Política

Oriol Junqueras

Junqueras llega a Madrid en quiebra y con la prima en 282

El Gobierno adelantará hoy 350 millones a la Generalitat para poder pagar a proveedores.

El Govern de Junts pel Sí y el grupo que le da apoyo, ayer, en el Parlament
El Govern de Junts pel Sí y el grupo que le da apoyo, ayer, en el Parlamentlarazon

El Gobierno adelantará hoy 350 millones a la Generalitat para poder pagar a proveedores.

Cristóbal Montoro, ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, y Oriol Junqueras, vicepresidente de la Generalitat, se reúnen esta tarde en Madrid en un momento extremadamente delicado para Cataluña, que se encuentra a las puertas de que las tres principales agencias de rating del mundo armonicen la calificación de su deuda a «non investment grade», lo que se traduce no sólo en la imposibilidad de financiarse en los mercados, sino en la asunción por parte de los poseedores de sus bonos de impago hasta de los intereses.

Montoro y Junqueras se sentarán en la mesa con una prima de riesgo del bono catalán a diez años (con vencimiento en 2020) 282 puntos básicos más que la española, que no tiene comparación posible con ningún país de la eurozona, salvo Grecia, y con la duda de qué hará Standard & Poor’s hoy mismo, tras pendiente la calificación de la deuda de Cataluña el pasado día 4 y fijar en dos semanas, que hoy se cumplen, la emisión de su nota crediticia. Moody’s ya rebajó la perspectiva de su deuda («Ba2») de «estable» a «negativa» tras la investidura de Carlos Puigdemont como presidente de la Generalitat en enero.

Una calificación de «Ba2» y una prima de riesgo de 282 puntos básicos colocan técnicamente a Cataluña en quiebra. La prima de riesgo de España cerró la sesión de ayer en 120 puntos básicos, dos más que en la víspera. El bono español a diez años paga una rentabilidad en el mercado secundario del 1,429% frente al 0,229% del «bund» alemán. El bono catalán ofrecía un 3,15%, algo más bajo que en la jornada precedente. Pero, como los bonos de Cataluña fueron emitidos en 2010, la comparación tiene que realizarse con la deuda española a cuatro años (la que vencería en 2020) y que ayer se podía comprar con un tipo del 0,33%. De los veinte bonos que publica Infobolsa, sólo el griego tiene que ofrecer una rentabilidad mayor (8,7%) para atraer el dinero de los inversores.

¿Qué ha pasado? Sencillamente que los inversores están descontando una rebaja por parte de Standard & Poor’s y Fitch desde «BB» a «B». El descenso de un escalón en el ranking de calificaciones tiene más importancia de la que parece. Javier Urones, analista de XTB, asegura que los inversores institucionales (fondos de pensiones y grandes fondos de inversión) están obligados por sus propios estatutos a deshacerse de todos aquellos títulos que tengan la calificación internacional de «non investment grade» por su altísimo carácter especulativo. Y eso es lo que ha sucedido en las últimas jornadas, en las que se han intercambiado bonos de Cataluña emitidos en 2010. «Su falta de liquidez hace que la práctica totalidad de la emisión –1.000 millones de euros en noviembre de 2010– esté en manos de grandes inversores y no de particulares, atraídos por una cupón del 4,95 anual, un porcentaje desproporcionado en relación con la inflación (-0,8% en tasa interanual)».

Desde que se inició el proceso soberanista, Cataluña sólo ha comparecido ante los mercados en noviembre de 2010, cuando Artur Mas fue elegido presidente de la Generalidad, y en 2012. Desde entonces, el Gobierno catalán ha preferido que el Estado central fuera el que se endeudara y que la comunidad se financiara a través del Fondo de Liquidez Autonómico (FLA). A pesar de ello, no ha conseguido siquiera estabilizar sus finanzas.

De acuerdo con los últimos datos publicados esta misma semana por el Banco de España, Cataluña es la tercera región con más deuda en relación con su PIB (35,3%), sólo superada por la Comunidad Valenciana (41,3%) y Castilla-La Mancha (35,5%). Es un dato que pesa muy negativamente sobre la capacidad de devolver una deuda.

La más que probable rebaja de la calificación de Cataluña puede poner en peligro la nota de España, máxime en unos momentos en los que la situación política puede desembocar en unas nuevas elecciones generales. El Gobierno es consciente de ello y está garantizando a los inversores institucionales que el Estado está detrás de la deuda de la comunidad y que el crecimiento económico sigue en unas tasas muy elevadas (3,5% en términos anualizados).

El ministro de Economía, Luis de Guindos, tiene previsto viajar a Londres tras la Semana Santa para entrevistarse con inversores y agencias de calificación, en un encuentro que se realiza periódicamente y que el Ministerio desvincula de los últimos acontecimientos. Una rebaja en la nota de Cataluña afectaría más tarde o temprano a la calificación del Reino de España y éso es lo que De Guindos trata de evitar. El tema de Cataluña estará en la agenda del ministro, como lo estará también el impasse político. Economía trata de imponer los argumentos de las reformas y de la velocidad de crucero alcanzada para aplacar la dudas.

El Gobierno ha insistido en numerosas ocasiones que no piensa dejar en la estacada a Cataluña y prueba de ello son las continuas inyecciones de liquidez. Ayer mismo se dio a conocer una nueva transferencia de 350 millones que se hará efectiva. El anuncio lo hizo el coordinador del PP catalán, Xavier García Albiol, después de reunirse con Montoro. La reunión sirvió, además, para escenificar una mejora de la interlocución entre el Gobierno y el PP catalán, que la pasada semana atravesó momentos de tensión debido a la reunión en el aeropuerto entre De Guindos y Junqueras.

Satisfecho por la marcha de la reunión de una hora y media, Albiol capitalizó los contenidos. «Existe una clara voluntad por parte del Gobierno de España de seguir ayudando a los catalanes, que es muy distinto de querer ayudar al gobierno independentista de la Generalitat», resumió Albiol, quien garantizó que el Ejecutivo «seguirá financiando los servicios básicos de Cataluña», mientras el objetivo no sea financiar la consecución de la República catalana. «Si Junqueras viene a Madrid para intentar conseguir recursos para su aventura independentista, va a salir con una mano delante y otra detrás», dijo Albiol.