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La CUP insta al Govern a «desobedecer y dejar de pagar» el FLA

El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (d) conversa con el vicepresidente Oriol Junqueras (i)
El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont (d) conversa con el vicepresidente Oriol Junqueras (i)larazon

El Parlament ha aprobado hoy el decreto ley de necesidades financieras del sector público y otras medidas urgentes en prórroga presupuestaria, con los votos a favor de Junts pel Sí, y cinco votos a favor y cuatro abstenciones de una CUP que ha emplazado al Govern a "desobedecer y dejar de pagar"el FLA.

Entre otros aspectos, la prórroga permitirá a la Generalitat y entidades del sector público formalizar operaciones de endeudamiento para cubrir las amortizaciones previstas hasta que no haya nuevos presupuestos, ya que el 1 de enero se prorrogaron de forma automática los de 2015.

Una prórroga que ha sido aprobada con 64 votos a favor -cinco de ellos de la CUP-, cuatro abstenciones de la CUP y 61 votos en contra de Ciutadans, PSC, PPC y una Catalunya Sí Que Es Pot que finalmente ha declinado abstenerse. La CUP votó en contra de estos Presupuestos cuando fueron aprobados inicialmente.

El decreto ha sido criticado por la mayoría de partidos de la oposición por considerar que el conseller de Economía, Oriol Junqueras, pide "un cheque en blanco"sin asegurar si podrá acordar unas nuevas cuentas, si bien el PSC y CSQEP han "tendido la mano"a negociar un posible apoyo, siempre que se cambien las prioridades.

A pesar de que la CUP ha "facilitado"la aprobación del decreto, ha recordado que "los presupuestos pueden prorrogarse, pero las necesidades de la sociedad no", recordando que las cuentas de 2015 son "insuficientes"y "sometidas a políticas neoliberales", y que su posición de hoy se traduce por ahora en un apoyo a los presupuestos.

Además, la diputada cupera Eulàlia Reguant ha avisado de que se debe acabar con el "chantaje"de la deuda y ha emplazado a la Generalitat a que "desobedezca y deje de pagar el FLA"(Fondo de Liquidez Autonómica), poniendo en marcha al mismo tiempo un plan B y una estructura que permita "recaudar impuestos directamente, tener resuelta la cuestión monetaria y negociar de tú a tú con el Banco Central Europeo".