Entrevista a Miguel Arias Cañete

«La mejora económica se trasladará a los ciudadanos en el segundo semestre»

«De momento me veo en el Ministerio de Agricultura; hasta la fecha no he hablado con el presidente Rajoy sobre otro escenario»

«La mejora económica se trasladará a los ciudadanos en el segundo semestre»
«La mejora económica se trasladará a los ciudadanos en el segundo semestre»larazon

«De momento me veo en el Ministerio de Agricultura; hasta la fecha no he hablado con el presidente Rajoy sobre otro escenario»

¿Qué valoración hace de la noticia de la bajada del paro? ¿Es estacional o es una tendencia de fondo?

Los datos del paro del viernes se unen a otros datos macroeconómicos que apuntan a que ya está comenzando la recuperación económica y la generación de empleo. El incremento en la generación de empleo estará ligado a la intensidad del crecimiento económico, pero también al aumento de la confianza económica entre los propios españoles. Los mercados exteriores hace tiempo que confían en nuestra recuperación económica.

Y, ¿cuál es su percepción de la situación de nuestra economía?

El año comienza con muchos indicadores macroeconómicos que son positivos. El hecho de que hayamos dejado atrás las tasas negativas en el Producto Interior Bruto y volvamos a crecimientos positivos; el buen comportamiento de nuestras exportaciones en sectores claves, entre ellos el agroindustrial; la evolución de la prima de riesgo, que ha llegado a situarse por debajo de los 200 puntos; la subida de la Bolsa; la vuelta de la inversión exterior, y la bajada del paro permiten aventurar que hemos dejado atrás lo peor y que comenzamos una nueva era de crecimiento económico, al que también está contribuyendo el sector agrario (la renta agraria ha tenido un aumento superior al 7% y las exportaciones van a rebasar los 38.000 millones de euros).

¿Cuándo se trasladará eso a la microeconomía?

Es evidente que los citados indicadores económicos dibujan un mejor escenario, pero el traslado a los bolsillos de los consumidores y de los ciudadanos es más lento. Estoy seguro que en el segundo semestre de este año la percepción que tienen los ciudadanos de la situación económica será mucho más satisfactoria, sobre todo si seguimos manteniendo el ritmo de reformas estructurales que viene haciendo este Gobierno.

¿Se ve en las listas al Parlamento Europeo o como miembro de la nueva Comisión Europea?

De momento me veo en el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, porque hasta la fecha no he hablado de esos temas con el presidente Rajoy, que es el que tomará las decisiones en la materia. Estoy muy cómodo en este Ministerio, donde tengo un magnífico equipo con el que da gusto trabajar.

Este año tocan elecciones al Parlamento Europeo. Siempre ha habido mucha abstención ¿Que les diría usted a los votantes para incentivar que vayan a las urnas?

Las elecciones al Parlamento Europeo son siempre muy complicadas. En esta ocasión, todavía más. Los ciudadanos no son conscientes todavía de la importancia que ha cobrado el Parlamento Europeo. Hay mucha abstención y, además, si los votantes de un partido están descontentos con las políticas de ese partido, pueden tener la tentación de retirar su apoyo. Debemos trasladar al electorado el mensaje de que son elecciones importantes en sí mismas, porque el 80% de la legislación que se aplica en España tiene su origen en políticas acordadas en la UE, y allí el Parlamento Europeo cuenta con una capacidad legislativa que está al mismo nivel que la del Consejo de Ministros. Además, también debemos transmitir que los intereses de España se defienden mejor por partidos como el PP, que tienen una clara y acreditada trayectoria en esta tarea, como se ha demostrado cuando ha habido que pelear para evitar el rescate de nuestro país, para conseguir apoyos para nuestra banca o para conseguir presupuestos suficientes para nuestros sectores agrario o pesquero.

¿Podría poner ejemplos concretos e ilustrativos de este nuevo e importante papel del Parlamento Europeo?

