El desafío independentista

La otra «Espe» del PP que vino de Ciudadanos

Cree que el 21-D es el primer paso para recuperar Cataluña. No quiere hablar de «procés» sólo de rebajar la tasa de pobreza infantil, los barracones, el paro...

La otra «Espe» del PP que vino de Ciudadanos
La otra «Espe» del PP que vino de Ciudadanoslarazon

Cree que el 21-D es el primer paso para recuperar Cataluña. No quiere hablar de «procés» sólo de rebajar la tasa de pobreza infantil, los barracones, el paro...

Esta abogada –Barcelona, 1975– se doctoró en política en las tertulias. Su tono suave, nada áspero, se convirtió en un dolor de cabeza para los defensores del proceso independentista. Nos recibe al salir de uno de estos cónclaves en la televisión pública catalana. Dice entre risas que «he salido viva. Hoy era una tertulia de diputados y todas las voces estaban representadas, algo que no suele ser lo habitual en TV3». Se acuerda de sus inicios en estas lides con una cierta morriña porque ahora «han empeorado. Un 50 por ciento de los catalanes no están a favor de la independencia. En los medios públicos, esta voz apenas representa un 20 por ciento».

Esperanza García, «Espe», fue atraída por la política en 2006 cuando Francesc de Carreras, Arcadi Espada y Albert Boadella dieron el pistoletazo de salida a Ciudadanos con Albert Rivera al frente. En el año 2007, con una mano delante y otra detrás, asumió la candidatura del recién nacido partido naranja en Barcelona. El fracaso fue rotundo y Ciudadanos se quedó sin representación. No se amilanó. No es su estilo. Siguió ejerciendo de abogada y empezó a colaborar en las tertulias políticas. En 2010 abandonó Ciudadanos y se acercó al Partido Popular y en 2015, aceptó la invitación del partido y se presentó a las elecciones. Fue elegida diputada.

«En estos años hemos vivido más días históricos que días en los que sale el sol», afirma en lo que parece una guasa. No lo es. Denota pena y, también, frustración y que en algunas sesiones del Parlament «costó contener la emoción». Cita tres fechas. El 6 y 7 de octubre cuando «el independentismo mostró su autoritarismo» y el 27 del mismo mes, el día que se proclamó la efímera República Catalana «con la Cámara medio vacía, fue una imagen muy cruda». Como abogada, la cabra tira al monte, está orgullosa de que, al menos por una vez, el Parlament estuviera a la altura «cuando se aprobó el registro estable de parejas de hecho, que llevaba tiempo en el tintero».

No está satisfecha de su tarea como «servidora pública», porque el Parlament «no ha trabajado para cohesionar la sociedad. Al contrario, el independentismo la ha roto». Sin embargo, fiel a su carácter, no tiene la intención de tirar la toalla «porque el 155 ha tenido un efecto balsámico, aunque el independentismo está protagonizando en este último mes un sinfín de declaraciones surrealistas y aberrantes, dejando al descubierto sus grandes mentiras».

A pesar de eso, está convencida que «el 21 de diciembre es el primer paso para recuperar el protagonismo del catalán orgulloso, cosmopolita, emprendedor, trabajador, que pondrá fin a la gran estafa que ha sido el “procés”».

Con un tono sosegado y suave no deja títere con cabeza: «Hay que poner fin al mantra que se ha instalado en generaciones que afirma que con la independencia todo irá mejor. Es falso, y es nuestra obligación explicarlo. Cuando a España le va bien, a Cataluña le va bien. Ya está bien de culpar a los demás de los errores propios». Para sustentar su argumento cita, ni más ni menos que a Santi Vila –el ex consejero de Empresa que dimitió antes de aprobarse la Declaración Unilateral de Independencia–, cuando afirmó que «la estelada ha sido la gran coartada para ocultar los recortes».

Habla de política y, sobre todo, habla de gestión, gestión y gestión, en el mejor estilo de Julio Anguita. «Tenemos altas tasas de pobreza infantil, los barracones aumentan cada año, hay que explicar que no estamos así por culpa de España. Estamos así porque la gestión ha brillado por su ausencia». Sabe que la solución es complicada y «no llegará de forma inmediata». Aun así, eligió dejar de fumar, aunque echa mano de IQOS, un dispositivo mucho más saludable.