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Txiki Benegas, el hombre que creía en Dios

Muere a los 67 años tras una larga enfermedad el histórico socialista

El dirigente socialista vasco Txiki Benegas
El dirigente socialista vasco Txiki Benegaslarazon

Merodeaba políticamente por la Navarra regida por el socialista Ugalburru, otro prohombre de la iniciática corrupción del PSOE, y tomando unas chistorras en una campa dio conmigo Txiki Benegas acompañado por la imprescindible escolta. Venía de San Sebastián y no sé cómo pudo dar conmigo en un monte perdido en la raya vasconavarra cuando los teléfonos móviles no existían ni en la imaginación futurista.

Siempre luchando con su sobrepeso (que no era tanto, aunque a él le disgustara) era el correcaminos del PSOE porque siempre estaba en todas partes: en la política de Euskadi, en el Comité Federal del PSOE (diez años en Organización, puesto clave aunque quien lo llevara con mano de hierro fuera Alfonso Guerra), en el Congreso..., pero nunca alcanzó un poder decisorio en el partido, aunque fue de los que votaron a Felipe González en el congreso de Suresnes. Media vida política la pasó congraciándose con la Prensa y la otra mitad a las patadas, exigiendo que se suprimiera el afectuoso y juvenil Txiki que suponía le capitidisminuía. Estaba llamado a más altas instancias en la política socialista, pero siendo de todos conocido y hasta popular, no encontró abrevadero para sus legítimas aspiraciones. Sus desencuentros con Felipe González marcaron su destino de segundón o tercerón, con el único apoyo del respetadísimo Ramón Rubial. Una emisora de radio cuyo nombre no hace al caso porque su escucha fue ilegal interceptó conversaciones desde su coche con otro periodista, en el que con sarcasmo y desdén trataba a Felipe de Dios. «Lo que diga Dios», «Dios todo lo sabe y qué vamos a decir nosotros», y frases del mismo tenor que terminaron su normal relación con La Moncloa y su habitante Supremo y supuesto Hacedor.

Venezolano, como el recién desaparecido Zerolo, hijo de exiliados, nunca explicitó sus diferencias con la cúpula del partido, ni políticas ni personales, aunque cabe suponer que la política vasca incluyó en sus querellas. Considerado un «duro» del contraterrorismo, los GAL no le mancharon ni fue susceptible de críticas serias por corrupción. Aunque de ambos asuntos sabía demasiado. Fue un servomando muy útil a su partido, aunque desde hace años se encontraba estacionado y no por enfermedad. Librado de su Dios personal, acaba de encontrar al otro.

Descanse en paz.

El Congreso recuerda su «larga y fructífera trayectoria»

El Congreso de los Diputados abrió ayer la sesión plenaria con una «mala noticia». El presidente de la Cámara, Jesús Posada, recordaba al diputado socialista, José María Benegas, «Txiki», fallecido ayer tras una larga enfermedad. Era, tras la marcha de Alfonso Guerra, el diputado más antiguo de la Cámara. Posada recordó la «larga y fructífera trayectoria» de Benegas y destacó que fue un gran político «comprometido y responsable». El hemiciclo en pie guardó un minuto de silencio en su recuerdo. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se acercó hasta el escaño socialista para dar sus condolencias al secretario general, Pedro Sánchez, y remitió un telegrama de pésame al grupo socialista extensible a sus familiares. C. S. M.