio de Exteriores se le trasladó el «enérgico rechazo» del Gobierno a las declaraciones de Maduro.

La vicepresidenta en funciones insistió en que el Ejecutivo está alarmado por la situación que vive Venezuela y por el comportamiento del Gobierno de ese país, que de forma reiterada arremete contra Mariano Rajoy.

A través de una nota difundida por la Oficina de Información Diplomática, el Gobierno español comunicó formalmente que «lamenta que esta actitud, impropia del respeto que debe regir las relaciones entre Gobiernos, se haya convertido en una práctica habitual en el jefe del Estado venezolano».

Es la quinta vez que Exteriores convoca al embajador de Venezuela para quejarse por la actitud de Maduro. La última vez fue el 22 de enero pasado cuando Exteriores tuvo incluso que pedir explicaciones por el viaje que en un avión de la Fuerza Aérea venezolana hicieron a Caracas en 2014 varios cargos de Podemos y la CUP con familiares de presos de ETA.

La medida adoptada representa el máximo nivel de tensión en el lenguaje diplomático, y en su comunicado oficial «España» también se declara «preocupada» por «la situación en Venezuela», y reitera su «ofrecimiento de ayuda para paliar la grave crisis económica y humanitaria que está padeciendo la población venezolana».