Navarra

La jueza deja en libertad a cuatro de los acusados por la agresión en Alsasua

Cartel colocado hoy en la locadidad de Alsasua con la frase "Alde Hemendik-Fuera de aqui"
Cartel colocado hoy en la locadidad de Alsasua con la frase "Alde Hemendik-Fuera de aqui"larazon

Cuatro de los siete detenidos en prisión por la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua (Navarra) el pasado 15 de octubre han quedado en libertad por orden de la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela.

Cuatro de los siete detenidos en prisión por la agresión a dos guardias civiles y sus parejas en Alsasua (Navarra) el pasado 15 de octubre han quedado en libertad por orden de la jueza de la Audiencia Nacional Carmen Lamela. En contra del criterio de la Fiscalía –partidaria de que todos ellos siguiesen en prisión para evitar el riesgo de fuga–, la magistrada acordó ayer la medida tras comunicarles su procesamiento.

Aunque recalca que los indicios contra ellos y los delitos que se les imputan –de terrorismo en concurso ideal con delitos de atentado, lesiones y provocación a la discriminación, odio o violencia contra grupos– «no han variado», Lamela considera «difícil» que Jon Ander Cob, Julen Goicoechea, Iñaki Abab y Aratz Urrizola «puedan ocultar, alterar o destruir» pruebas, actuar contra las víctimas o darse a la fuga (dado que «tienen domicilio conocido»). Los cuatro, que continúan procesados, deberán comparecer dos veces por semana en el juzgado más próximo a su domicilio, entregar el pasaporte antes de 24 horas y no podrán salir de España sin autorización judicial.

No obstante, la magistrada mantiene en prisión a Adur Ramírez de Alda, Jokin Unamuno y Oihan Arnanz, por «su especial liderazgo y protagonismo en los hechos». De Unamuno dice que fue quien comenzó a increpar a los guardias civiles y el encargado de avisar por teléfono a otras personas, entre ellas Ramírez de Alda, para que acudieran al bar donde se produjo la agresión. Ambos, subraya, tuvieron «una participación muy activa en los golpes propinados a los agentes». De Arnanz (que «ya ha protagonizado otras agresiones», subraya) asegura que fue uno de los que les agredió «con más saña», ensañándose con el sargento cuando estaba en el suelo «dándole patadas y pisándole con gran profusión».

Los tres, subraya Lamela, «vienen actuando de forma habitual, organizada y concertada» en contra de la Guardia Civil por lo que, de quedar en libertad, podrían volver a delinquir.