Caso Bárcenas

La cúpula de Aznar niega que cobrara sobresueldos en «B»

Arenas, Acebes, Mayor Oreja y Rato niegan que intermediaran para amañar adjudicaciones a instancias de Bárcenas

Javier Arenas, ex secretario general del PP
Javier Arenas, ex secretario general del PPlarazon

Arenas, Acebes, Mayor Oreja y Rato niegan que intermediaran para amañar adjudicaciones a instancias de Bárcenas.

Dos ex secretarios generales del PP –Javier Arenas y Ángel Acebes– y otros tantos ex ministros del Gobierno de José María Aznar –el ex vicepresidente Rodrigo Rato y el que fuera titular de Interior Jaime Mayor Oreja– negaron ayer en el juicio de la primera época de la «trama Gürtel» que percibieran sobresueldos en dinero «B» con cargo a la contabilidad paralela del PP. Asimismo, en su comparecencia como testigos los cuatro negaron que intermediaran en adjudicaciones públicas en favor de determinados empresarios donantes del partido por indicación de los ex tesoreros Álvaro Lapuerta y Luis Bárcenas.

El desfiles de ex altos cargos de la era Aznar por la sede de la Audiencia Nacional en San Fernando de Henares (Madrid) resultó escasamente esclarecedor para el objeto del procedimiento, pues buena parte del interrogatorio al que fueron sometidos por parte de las acusaciones –trufado de respuestas que abundaron en el «no recuerdo», «no me consta» y «lo desconozco»– versó más sobre los «papeles de Bárcenas» (objeto de otro procedimiento aún pendiente de juicio) que sobre las supuestas contraprestaciones, en forma de licitaciones de obra pública, a empresarios que donaron dinero al PP. El abogado de Bárcenas, Joaquín Ruiz Infante, se quejó una y otra vez de esas preguntas extramuros de la causa, pero el presidente del tribunal, Ángel Hurtado, se mostró ayer bastante permisivo al respecto .

Quien más se explayó fue Arenas, que explicó a la Sala que no tiene «ni idea» de qué persona se encargaba en el partido de recibir las donaciones. Eso sí, recordó que Lapuerta le explicó «de forma nítida y clara» que el PP se financiaba con ayudas públicas, cuotas de los militantes y donaciones, «una parte muy pequeña», aunque el ex tesorero le precisó que éstas «nunca se daban a cambio de algo» y que todo se hacía «dentro de la legalidad». Ni él ni nadie dentro del PP, aseguró, tenía atribuciones para decidir las adjudicaciones.

Arenas enunció la que, según él, era la máxima del PP en la organización de actos de campaña: «Había que pedir varias ofertas y adjudicar teniendo en cuenta el mejor precio y la garantía del servicio». Respecto a la salida de Bárcenas del partido, el ex ministro ratificó que Mariano Rajoy y él mismo se reunieron con el ex tesorero y su esposa, Rosalía Iglesias, en la sede de la calle Génova en 2010. «Fue una reunión humana, no política», insistió, en la que «no se habló de ningún tema económico». Se le ofreció, dijo, «una salita en Génova y un coche del partido si lo necesitaba». En diciembre de 2012 volvió a verse con Bárcenas, esta vez en Sevilla, y el ex tesorero se quejó de la «situación injusta» que estaba sufriendo porque tanto él como Lapuerta, se defendió, «habían sido muy buenos gestores».

«Por supuesto que no conocía ninguna contabilidad B», añadió Arenas, quien también dijo que en su cabeza «nunca podía entrar que el PP tuviese fondos en Suiza».

En esa misma línea, su sucesor al frente de la Secretaría General del PP, Ángel Acebes, hizo hincapié en que sus retribuciones «eran siempre con las retenciones correspondientes y las he declarado toda mi vida». «No sé de la existencia de esa contabilidad («caja B») ni nadie del Partido Popular». Asimismo, aseguró al tribunal que él no tenía «la responsabilidad de la contratación de los actos» electorales.

«Ni Lapuerta ni Bárcenas jamás me solicitaron nunca nada ni me consta que lo hicieran en otros ministerios», declaró Mayor Oreja, quien al igual que los otros ex altos cargos del PP dijo que Bárcenas, como gerente, dependía de Lapuerta, y afirmó no saber nada de la existencia de una contabilidad paralela. «No lo sé. No me consta. Lo desconozco», aseguró sobre los 93.000 euros que, según consta en los papeles de Bárcenas, habría percibido de esa «caja B».

Rodrigo Rato, por su parte, testificó que «nunca ni Lapuerta ni Bárcenas me llamaron para sugerirme un trato de favor» a una empresa, ni tampoco le entregaron cantidades en efectivo, que sólo percibió del partido, precisó, «por compensaciones de viajes».