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Herman Tertsch: «La estrategia del PSOE con Podemos es suicida»

Herman Tertsch: «La estrategia del PSOE con Podemos es suicida»
Herman Tertsch: «La estrategia del PSOE con Podemos es suicida»larazon

Con su libro «Días de ira» quiere ofrecer una reflexiónque «clame a las conciencias en una España en alarma».

Carlos Herrera ofició ayer de maestro de ceremonias en la presentación de «Días de ira» (La Esfera de los Libros), un libro que su autor, Herman Tertsch, describe como «una reflexión urgente en tiempos decisivos». Horas antes de la presentación, el periodista respondió a unas preguntas de LA RAZÓN sobre su visión de la actualidad política en nuestro país.

–¿Por qué vivimos en España «Días de ira»?

–Se ha creado una constelación de factores que ha llevado a que se precipiten los acontecimientos. Las primeras señales vienen de 2004 con ese discurso rupturista de Zapatero, un discurso de liquidación de la Transición y de deslegitimación de la Constitución. «Soy un rojo», dijo. Fue un presidente de uno de los bandos de la Guerra Civil. Esto es algo que no había pasado nunca. Hizo un pacto por encima de la Constitución con sus intereses con los nacionalistas en referencia al estatuto de Cataluña. En fin... hay una serie de elementos que crean un tiempo distinto. En 2004 se rompieron los raíles y empezamos a dar tumbos. Cuando llega 2011 y la victoria abrumadora de Rajoy se piensa que por fin se van a hacer las reformas pendientes y no es así. Por eso la gran decepción histórica que produce Rajoy se suma a la tragedia de la irrupción de Zapatero en España y contribuye a que en muy pocos meses van a pasar muchas cosas de enorme trascendencia.

–¿Qué rasgos ve en Podemos que le hacen decir en su libro que estamos en un momento en el que está en juego nuestra libertad?

–El paradigma de cambio que más atracción está suscitando es el de Podemos. Es un proyecto que tiene todos los elementos del comunismo. Se trata de unos cuadros puramente leninistas que han impartido y recibido clases en Venezuela y los otros países donde han estado escribiendo constituciones para que el sistema socialista sea irreversible. Quieren un proyecto comunista que siempre va contra nuestra libertad y muchas veces contra nuestra integridad y seguridad.

–¿La estrategia del PSOE en referencia a Podemos es suicida?

–Creo que sí. Hay varios casos de partidos socialistas que se han unido a los cantos populistas y se han ido por el sumidero. El Pasok se hundió como alternativa de izquierda, después de una gran coalición también hay que decirlo. Pero vemos que los únicos partidos socialdemócratas que se mantienen en Europa son otros. El SPD guarda sus distancias con Die Linke. Hay una mayoría en el Bundestag que le permitiría gobernar a la izquierda. Sin embargo, el SPD se niega a un pacto con la ultraizquierda y prefiere gobernar con Merkel. El caso de Sánchez es doblemente deshonesto porque él intenta ocultar su enorme fracaso político. En el peor momento del PP, el PSOE pierde 700.000 votos desde el resultado peor que había tenido. Para tapar el fiasco se ha lanzado en brazos de Podemos, para manchar el mapa en los que está abrazado a un proyecto totalitario que probablemente le acabará fagocitando.

–¿Cree que el votante de derechas le ha visto las orejas al lobo tras el 24-M?

–Si la gente no lo ve es preocupante. El peligro es evidente. Aunque el Gobierno haya dejado los medios en manos de la ultra izquierda. El PP no tiene un proyecto ilusionante. Intenta exigir el voto aludiendo a la gratitud por salvarle del rescate. Son posturas antipolíticas abocadas al fracaso. El rechazo a la persona de Rajoy es irreversible y si hay una mayoría aritmética de izquierda aquí no va a pasar lo de Alemania, aquí va a gobernar el Frente Popular.

–Dice en su libro que el Partido Popular «no habla de derecha ni para pedir el voto». ¿Qué tendría que suceder para que la derecha se sacuda de encima el acomplejamiento?

–Hay que empezar a decir las verdades y perder el miedo. No hay español que sea libre hasta que no pierda el miedo a que se le llame franquista. Desde la Transición hemos estrangulado el debate. La mentira antifranquista ha intimidado a derechas e izquierdas. La mentira antifranquista dice que la aquí tuvimos una República impoluta y que el franquismo era un régimen monstruoso gobernado por cuatro anónimos militares, siendo el resto de españoles todos demócratas impecables y oprimidos. Eso es una gran mentira. Nadie quiere decir verdades que le cuestan dinero, marginación. Porque quien discrepa es represaliado. Éste es un país muy cobarde y es mucho más cobarde desde que todos han asumido esa mentira antifranquista de la que hablo en «Días de ira». Por eso incluyo el ejercicio de integridad del pasado de mi padre. Sólo a través de una mirada limpia en la Historia podemos limpiarnos y empezar a decir la verdad, que es la única solución para el país.