Partidos Políticos

Fernando Jáuregui: «Para salir de la parálisis necesitamos una gran coalición»

Publica un libro sobre los problemas de España y el desengaño con la política

Fernando Jáuregui
Fernando Jáureguilarazon

Publica un libro sobre los problemas de España y el desengaño con la política.

Junto a su amigo y compañero de trinchera periodística Federico Quevedo, Jáuregui presenta un libro en el que se analiza la incapacidad de la izquierda y la derecha para resolver los problemas que acucian a España. «El desengaño» (Almuzara, 2017) pone nombre y apellidos a callejones sin salida que han «inevitable» una segunda transición en nuestro país.

–¿Qué os habéis propuesto al escribir «El desengaño»?

–Nosotros quisimos hacer historia. Pero «nuestra» historia. Con las cosas que nos han pasado a nosotros. Por eso contamos cosas curiosas que nadie sabe y, a través de ellas, contamos la historia de la izquierda, yo, y Federico la de derecha, porque yo estaba en la izquierda y él en la derecha. Digo «estaba» por que mi parte se titula «yo ya no sé si soy de izquierda o qué» y la suya «yo ya no sé si soy de derechas o qué». Es la historia de un gran desengaño con la política en general, de él con la derecha y mío con la izquierda.

–¿A qué «cosas curiosas» te refieres?

–Yo cuento por ejemplo cómo Artur Mas, en 2010, me dijo que ser independentista era ser «retrógrado». ¿Qué ha pasado para que ese mismo Artur Mas se convierta en el adalid del independentismo y en padre de la locura de Puigdemont? Cuento también cómo me enteré de algunas reuniones de Zapatero con Artur Mas en las que el socialista le engañó en dos ocasiones. Allí yo creo que se gestó el independentismo de Artur Mas. Cuanto también cosas de la historia de la izquierda, como cuando le dije a Carrillo que yo no me sentía comunista y él me reconoció que tampoco. Entonces entendí que la vida de Carrillo al frente del PC iba a ser muy breve. Critico mucho a Sánchez, pero reconozco que ahora está evolucionando. Federico hace una crítica seria de la marcha del PP actual. Considera a Núñez Feijóo una alternativa sucesoria a Rajoy. Los dos pensamos que Rivera, Errejón y Feijóo van a constituir el relevo en la política de este país.

–¿Puede resolverse este «desengaño» sin la izquierda y la derecha? ¿Son categorías superadas?

–Creo que si hubiese habido una gran coalición en 2008 el problema con los catalanes no existiría. Tampoco con los hombres de negro. Hubiese sido un frente común por las reformas y por el impulso que hacen falta. Entonces nos hubiera venido muy bien y ahora también. Llámalo «gran coalición» o «gran acuerdo parlamentario», pero es lo que hace falta para salir de la situación actual, que parece de parálisis. Y nadie parece tener un plan B. En términos de izquierda o derecha no se puede considerar todo. Hay que pasar a una concepción superior de la política. Hacen falta reformas.

–¿Cree posible la aparición de una derecha populista como en Alemania, Francia, Austria u Holanda?

–Yo creo que lo más factible es que nos saque las castañas del fuego alguien como Macron. Hay un movimiento liberal de centro en el que parece estar despuntando la luz al final del túnel en lo que podríamos denominar la derecha, si es que eso es derecha. Para un movimiento «lepenista» en España me parece que no hay campo abonado.

–¿Qué posible papel puede tener Pablo Iglesias en la solución de este desengaño?

–Yo creo que ninguna. Pablo Iglesias es el gran desengaño. No solamente mío. Yo creo que dentro del propio Podemos hay un gran movimiento de contestación a lo que está haciendo Pablo Iglesias dentro del partido. No está acertando. Es posible que en las municipales y autonómicas de 2019 se lleve un palo... y ya no te digo en las generales. Tiendo a pensar que todo es imprevisible pero desde luego Podemos ya no está en el centro de las cosas como estaba en 2016. Está completamente fuera de la capacidad de decisión.

–¿Y dónde puede estar el futuro?

–Yo me fijo mucho en quienes pueden ser los referentes de la izquierda española. Estoy pensando en Ángel Gabilondo o el movimiento Actúa que con el tiempo se configurará en un panel de izquierdas en el que no estará Iglesias pero si Errejón, que es el futuro. Incluso el futuro del PSOE o de «un partido socialista».