Podemos

Jaque a la portavocía de Errejón

Echenique deja claro que «seguramente habrá cambios» en el grupo parlamentario de Podemos en el Congreso después de Vistalegre II y que «no tiene que ser ningún drama».

El líder de Podemos, Pablo Iglesias y el secretario de Organización, Pablo Echenique
El líder de Podemos, Pablo Iglesias y el secretario de Organización, Pablo Echeniquelarazon

Echenique deja claro que «seguramente habrá cambios» en el grupo parlamentario de Podemos en el Congreso después de Vistalegre II y que «no tiene que ser ningún drama».

A medida que Vistalegre II se acerca en el horizonde político de Podemos, las perspectivas parecen cada vez más sombrías para el secretario político del partido, Íñigo Errejón, que a todas luces verá drásticamente recortado su peso específico en el partido tras una asamblea ciudadana que parece diseñada a propósito para arrinconarle. Así puede desprenderse del rosario de declaraciones del secretario de Organización de Podemos, Pablo Echenique, que ayer llegó incluso a afirmar que «no tiene por qué ser ningún drama» si, después de la celebración de Vistalegre II, se producen cambios en el grupo parlamentario de Unidos Podemos en el Congreso, donde ostenta hasta el momento la portavocía Íñigo Errejón. «Seguramente en algún momento habrá cambios. No tenemos que tener ningún problema con los cambios. En febrero cambiaremos la dirección y no tiene que ser ningún drama en Podemos, gane quien gane, y lo mismo tiene que pasar en todos los grupos parlamentarios», dijo a este respecto en «Los Desayunos de TVE». No fue una declaración aislada, ya que poco después volvió a mencionar la idea de sustituir a Errejón en la portavocía del Congreso: «Hablar ahora de lo que va a ocurrir en febrero o en marzo es muy difícil. El grupo parlamentario está haciendo un buen trabajo pero en algún momento tendrá que haber cambios».

Echenique, como ya hizo el martes durante la celebración del Día de la Constitución, volvió a mostrarse partidario de que en la próxima asamblea ciudadana se voten conjuntamente los documentos de estrategia política y las listas con las personas que ocuparan los cargos del Consejo Ciudadano Estatal. De esta manera, el liderazgo personal de Iglesias en la Secretaría General –que nadie en estos momentos osa disputar– se traducirá necesariamente en una orientación ideológica concreta, que es precisamente la que Errejón quiere contrarestar con sus llamadas a la «transversalidad» y a un «Podemos ganador». Echenique, sin embargo, «ve lógico» que se produzca sólo una votación conjunta como ha sucedido en la mayoría de los procesos internos en la historia de Podemos. Sólo en dos ocasiones –la primera edición de Vistalegre y las primarias en Madrid– se produjeron dos votaciones. Que el secretario de Organización apoye este modelo habla a las claras de que la corriente interna a la que pertenece, Anticapitalistas, ha cerrado filas con Iglesias para arriconar a los errejonistas, una entente que ya se produjo en las primarias de Madrid y Andalucía y que tuvo como resultado la práctica desaparición de los partidarios de Errejón de los centros de poder de Podemos en ambas comunidades autónomas.

En una segunda entrevista concedida a lo largo del día de ayer, esta vez en «Cuatro», Echenique se vio obligado a matizar las palabras en las que había puesto en el punto de mira la portavocía de la que Errejón disfruta en el Congreso. Preguntado al respecto, el secretario de Organización matizó: «Contesté en abstracto que en Podemos no tenemos ningún problema en general a hacer cambios, pero mi opinión es que no procede hacer ningún cambio porque estamos haciendo un trabajo excelente». Su compañera en Anticapitalistas, Teresa Rodríguez, se mostró de acuerdo en que es necesario descentralizar el partido y que la Secretaría General tenga menos peso, así como que Andalucía cuente con más miembros en el Consejo Ciudadano, ya que ahora «casi todos son de Madrid». En cualquier caso, la propuesta para que se unifiquen las votaciones en Vistalegre ya está siendo redactada y será sometida a consulta a los inscritos, un proceso que siempre ha terminado por sancionar la opinión de Pablo Iglesias.