Sí. En el caso de las reformas de la PAC y de la política pesquera que cerramos el año pasado, ha sido decisivo el papel jugado por el Parlamento Europeo. Por primera vez tenía codecisión legislativa y su posición era tan importante como la del propio Consejo de Ministros. Ello nos ha obligado a cambiar nuestro método de trabajo. Hemos tenido que trabajar en el seno del Consejo buscando alianzas y el apoyo de la presidencia irlandesa, pero, simultáneamente, el Gobierno ha debido preparar enmiendas para que nuestros parlamentarios europeos dieran la batalla y conseguir que saliesen adelante peticiones o demandas que no se aprobaban en el Consejo de Ministros.

¿Cuál es el balance del año pasado en lo que respecta a la PAC?

Desde la perspectiva agraria, 2013 ha sido un gran año en la UE. En primer lugar, porque se han despejado todas las incógnitas que existían sobre el Marco Financiero para el periodo 2014-20. Ya sabemos el dinero que tendremos para financiar todas las políticas y lo que corresponde a la PAC. En segundo lugar, porque el acuerdo sobre la reforma de la PAC resultante del duro proceso de negociación al que tuvimos que hacer frente es satisfactorio para España y muy diferente de lo que se planteaba en las propuestas iniciales de la Comisión Europea.

¿Cuánto dinero recibirá España en ese periodo?

El sector agroalimentario español va a contar con una financiación comunitaria superior a los 47.000 millones de euros durante el periodo 2014-20. Esto es algo que nadie creía posible al comienzo de las negociaciones. El hecho de haber dejado atrás tanto la amenaza de una tasa plana para las ayudas como la incorporación de casi 18 millones de hectáreas nuevas como beneficiarias de ayudas, lo que hubiese rebajado el importe medio de las mismas, son sin duda buenas noticias, que van a permitir configurar una PAC adaptada a la realidad de las producciones agrícolas y ganaderas españolas.

En pesca las cosas parecen haber salido bien también...

Sí. Al igual que en la PAC, en el capítulo pesquero España ha tenido que dar una gran batalla para adecuar las propuestas a las necesidades del sector. En ambos casos ha sido decisivo el papel desempeñado por el Parlamento Europeo. Pero volviendo a la pesca, el año pasado nos trajo dos buenas noticias: la conclusión del acuerdo pesquero con Marruecos tras la votación en el Parlamento Europeo y un gran resultado en la negociación de las cuotas para 2014, con incrementos sustanciales de las posibilidades de pesca en las especies más interesantes.

Desde el punto de vista de la otra pata de su Ministerio, el medio ambiente, ¿qué es lo que destacaría?

De entrada, el año pasado se consiguió aprobar los planes hidrológicos de la práctica totalidad de las cuencas intercomunitarias, con excepción de la del Júcar. Ésta era la gran asignatura pendiente, ya que deberían haber estado aprobados en 2009. El no cumplimiento de estos plazos ha dado lugar a sentencias condenatorias por parte del Tribunal de Justicia de la UE. En lo relativo al cambio climático, hemos dado los pasos para poder cumplir el primer periodo de Kioto. También debo destacar la aprobación de la Ley de Costas, que proporciona seguridad jurídica a los titulares de propiedades en el litoral y garantiza la preservación y sostenibilidad de nuestro litoral con más eficacia que la anterior legislación. Por si todo lo anterior no fuese suficiente, hemos simplificado la legislación de evaluación medioambiental y se ha agilizado la tramitación de las declaraciones de impacto, que muchas veces tenían plazos muy superiores a los cuatro años.

De todo lo vivido el año pasado en el ámbito de competencias de su Ministerio ¿con qué acontecimientos se quedaría?

Lo más complicado fue la negociación del Marco Financiero, ya que en un horizonte de reducción presupuestaria en todos los capítulos, España ha conseguido mantener sus niveles de apoyo en el primer pilar de la PAC e incluso incrementarlos en el segundo. Y ello se ha debido al gran trabajo realizado por Mariano Rajoy y por la Secretaria General de Agricultura, Isabel García Tejerina, que formaba parte del equipo negociador del presidente del Gobierno. Ello va a permitir que el agrario sea el sector de la economía española con más apoyo en el futuro a corto y medio plazo. En otro orden de cosas, el acuerdo sobre el Trasvase Tajo-Segura, por su complejidad y dificultades de negociación, me parece un hito histórico que pone fin a la guerra del agua entre las comunidades autónomas afectadas.

