El desafío independentista

La mitad de los catalanes cree que el Parlament se someterá al TC

Un 48% cree que el órdago secesionista sufrirá el freno del tribunal, y un 45,1% cuestiona a Puigdemont: lo ven un «rehén» de la CUP

La mitad de los catalanes cree que el Parlament se someterá al TC
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Los catalanes han opinado para NC Report respecto al desenlace del duelo judicial entre el Tribunal Constitucional y el bloque secesionista de Junts pel Sí y la CUP: para un 48,0 por ciento, al «Parlament» no le quedará más remedio que acatar la resolución del máximo organismo intérprete de la Constitución, ya que el tribunal ha iniciado el trámite que podría concluir con multas o con la apertura de la vía penal contra la presidenta del Cámara catalana, Carme Forcadell, después de que se haya abierto la vía unilateral de independencia en Cataluña, pasando por encima del Tribunal Constitucional. Es decir, toda la puesta en escena del pasado 27 de julio, por la que la mayoría de la Cámara compuesta por JxSí y la CUP decidió abrir una votación que el TC trató de impedir previamente en un auto en el que advertía de los «riesgos» que suponía un texto basado en la declaración de independencia del pasado 9-N. Según el barómetro, un 37,8% de los encuestados considera que será el Parlamento catalán el que saldrá airoso, frente a un 14,2 por ciento que no sabe, no contesta.

Este paso ilegal por la independencia es a su vez un «empujón» respecto al liderazgo de Carles Puigdemont como presidente de la Generalitat. No obstante, la encuesta realizada por LA RAZÓN arroja que el 45,1 por ciento cree que Puigdemont es rehén de las CUP, frente a un 41,7 por ciento que considera que no y un 13,2 por ciento que no sabe, no contesta. Porque JxSí (coalición entre PDC y ERC) debe su posición en el Parlamento catalán al pacto con la CUP, y el partido antisistema no está dispuesto a negociar con Puigdemont los Presupuestos sin redefinir antes la hoja de ruta secesionista e incluir el referéndum unilateral de independencia. Y todo esto con el 28 de septiembre a la vuelta de la esquina, día en que se comprobará si el Parlamento catalán mantiene o retira su apoyo a que el gobierno catalán mantenga el compromiso. Pero si se trata de preguntar a los propios catalanes, un un significativo 43,2 por ciento no se declara independentista, por delante de un 41,3 por ciento que sí está a favor de separarse del resto de España y un 15,5 por ciento que no se manifiesta en la encuesta. En este apartado, son aquéllos con una edad comprendida entre los 30/44 años los que son más partidarios de la independencia, mientras que los más mayores, en un ratio de 65 en adelante, no está por la labor de la independencia de la región.

No obstante, los encuestados se muestran abiertos a que el pretendido referéndum por la independencia no sólo se realice en Cataluña, sino en el conjunto del Estado, mientras que el 35,1 por ciento no lo ve oportuno, y un 12,9 por ciento no sabe, no contesta.

Pese a esta posición favorable a que se realice la consulta en Cataluña, los catalanes son conscientes de que el proceso secesionista está perjudicando a la economía de la propia comunidad, tal y como recoge NC REPORT. Las cifras son determinantes, porque concretamente en este apartado la horquilla de diferencia es la más pronunciada: un 53,7 por ciento cree que sí, mientras que apenas un 38,3 por ciento considera que la ofensiva independentista no afecta a los números de Cataluña, y un reducido 8 por ciento no se posiciona al respecto. En este apartado, son los más mayores los más conscientes de que el órdago independentista está afectando a la economía catalana (un total de 2.019 empresas abandonan la región, como llevamos en estas páginas), y los más jóvenes, un 44,6 por ciento, los que no ven la repercusión económica en el proceso.

Una de las preguntas más relevantes de la encuesta es la que enfoca al ex presidente de la Generalitat, Artur Mas, ya que un 43,4 por ciento considera que ha dañado al nacionalismo en Cataluña. Los encuestados se refieren al anterior Estado de ambiente político en Cataluña, en el que un nacionalismo moderado constituía la nota dominante en las instituciones, sin llegarse a iniciar la «cruzada» de Artur Mas por la independencia, uno de los principales responsables de la desaparición de Unió.

El ex presidente de la Generalitat recibe el beneplácito del 41,8 por ciento, que considera que no ha dañado al nacionalismo, y un 14,8 por ciento no sabe, no contesta. En sentido llama la atención que es la franja de edad más central, de 30 a 44 años, la que es más crítica con Artur Mas, y por el contrario aquéllos comprendidos entre 45 y 64 años de edad son los más favorables a la gestión política del ex presidente de la Generalitat a lo largo de estos años de gobierno.