La gestora avisa a Sánchez: el PSOE «no está al servicio del líder»

Defienden el proyecto frente a quienes reparten carnés de socialista

La celebración del Foro Político del PSOE que tuvo lugar ayer en Madrid para fijar las bases de la ponencia marco del Congreso federal del partido se convirtió, por momentos, en una enmienda a la totalidad a la gestión del ex secretario general del PSOE Pedro Sánchez. Los tres intervinientes que tomaron la palabra públicamente para hacer la correspondiente apertura y clausura del cónclave tuvieron en sus palabras una crítica para el mandato del ex líder al frente del partido. El primero en abrir fuego fue el presidente de la gestora, Javier Fernández, que señaló que «democratizar el partido no es convertirlo en una asamblea permanente, ni avanzar hacia una organización más débil y un liderazgo más fuerte», pues –en su opinión– el partido no puede ser «una mera plataforma electoral al servicio de un líder que reclame autonomía o que exija confianza». Un partido «sin rumbo, sin ideas y sin proyecto político», destacó. Fernández defendió también una «España federal» en lugar del «vergonzante» Estado de las autonomías.

En la misma línea se manifestó el coordinador de los trabajos del Foro Político, Eduardo Madina, que criticó las «ocurrencias» que han imperado hasta ahora en el partido y llamó a no olvidar que durante esta etapa se cosecharon los dos peores resultados electorales de la historia del PSOE. Por ello, Madina reivindicó los 22 años de gobiernos socialistas y destacó que el futuro proyecto del partido les llevará «en volandas» a recuperar esa vocación mayoritaria. El diputado vasco defendió la vigencia de los consensos nucleares «que tienen años y respetamos» y no están «al albur de los procesos internos», en alusión a los cambios de criterio de Sánchez en relación a Cataluña como nación, por ejemplo.

También el portavoz de la gestora, Mario Jiménez, afeó que haya quienes en el PSOE «estén intentando repartir carnés ideológicos». «No me gusta, pero está pasando», criticó. Jiménez también respondió a la demanda de Sánchez de poner un tope de 18.000 avales para evitar que el proceso se convierta en una exhibición de fuerza de Susana Díaz, señalando que «no se va a modificar en absoluto» el sistema que se implantó en 2014 con el propio Sánchez al frente.