Estremera: Lejos de los «Jordis» y de Pujol Junior

Bassa y Borrás han sido internadas en la prisión para mujeres de Alcalá de Henares.

La Secretaría de Instituciones Penitenciarias del Ministerio del Interior optó ayer, tras haber decidido en un principio la distribución en cinco cárceles de los ex consejeros de la Generalitat, ingresarlos sólo en dos por razones organizativas y con el fin de facilitar la labor de las defensas.

Finalmente, Dorlors Bassa i Coll, ex consejera de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, y Meritxel Borras, ex consejera de Agricultura, Ganadería y Pesca, ingresaron en Madrid I (Alcalá Meco). El ex vicepresidente de la Generalitat y los seis ex consellers varones lo hicieron en la prisión de Madrid VII (Estremera). Este centro es el más moderno y dispone de un sistema de videoconferencia que puede ser de utilidad para las defensas de los internos, ya que algunos comparten el mismo abogado.

Al elegir Estremera se ha querido «evitar que, una vez más, recayera la presión sobre el centro penitenciario de Soto del Real, preservando de esta manera su funcionamiento ordinario», según fuentes de Interior. En esa cárcel se encuentran ya recluidos, en módulos diferentes, los dirigentes de Asamblea Nacional Catalana (ANC), Jordi Sánchez, y el de Ómnium Cultural, Jordi Cuixart.

El hecho de que, tras la huida a Bélgica de Puigdemont y los otros consejeros, los que estaban en España celebraran una reunión del Govern reducida en el Parlament, presidida por Junqueras, parecía aconsejar su separación en cárceles y módulos diferentes. Sin embargo, por las citadas razones, se ha optado por hacerlo sólo en dos, con el criterio obligatorio de separar a hombres y mujeres.

En las dos cárceles se siguió ayer el mismo protocolo: pasaron la primera noche en los correspondientes módulos de ingresos. Allí se procedió a tomar nota de su filiación y se efectuó la reseña alfabética, dactilar y fotográfica. A continuación se procedió a su inscripción en el libro de ingresos y la apertura de un expediente personal relativo a su situación procesal y penitenciaria. Igualmente, se efectuó un cacheo y el registro de los efectos que portaban. En ese momento se les retiró los enseres y objetos no autorizados.

Según marca el Reglamento Penitenciario, en el «momento del ingreso se adoptaron las medidas de higiene personal necesarias». Seguidamente, ocuparon una celda, en el departamento de ingresos, donde fueron examinados por el psicólogo y el médico.

Tras ello, se producirá la entrevista con el trabajador social y el educador, «a fin de detectar las áreas carenciales y necesidades del interno».