Cataluña

La célula robaba joyas y vendía drogas para comprar las bombonas

Los agentes investigan si en sus viajes recibieron fondos de los «dinamizadores» del Daesh

Los cuatro detenidos declararán hoy ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, quien está al frente de la investigación
Los cuatro detenidos declararán hoy ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, quien está al frente de la investigaciónlarazon

Expertos en la lucha contra el yihadismo, consultados por LA RAZÓN, consideran que la célula que cometió los atentados en Cataluña no necesitaba mucho dinero para su financiación.

Expertos en la lucha contra el yihadismo, consultados por LA RAZÓN, consideran que la célula que cometió los atentados en Cataluña no necesitaba mucho dinero para su financiación. No obstante, el «dinamizador» que controlaba al grupo desde algún país europeo les pudo facilitar dinero para los gastos derivados de la preparación de los atentados, que tampoco fueron muy elevados, o para otros que tuvieran planeado cometer.

Los terroristas, según el «modus operandi» que seguían antes de producirse la explosión en el piso que hacía de base logística, no tenían ninguna intención de suicidarse, como ocurrió con la célula del 11-M en Madrid. Todo lo contrario, habían planificado una serie de atentados a cometer en los próximos meses, hasta que fueran localizados por las Fuerzas de Seguridad. Sólo en ese momento, optarían, si no podían escapar, por la fórmula de «morir matando».

Se sabe que vendieron joyas, de origen familiar o incluso procedentes de actividades ilícitas de menor relevancia (como el trapicheo de drogas), para sufragar los gastos que originaban el funcionamiento del grupo que, insisten, no eran muy elevados y que se concentraron en los últimos meses,

La célula, según las mismas fuentes, fue creada hace aproximadamente un año y algunos de sus miembros han realizado viajes a varios países europeos (Francia, Suiza y Bélgica), algunos de los cuales estaban destinados a establecer contacto con los «dinamizadores» que el Estado Islámico, con el fin de dar instrucciones y cursillos de manejo de armas y explosivos a los futuros «combatientes». Los que se hicieron a Marruecos también son objeto de investigación aunque, salvo sorpresas, se considera hasta cierto punto lógico dada la nacionalidad de todos los miembros del grupo.

Además de estos gastos de desplazamiento, están los que se produjeron como consecuencia del alquiler de las furgonetas (se utilizaron tarjetas de crédito que precisan disponer de una cuenta corriente (contra la que cargar los gastos) y, según el máximo responsable de los Mossos, a la adquisición del más de un centenar de bombonas de butano vacías (las iban a rellenar con el explosivo TATP) que almacenaban en la casa de Alcanar (Tarragona) que servía de base.

Dada la peculiar composición del grupo, en el que había delincuentes de poca monta y otros que tenían trabajo y pasaban por «pacíficos y honestos ciudadanos», llama la atención el que dejaran una pista tan llamativa y fácil de seguir como la de comprar bombonas de butano o de oxígeno (balones) vacías, cuando es un objeto relativamente fácil de sustraer.

El piso de Alcanar estaba en una casa «okupada», un gratis total; los productos con que se fabricaba el TATP no son muy caros; cada miembro de la célula vivía en su casa y casi todos disponían de vehículo propio, coche o moto; llevan un ritmo de vida normal, no de «pobretones»... Los gastos que subían la factura del grupo eran los viajes, el citado alquiler de furgonetas y otros por determinar. No se descarta que en las entrevistas con los «dinamizadores» recibieran dinero para sufragar los gastos que iban a originar los atentados.

Los investigadores, aunque insisten en que las cantidades gastadas durante un año no son excesivas, tratan de determinar c la cantidad por si el dato aporta indicios relevantes a las pesquisas. La creación de la célula coincide con la fase de declive del Estado Islámico al sufrir derrotas militares que le han impedido el mantenimiento del territorio conquistado en 2014 y 2015.

Se confirma de esta manera lo adelantado por este periódico en su día en el sentido de que la banda yihadista había puesto en marcha un «plan B», consistente en diseminar células terroristas por todo el mundo.