Barcelona

La bienvenida a los presos: «Terroristas de mierda, os vamos a rajar»

Oukabir entró en Soto del Real, donde le han aislado; Houli Chemlal está en Alcalá Meco

Vista del exterior de la prisión de Soto del Real (Madrid)
Vista del exterior de la prisión de Soto del Real (Madrid)larazon

Oukabir entró en Soto del Real, donde le han aislado; Houli Chemlal está en Alcalá Meco.

Los presos españoles no han tardado en mostrarles su rechazo a los terroristas de los atentadosde Cataluña que el juez Andreu ha mandado a prisión.

A Driss Oukabir, sus nuevos compañeros de la cárcel de Soto del Real le esperaban con carteles poco amigables en las ventanas: «Terroristas de mierda, os vamos a rajar», decía un de ellos, como ha podido saber LA RAZÓN. Oukabir, de 28 años, entró en prisión el pasado martes, después de asegurarle al magistrado que la furgoneta que él había alquilado creía que se iba a utilizar para una mudanza y no para acabar con la vida de 13 personas en La Rambla de Barcelona. Según ha podido saber este diario, al ver el ambiente de la cárcel madrileña, «se acojonó y pidió protección». Es más, se acogió al artículo 75 del Reglamento Penitenciario que determina que «a solicitud del interno o por propia iniciativa, el director podrá acordar mediante resolución motivada, cuando fuere preciso para salvaguardar la vida o integridad física del recluso, la adopción de medidas que impliquen limitaciones regimentales». Y es que, con estas amenazas tan directas, el hermano de Moussa –otro de los autores de los atentados y que falleció en Cambrils– quería estar alejado de sus compañeros, incluso en sus salidas al patio, donde se juntan todos los presos. Estará constantemente separado, por lo que incluso el desayuno lo tomará aislado en el resto, en su celda, cuando termine el recuento de cada mañana. Estas situaciones se suelen dar en los primeros días de presos especialmente peligrosos, pero lo más probable es que, como afirma desde Soto, en el caso de Oukabir haya que mantener este estatus durante más tiempo de lo que es habitual.

Otro de los miembros de la célula yihadista desmantelada en Cataluña que también entró en prisión el pasado martes es Mohamed Houli Chemlal, herido en la explosión de Alcanar. Como ocurre en casos de terrorismo, los presos han sido distribuidos en diferentes cárceles. Chemlal ha ingresado en la de Alcalá Meco, donde, como ha podido saber este diario, decidieron ponerle un interno de apoyo para que le tenga controlado. Eso sí, la valoración psiquiátrica que se le realizó al entrar descartó la necesidad de aplicar el protocolo antisuicidios. Si hubieran determinado que este mecanismo debía activarse el preso no podría pasar tiempo solo, debería estar vigilado constantemente y se les intenta integrar en las actividades de la prisión para que se integren. En algunos casos, se toma la decisión de poner a su lado un preso sombra si ven que pudiera autolesionarse.

Otra de las medidas que se le han impuesto a este preso es el control de sus comunicaciones. Se ha determinado por el delito de terrorismo que le ha llevado a prisión.

Mohamed Aalla, otro de los detenidos que el martes declaró en la Audiencia Nacional, quedó en libertad tras declarar. Eso sí, cada semana debe comparecer en sede judicial.