Cataluña

Millo y Puigdemont acuerdan evitar litigios entre Estado y Govern

El presidente de la Generalitat advierte de que el diálogo «incluye todo», también el referéndum

Carles Puigdemont saluda al nuevo delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, en el Palau de la Generalitat
Carles Puigdemont saluda al nuevo delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, en el Palau de la Generalitatlarazon

La portavoz del Gobierno catalán, Neus Munté, ha advertido hoy al Gobierno de que el diálogo es un "todo"que incluye el referéndum de independencia y ha mostrado sus dudas sobre que haya una voluntad "sincera"por parte del Ejecutivo.

El giro estratégico del Gobierno en Cataluña empieza a surtir cierto efecto. La voluntad de «construir diálogo y entendimiento» del nuevo Ejecutivo de Mariano Rajoy hizo su puesta de largo ayer en la primera reunión oficial que mantuvieron el delegado del Gobierno en Cataluña, Enric Millo, y el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. La toma de contacto sirvió para «reactivar la relación» entre ambas administraciones. El primer encuentro, que transcurrió de forma «cordial y fluida», no obtuvo grandes concreciones, pero sí permitió avanzar en el deshielo de las relaciones: «Le he traslado la voluntad del Gobierno de diálogo, que se había roto. No es momento de hacerse reproches sobre quién tiene la culpa», aseguró Millo en la rueda de prensa posterior. Este deseo, que también compartió Puigdemont, cristalizó en el primer acuerdo: «La necesidad de buscar instrumentos para evitar los litigios y la conflictividad, aunque las cuestiones judiciales ya abiertas deben seguir su curso», anunció Millo.

Más allá de este consenso, la reunión, que duró más de una hora y media, tuvo una lectura dispar por ambas partes. El delegado del Gobierno trasladó a Puigdemont su voluntad de erigirse en la figura que personifique el acercamiento con la Generalitat y le ofreció convertirse en un «interlocutor constante y fluido». Pero la propuesta no obtuvo la aprobación del Govern, que sigue reclamando «la bilateralidad» que consideran «se han ganado». La sensación de la portavoz de la Generalitat, Neus Munté, contrastó con el optimismo de Millo, y continuó apelando «a hechos concretos que acompañen las palabras».

De esta manera, Munté permaneció en la actitud escéptica que ha invadido al Ejecutivo de Puigdemont desde que el Gobierno explicitara su voluntad de diálogo. Lo cierto es que de la reunión de ayer se despejaron pocas incógnitas. Entre ellas, estaba la de concretar el encuentro entre Puigdemont y Rajoy, que todavía no tiene fecha. Preguntado por ello, Millo afirmó que debe producirse «más adelante, pero antes de verse hay que tratar cosas». Parte de esas cosas se encuentran en el documento de 46 puntos que Puigdemont entregó en abril a Rajoy. Sobre ello, Millo confirmó que habían hablado y que habían cuestiones más asequibles que otras».

Otro punto candente que también abordaron fue la presencia del presidente en la Conferencia de Presidentes prevista para inicios de año, pero la disensión persiste. Millo solicitó a Puigdemont que reconsiderara su posición, pero se volvió a encontrar con una negativa. Por otro lado, Millo también aclaró que «nadie se niega» a una reforma constitucional. El delegado hizo extensible la voluntad del Gobierno de abordarlo, pero aseguró que para que se pueda concretar debe conseguir un consenso «amplio como el del 1978» y sería una cuestión «que debería tratarse de forma multilateral porque afecta al conjunto de España».

Para Munté la reunión fue «protocolaria, institucional y con un tono cordial», y apuntó que no se entró en negociaciones concretas, algo que la Generalitat espera hacer en las futuras reuniones que prevé celebrar entre el vicepresidente, Oriol Junqueras, y la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, y entre Puigdemont y Rajoy –ambas, pendientes de concretar–. No obstante, juzgó positivamente el cambio de delegado y valoró que es un «cambio» respecto a su antecesora.

La Generalitat valoró la oferta de diálogo del Gobierno central, pero consideró que no es suficiente: «De diálogo está bien hablar, pero lo mejor es practicarlo y en estos momentos no podemos acreditar que haya una oferta en firme, sino muchas apelaciones». «No hay hechos concretos ni propuestas concretas que nos hagan pensar que es un ofrecimiento sincero de sentarnos y ponernos a trabajar», según Munté. Entre las demandas del Govern está pactar un referéndum sobre la independencia de Catalunya, y Munté recalcó que el Govern no la piensa retirar para facilitar un acercamiento con Rajoy: «Nuestra voluntad es hablar de todo sin límites ni líneas rojas de ningún tipo». Durante la reunión Puigdemont constató que los puntos de vista son «diferentes en muchos aspectos», dijo Munté, pero aseguró que esto no impidió el bueno tono.

El deshielo

- Puigdemont llama a Rajoy para felicitarle.

Las tensiones previas sobre quién tenía que dar el primer paso se rompieron cuando el presidente catalán telefoneó a Rajoy para felicitarle por su investidura.

- Junqueras de reunirá con Sáenz de Santamaría.

La pasada semana, el vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, remitió una carta a la vicepresidenta del Gobierno central, Soraya Sáenz de Santamaría, invitándola a reunirse para dialogar.

- El Gobierno permite más endeudamiento.

Ya en verano, el Ejecutivo permitió a la Generalitat emitir más deuda.