Cataluña

JxSí y la CUP se alían para aniquilar la comisión de investigación del «caso Vidal»

Los dos grupos separatistas vetan todas las peticiones de comparecencias y de documentación de la oposición

Imagen de la reunión de ayer de la Junta de Portavoces en el Parlament
Imagen de la reunión de ayer de la Junta de Portavoces en el Parlamentlarazon

JxSí y la CUP bloquean la comisión de investigación creada tras las declaraciones del juez y exsenador de ERC Santi Vidal, sobre supuestas ilegalidades del Govern para la obtención de datos fiscales de los catalanes

Junts pel Sí y la CUP sellaron ayer la alianza por el silencio y el oscurantismo. Los dos grupos independentistas se unieron para vetar todas las peticiones de comparecencia y de documentos que formularon los partidos de la oposición en la comisión para investigar las revelaciones del ex juez y ex senador de ERC, Santi Vidal, sobre los avances ilegales de la Generalitat en el proceso independentista. Con esta maniobra, fulminaron inéditamente una comisión en su primera sesión, ya que no podrá prosperar sin la aprobación de los planes de trabajo, y ahora queda en las manos de la Junta de Portavoces su disolución formal.

Entre las citaciones que habían planteado PP, PSC, C’s y Catalunya Sí Que Es Pot, se encontraban ocho consellers –entre ellos, Oriol Junqueras, Meritxell Borràs, Neus Munté o Raül Romeva–, una larga lista de altos cargos de la Generalitat –secretarías generales y direcciones generales–, algunos diputados –entre ellos, Lluís Llach– y el propio Vidal. Entre los documentos solicitados, los grupos reclamaban información relativa a la preparación de la independencia catalana, una auditoría de la Agencia de Protección de Datos sobre la obtención y uso de datos fiscales de los catalanes, la contabilidad de la Asamblea Nacional Catalana y Òmnium Cultural –para averiguar si obtiene financiación pública– y documentación sobre los trabajos que realizó Independent Diplomat –el lobby que contrató la Generalitat entre 2013 y 2015 para proyectarse en el extranjero–. Pero ninguna de estas propuestas prosperaron, todas ellas fueron desechadas por Junts pel Sí y la CUP, que justificaron como cortapisa a la Fiscalia: evitar «hacerle el trabajo sucio» al ministerio público para «perseguir políticamente» a los líderes independentistas.

La oposicón reaccionó de forma unánime enfurecida. El portavoz de C’s, Carlos Carrizosa, consideró que esta decisión revela que Vidal «decía la verdad» cuando pronunció en algunas conferencias que la Generalitat había obtenido los datos fiscales de los catalanes de forma ilegal o había elaborado una lista de jueces según su sensibilidad política. Carrizosa juzgó que, así, Junts pel Sí y la CUP, evitan el «trance» de tener que «ver cómo pasan altos cargos» de la administración pública por la comisión «evidenciando que era verdad lo que decía Vidal».

La diputada del PSC, Alícia Romero, puso de relieve que «no tiene precedentes» lo que había ocurrido y acusó a las dos formaciones independentistas de «poco demcoráticas» y «fraude». «¿Qué delito es querer saber?», preguntó Romero, que anunció que su partido suspende su participación en la comisión de la «Operación Cataluña», que impulsan los independentistas, como reacción.

Precisamente, el portavoz del PP, Alejandro Fernández, consideró esta comisión como una vía para «tapar» el «caso Vidal». En este sentido, ante el bloqueo de Junts pel Sí y la CUP a las comparecencias y la documentación solicitadas, Fernández sostuvo que certifican que el proceso independentista «no es la fiesta idílica de la democracia». «Los separatistas han inventado un nuevo instrumento: la comisión mordaza, en la que no se puede hablar», censuró el dirigente popular. También atizó a la alianza entre Junts pel Sí y la CUP, que tildó como la «omertá» entre el «clan de la madre superiora» y los «rebeldes de la CUP», y recordando la «pleitesía» que rindió David Fernández a la familia Pujol en su comisión de investigación.

Finalmente, el portavoz de Catalunya Sí Que Es Pot, Joan Coscubiela, consideró «grave» lo ocurrido y aseguró que la decisión resta «hace mucho daño» al referéndum y resta «crédito» al proceso independentista entre los ciudadanos.