El desafío independentista

La jugada ciega del president

La Razón
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En la encuesta de NC Report del pasado mes de enero, la suma de CiU y ERC era del 43,2% del voto válido y el número de escaños de ambos era de 67, con lo que se situaban conjuntamente a sólo un escaño de la mayoría absoluta. Seis meses después y agrupados bajo un mismo cartel electoral el porcentaje de voto desciende al 35,8%, lo que representa un retroceso de 7,4 puntos en un semestre. Su grupo parlamentario estaría integrado ahora por 56 diputados, 11 menos que en enero, alejándose de la absoluta.

Pero la caída de la coalición independentista bien acompasada de un descenso en el número de independentistas que en estos últimos meses caen del 45,3% de julio de 2014 al 42,9% de julio de 2015, su disminución ha sido de 2,4 puntos, mientras que por el contrario crece los que se oponen a la independencia, que en el último año pasan del 47,4% al 50%, representando un avance de 2,6 puntos.

La diferencia entre ambos bloques ha sido siempre positiva a los contrarios a la independencia, siendo de 2,1 puntos en julio de 2014, para crecer al 3,9 puntos en marzo de 2015 y alcanzar en la actualidad los 7,1 puntos. Estos datos del CEO certifican una fragmentación de la sociedad civil catalana, una peligrosísima bipolarización que en nada propicia el ambiente necesario para la recuperación económica de la región. En la EPA del segundo trimestre de 2015 se coloca a la cabeza de creación de empleo a Madrid, Andalucía y Comunidad Valenciana. Cataluña se descuelga del grupo de cabeza.

En la encuesta electoral de NC Report para LA RAZÓN se señala que el bloque independestista de Mas y Junqueras obtendría el 35,8% de los votos válidos. Con esta carta de presentación difícilmente podrían presentarse como vencedores del pretendido plebiscito. Con respecto a los resultados de las elecciones de noviembre de 2012, el vuelco es mayor; la suma de CIU y ERC cae 8,6 puntos, al bajar del 44,4% al 35,8%. Sus diputados se reducen en 15, al pasar de 71 a 56.

Mas fracasó en las autonómicas de 2012. No sólo no sumó el voto independista, sino que perdió votos y escaños. Desde entonces no ha hecho más que bajar en las encuestas; las últimas, le otorgaban el 20,2% de los votos, frente al 22,3% de ERC, que partía únicamente con el 13,7% de los votos. Queda claro que es ERC el que se ha convertido en el auténtico partido nacional catalán, ya que es la formación que ha crecido con los 250.000 votos independentistas que puede movilizar ANC y que apuestan básicamente por ERC y, en mucha menor proporción, por la CUP. De los 5,4 millones de electorales catalanes, tan sólo 1,2 millones votarían por la candidatura en la que se integran Convergencia, ERC, ANC y Ómnium Cultural.