Unión Europea

Felipe VI, en el Día de Europa: «Es evidente que no podemos confiarnos»

El Rey entrega en Cuacos de Yuste el premio Carlos V a Marcelino Oreja, y advierte de que "No podemos esperar a que los problemas se resuelvan solos"

El Rey Felipe VI, durante su discurso en el acto de entrega del XI Premio Europeo Carlos V al ex ministro Marcelino Oreja
El Rey Felipe VI, durante su discurso en el acto de entrega del XI Premio Europeo Carlos V al ex ministro Marcelino Orejalarazon

Entrega en Cuacos de Yuste el premio Carlos V a Marcelino Oreja, y advierte de que "No podemos esperar a que los problemas se resuelvan solos"

Felipe VI ha entregado el premio Carlos V al ex ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, en la XI edición de estos galardones internacionales. Un acto que este año marca un precedente, ya que desde ahora en adelante se celebrará de forma anual y cada 9 de mayo para que coincida con el Día de Europa: una oportunidad para situar a España en el proyecto de integración de la Unión y que cuenta con el total respaldo de la Corona. Con la victoria de Macron en las elecciones francesas como marco del acto, el Jefe del Estado tuvo, no obstante, unas palabras de advertencia: "La Unión Europea ha sabido luchar y superar numerosos desafíos de los que siempre ha salido fortalecida", ha reconocido antes de añadir: "No obstante, es evidente que no podemos confiarnos, conformarnos y esperar a que los problemas se resuelvan solos. Se requiere un mayor impulso político por parte de todos y un esfuerzo equiparable a las circunstancias y retos que tenemos por delante".

Este año, además, se cumplen distintas efemérides vinculadas al proyecto europeo, como la firma de los Tratados de Roma hace 60 años, el Tratado de Maastricht hace 25, y los 30 años del lanzamiento del programa Erasmus, creado por la italiana Sofía Corradi, quien recibiera este galardón el año pasado.

Don Felipe no ha pasado por alto que el monasterio de Yuste sea el escenario de esta reivindicación europeísta, en el lugar en el que Carlos V, quien dijera aquello de que "Ninguna cosa yo en mi vida yo deseo ni quiero, como la paz y la quietud en el mundo". Para el Monarca, "es una alegría estar nuevamente, en un día tan señalado, en un lugar que indudablemente nos lleva a pensar en el gran Emperador Carlos, de quien conmemoramos también este año el V Centenario para ser coronado Rey, nuestro Carlos I". Ante el crecimiento de un sentir cada menos europeísta a tenor de los resultados en las elecciones francesas, con el buen resultado de Le Pen, o de la salida de la UE de, Brexit, el Rey ha asegurado: "Me llena de orgullo poder afirmar que España es en la actualidad uno de los países donde el sentir europeísta se mantiene más firme entre los ciudadanos".

En la ceremonia estarán presentes, entre otras personalidades, el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani; la Secretaria General Iberoamericana, Rebeca Grynspan; la presidenta del Congreso, Ana Pastor; el ministro de Asuntos Exteriores, Alfonso María Dastis Quecedo; el ministro de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo y Montojo; además del presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara. También asistirán los embajadores en España de Bélgica, Polonia, Irlanda, Letonia, Luxemburgo, Hungría, Reino Unido, Austria, Malta, Portugal, Chipre y de los Países Bajos; el embajador de España en Francia, Ramón de Miguel; además de varios miembros de la Academia Europea de Yuste como el exsecretario general de la Unesco, Federico Mayor Zaragoza, el político Juan Carlos Rodríguez Ibarra; y los historiadores Manuela Mendonça y Gustaaf Janssens. Además de Corradi, hasta el día de hoy, los “obsequiados” han sido Jacques Delors (1995), Wilfried Martens (1998), Felipe González (2000), Mijail Gorbachov (2002), Jorge Sampaio (2004), Helmut Kohl (2006), Simone Veil (2008), Javier Solana (2010) y José Manuel Durao Barroso (2013).

El premiado, visiblemente emocionado después de la proyección de un video sobre su vida y de recibir el premio en manos del Rey y en un mensaje sin titubeos, ha manifestado abiertamente su creencia en la necesidad de traer a la actualidad algunos valores de la época de Carlos V: "Se trata de proyectar la integridad religiosa de antaño, en la integridad ética de los principios y valores de la conciencia europea, humanista y democrática, frente al doble asalto del movimiento nihilista y el enroque de los viejos nacionalismos". Para Oreja, si se quiere "fomentar una política de convivencia", es necesario "defender La Paz a ultranza y garantizar la unidad y la cohesión interior". A lo largo de su discurso ha destacado la frase: "Los atentados terroristas han golpeado el corazón de nuestras ciudades". El también ex secretario General del Consejo de Europa y ex presidente de la comisión Constitucional del Parlamento Europeo, ha sido considerado digno del galardón por el jurado debido a, entre otras cuestiones, haber solicitado hace 40 años la adhesión de España a las Comunidades Europeas y firmado la adhesión del país al Consejo de Europa y al Convenio Europeo de Derechos Humanos y Libertades Fundamentales. "Me atrevería a decir que el proyecto europeo de nuestra joven democracia fue el gran proyecto político de la Transición", ha afirmado al recordar su trayectoria. "Cuando dejamos de ser periferia, volvimos. A tomar conciencia de nuestra secular identidad europea y nos apropiamos de la idea de Europa para España".

No sólo la presencia del presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, ha dado un espaldarazo a España, sino también sus palabras que han cerrado filas con nuestro país: "Este premio es, en primer lugar un homenaje a su trayectoria política. Pero también, y espero que el galardonado coincida conmigo, un homenaje a toda una generación de españoles". Tajani ha asegurado que Oreja ha tendido "los primeros puentes entre la España democrática y la comunidad internacional. Lo hizo con el espíritu abierto que le caracteriza como español", y antes de concluir su mensaje en contra del "aislacionismo"y de "levantar muros", ha puntualizado: "No quisiera concluir mi intervención sin hacer una última alusión a este premio, que también lleva nombre de un emperador español, y a este lugar, enclavado en una de las regiones más bellas de Europa y que ha dado tantos nombres ilustres a la historia universal".

Tras la cerveza con pimentón, en helicóptero a Madrid

Como marca la tradición en Cuacos de Yuste, tras la entrega del premio se sirvió un cocktail entre los asistentes. En esta ocasión, el Rey no pudo quedarse mucho tiempo, como le gusta hacer en estas ocasiones para poder saludar al mayor número de personas posibles, e incluso tuvo que decir -con la educada sonrisa que le caracteriza- a unas chicas jóvenes que querían un "selfie"con él que accedía pero con rapidez porque tenía que marcharse a Madrid. Entre los motivos no se encontraba precisamente el que el helicóptero no pudiera esperar al Rey, pero la presidenta del Congreso, Ana Pastor, que volaba de vuelta con el Jefe del Estado, quería asistir sin falta al Pleno en el que se debatió la propuesta socialista de sacar a Franco del Valle de los Caídos. Eso sí, antes de regresar Don Felipe no perdió la oportunidad de probar la cerveza con pimentón en el monasterio de Yuste.