¿Cuáles son los principales proyectos y retos para 2014?

Una de las actuaciones más urgentes durante el año que acaba de comenzar es cerrar el sistema de aplicación de la PAC en España. Espero llegar a un acuerdo con las diecisiete comunidades autónomas en la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural que se celebrará los próximos días 20 y 21 de este primer mes del año. Además, hay que desarrollar la Ley de Integración Cooperativa y poner en marcha medidas de apoyo financiero a esa integración. Asimismo, debe funcionar la agencia de supervisión del funcionamiento de la cadena alimentaria. Este año vamos a desarrollar las actuaciones previstas en el plan de internacionalización del sector agroalimentario español y aprobar el plan de innovación tecnológica en el sector agrario nacional.

¿Y en pesca?

Hay que aplicar la reforma de la Política Común Pesquera en España y desarrollar las actuaciones del Fondo Europeo de la Pesca, así como terminar la ordenación del caladero nacional.

¿En medio ambiente?

Hay que publicar el reglamento de aplicación de la Ley de Costas, aprobar la nueva Ley de Parques Nacionales, culminar la planificación hidrológica y poner en marcha el ya citado Pacto Nacional sobre el Agua. Se ha hecho mucho, pero todavía faltan cosas por cerrar en la segunda mitad de legislatura.

¿Quién va a ganar el pulso sobre el coste de la electricidad, el Gobierno o las empresas eléctricas?

Este pulso lo debe ganar la economía española y debemos contar con un sistema eléctrico competitivo con precios de la energía razonables, que permitan a nuestra industria desarrollar su actividad en condiciones de igualdad con otros países de nuestra misma área económica y que no cargue a los ciudadanos con costes desorbitados.

¿Qué se siente al ser el ministro mejor valorado del Gobierno desde hace bastantes meses?

Una enorme sorpresa, porque habitualmente el ministro de Agricultura suele ocupar los puestos de cola. Además de sorpresa, un enorme agradecimiento a un magnífico equipo de colaboradores, que permite que haga las cosas bien y que no me meta en demasiados charcos.

«En el capítulo agrario hemos cumplido ya más del 80% de los compromisos del programa electoral»

¿Qué porcentaje del programa electoral del PP considera que ha cumplido ya el Ministerio que dirige?

Cuando despacho con mi equipo me trasladan que en el capítulo agrario hemos cumplido más del 80% de los compromisos anunciados en el programa electoral para esta legislatura y de mi primera comparecencia en el Congreso de los Diputados. En materia de medio ambiente, aunque hemos avanzado mucho, todavía tenemos que cerrar un gran Pacto Nacional sobre el Agua y poner en marcha un Plan Hidrológico Nacional, que sólo estaremos en condiciones de empezar a diseñar cuando culmine el proceso de planificación hidrológica en el Júcar.

¿Se va a resucitar el trasvase del Ebro?

No estaremos en condiciones de establecer si hay posibilidad de hacer trasvases entre las distintas cuencas hasta que no tengamos cerrado el último plan hidrológico y constatado el grado de consenso que necesita el Pacto Nacional del Agua.

Un ministro hiperactivo y amante de la velocidad

Miguel Arias Cañete vive a caballo entre Madrid, ciudad en la que nació y estudió, Jerez de la Frontera, donde sentó la cabeza, y, ahora, Bruselas, donde pasa gran parte de su tiempo. Es abogado del Estado, aunque no de los que miran por encima del hombro. En política lo ha sido casi todo, salvo alcalde: desde concejal hasta eurodiputado, pasando por el Senado y por el Congreso. Miembro de Alianza Popular, continuó después en el PP. Fue ministro de Agricultura entre 2000 y 2004 con José María Aznar. Acompañó a Mariano Rajoy como secretario ejecutivo de Economía en su particular travesía del desierto, cuando perdió las elecciones frente a José Luis Rodríguez Zapatero. Es hiperactivo, amante de la velocidad y de los coches antiguos. Ahora es ministro de Agricultura.