Primarias en el PSOE

Kosovo-Málaga: 2.000 km para votar a Sánchez

Funcionario de Naciones Unidas, Juan Carlos se afilió al PSOE por internet para votar en las primarias. Lleva quince años fuera de España pero está «en la pomada». Cree que los socialistas «deben recuperar espacio». Él ya ha empezado.

Juan Carlos se hizo un selfie en el aeropuerto de Barcelona donde recaló en una de sus etapas del viaje
Juan Carlos se hizo un selfie en el aeropuerto de Barcelona donde recaló en una de sus etapas del viajelarazon

Funcionario de Naciones Unidas, Juan Carlos se afilió al PSOE por internet para votar en las primarias. Lleva quince años fuera de España pero está «en la pomada». Cree que los socialistas «deben recuperar espacio». Él ya ha empezado.

Agarró una mochila, se subió a un automóvil al filo de las 16:00 horas en Mitrovica, un municipio del Norte de Kosovo, y puso rumbo a Skopje, la capital de la República de Macedonia con la ilusión patas arriba. Allí se dirigió al aeropuerto para coger un vuelo de una aerolínea de bajo coste con salida a las 17:45 y con un destino: Barcelona. Pero ése no era el final del trayecto, allí enlazó con otro que lo dejaría por fin en Málaga, donde aterrizó sobre las 23:30. Fueron viajes sin contratiempos, de ésos en los que se puede incluso dormitar a ratos, pero fueron también ocho horas y media para recorrer una distancia que, en línea recta y por carretera, supone la nada desdeñable cifra de 2.167 kilómetros. Juan Carlos Galocha hizo esa ruta el viernes 19 de mayo con un único fin: poder votar en las primarias del PSOE al entonces aún candidato Pedro Sánchez aquel domingo para que se convirtiera en el secretario general del partido, como así ocurrió al final.

Este abogado y consultor es funcionario de las Naciones Unidas (ONU), en concreto de la sección de Justicia, con base ahora en la oficina del Estado de Derecho en el Norte de Kosovo. Antes participó en diferentes misiones de la Unión Europea (UE) y fue asesor de embajada. Lleva más de quince años lejos de su país. De hecho, integró durante algunos de ellos la pequeña colonia española de expatriados que pobló uno de los lugares más conflictivos de la tierra como es Afganistán. Pero se mantiene al día de la actualidad política y económica patria a través de internet y, sobre todo, gracias a las redes sociales. Está «enchufado» a las nuevas tecnologías y su manejo le permite «estar en la pomada», «al día de todo», asegura a LA RAZÓN, a lo que contribuye sin duda su presencia en varios grupos «sanchistas» de WhatsApp. Tiene familia en Andalucía, en Sevilla, y visita con frecuencia la comunidad en los periodos de vacaciones que en su oficio no escasean. En los últimos tiempos se ha afincado en Málaga para disfrutar esas temporadas de descanso. Cuenta que se afilió al PSOE a través de la página web por lo que se convirtió en lo que llaman un «afiliado directo, de los que sólo podían votar en las capitales de provincia» en el reciente proceso interno de elección del partido, de ahí que lo hiciera en Málaga. Aunque tal vez la búsqueda de cierto sentimiento de hermandad, aunque sea desde la ausencia, lo llevó a aprovechar este último viaje exprés para tramitar el traslado a la agrupación municipal de Benalmádena. Se define como «socialdemócrata convencido» y explica que «la renovación que defendía Sánchez encajaba» con los principios que él defiende. No quería permanecer al margen del momento de cambio que percibía y sí «contribuir a renovar el PSOE, Andalucía y España». «Entendí que lo mínimo que podía hacer era votar para empezar a hacerlo», sostiene. Por eso no se lo pensó, removido por lo que califica de «golpe de Estado» interno en el que descabalgaron a Sánchez de la Secretaría General en 2016. Su diagnóstico es que el cómo se hicieron las cosas entonces choca con los valores de «transparencia, democracia interna y respeto» que entiende deben regir al PSOE. Alimenta un blog –http://jcgalocha.blogspot.com.es/?m=1– en el que no ha dudado en aseverar que el PSOE celebró el 21 de mayo «unas elecciones primarias ejemplares, dignas herederas de la comunión entre trabajadores que el socialismo histórico siempre ha tenido». «Las bases del partido –manifiesta– fueron consultadas y masivamente votaron en unas elecciones trascendentales para el devenir de nuestra formación». Unos comicios que cree fueron un ejemplo de libertad que se encuentra a «años luz de las adhesiones incondicionales reclamada por los partidos de franquicia». Al contrario de la rival de Sánchez en esas primarias, Susana Díaz, Galocha sí considera que «la socialdemocracia actual está en crisis» y apunta que el PSOE «tiene la necesidad imperiosa de convertirse de nuevo en alternativa» para lo que tendrá que recuperar «el espacio de centro izquierda que se ha ido estrechando por ambos lados del espectro político».

Antes de depositar su papeleta, pudo «desvirtualizar», poner cara, a militantes que han apoyado abiertamente a Sánchez en Málaga en el desafiante camino de las primarias socialistas como Nacho López y Francisco Martín con los que se muestra «encantado». E incluso aprovechó su estancia malagueña para jugar con la peña de veteranos de Benalmádena, a la que se siente también vinculado, un partido de fútbol.

Luego llegó la hora de las urnas y la vuelta a casa. De nuevo un avión. Esta vez tuvo que buscar el túnel de acceso en el aeropuerto de Málaga y la llegada estaba fijada en la ciudad alemana de Munich. ¿Hora de despegue? Las 15:50. Una vez en ella conectó con otro vuelo a Pristina, capital de Kosovo, a las 23:25 de la noche. No fue hasta que llegó a esa terminal cuando pudo conectar el móvil para saber quién había ganado las primarias. Una «explosión» de mensajes le dejó claro en un instante que había sido su candidato. Pero aún no había completado su periplo. Todavía le quedaba otro desplazamiento en coche desde Pristina a Mitrovica. Tardó 45 minutos pero ése fue un tiempo que pasó pegado a una sonrisa en la cara, la de la victoria.