Interior

Se busca «rubia platino» por la agresión a la presidenta de Vox

El ministro del Interior califica de «atentado» el ataque

La presidenta de VOX Cuenca y candidata a la alcaldía en las pasadas elecciones, Inmaculada Sequí, posa hoy en su casa, donde se recupera de las lesiones
La presidenta de VOX Cuenca y candidata a la alcaldía en las pasadas elecciones, Inmaculada Sequí, posa hoy en su casa, donde se recupera de las lesioneslarazon

A la espera de que la investigación policial permita esclarecer más detalles de la brutal agresión –calificada de atentado por el ministro del Interior– cometida contra la presidenta de Vox en Cuenca, cada vez se van conociendo más detalles de lo que sucedió. Según fuentes próximas al caso, Inma Sequí salió del portal de su casa y giró a la izquierda cuando «una mujer rubia, rubia platino» dijo a los otros dos agresores que era ella. Al instante, uno de los agresores le dio una patada por la espalda y, de la fuerza, la tiró al suelo. Después llegaron más golpes, hasta que uno de los varones la agarró del cuello y perdió la noción del tiempo mientras seguían pegándola. Pero a pesar de su estado, Inma se percató de otro detalle: el que la agarró del cuello tenía el antebrazo corpulento, según relataron fuentes consultadas por este periódico.

Sobre si tenían tatuajes, pendientes o alguna cicatriz que ayude a la identificación de los agresores, o la altura o el acento poco recuerda, al menos por ahora. Pero hay una cosa que cada vez está más clara: no se la encontraron por casualidad, sino que al parecer la «estaban esperando a que saliera de casa para atacarla, ya que fue casi al instante de salir del portal», añadieron las mismas fuentes.

Es por ello, entre otras cosas, que ayer, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, calificó estos hechos de «atentado» –tal y como lo consideró el presidente de Vox Santiago Abascal– y explicó que el ataque a Inma Sequí es un ejemplo de «lo contrario que desea una sociedad democrática, plural y responsable» y que las autoridades están demostrando «su profesionalidad» para poder localizar y poner disposición judicial a quienes han cometido «este acto de agresión a esta persona por sus ideas políticas» al grito de fascista.

De hecho, a última hora de ayer, un «importante despliegue policial se encontraba en casa de la presidenta de Vox en Cuenca, tomándole declaración, la segunda tras la que tuvo lugar en el hospital», tal y como pudo saber LA RAZÓN. Y es que durante la mañana fue imposible, ya que por los dolores la política no pudo dormir hasta que a eso de las 7:30 de la mañana fue medicada, despertándose aproximadamente a eso de la 13:00.