Fiscalía Anticorrupción

La semana en la que al chalet de los Moix le salieron compradores

La vivienda que propició la dimisión del fiscal ha pasado de no despertar interés a estrella del mercado inmobiliario: «Esta semana todos quieren visitarla»

La semana en la que al chalet de los Moix le salieron compradores
La semana en la que al chalet de los Moix le salieron compradoreslarazon

La vivienda que propició la dimisión del fiscal ha pasado de no despertar interés a estrella del mercado inmobiliario: «Esta semana todos quieren visitarla»

La «semana de pasión» que ha vivido el ya ex fiscal Anticorrupción, Manuel Moix, puede que haya tenido al menos un efecto colateral positivo para una familia que lleva dos años intentando vender el chalet en la sierra de Madrid que, de manera indirecta, ha propiciado la dimisión del fiscal. El inmueble, que apenas había despertado interés alguno durante los últimos 24 meses, se ha convertido en un abrir y cerrar de ojos en el producto estrella del mercado. «Hasta ahora se la enseñaba a una persona cada dos meses y esta semana apenas doy a basto», confiesa la agente inmobiliaria encargada de la venta. El chalet de los hermanos Moix salió a la venta hace dos años por 965.000 euros y actualmente se oferta a 570.000.

Desde que se puso en venta la casa ha pasado desapercibida a los posibles compradores, pero todo eso cambió cuando estalló la noticia de que Moix tenía el 25% de la sociedad panameña dueña de la mansión... y en apenas unas horas amplios reportajes fotográficos del inmueble viralizaban las redes. Aunque totalmente inesperada, ¿se puede soñar con una campaña de comunicación más eficaz? Entre los vecinos de la urbanización se rumorea ya que la venta está a punto de cerrarse pero lo cierto es que, hasta que ésta se oficialice de manera definitiva, se siguen recibiendo visitas.

La casa de los Moix fue adquirida por la sociedad de gananciales de los padres del ex fiscal jefe en octubre de 1986. Algo más de un año después –concretamente el 4 de enero de 1988– fue constituida en Panamá la sociedad Duchesse Financial Overseas, entidad participada también por los padres de Moix que adquirió el chalet un mes después. Nada cambió en el estatus del imueble hasta que en 2008 y 2011 mueren Manuela Blázquez Borja y Manuel Moix Martínez, madre y padre del ex fiscal jefe Anticorrupción. Es en ese momento cuando el fiscal Moix se entera de que la casa de sus padres está a nombre de una sociedad panameña. Preguntado sobre el motivo por el que su padre decidió constituir esta sociedad y poner la casa a su nombre, el ex fiscal jefe Anticorrupción contestó, en declaraciones durante una entrevista concedido a SER, que «eso se lo tendrán que preguntar a mi padre».

Sea como fuere, Moix, junto a sus tres hermanos, hace todo lo posible para regularizar la situación. Se realiza la declaración en el impuesto de sucesiones con el modelo 720, se pagan los impuestos correspondientes y se legaliza la propiedad de la casa. Finalmente no se cancela la sociedad debido, según explica el protagonista, a que los costes se elevan a 90.000 y a que no existe consenso entre los hermanos para hacerlo. La opinión del fiscal es favorable a hacerlo pero el abultado coste la cancelación de la entidad con sede en el paraíso fiscal panameño lo hace imposible a uno de los hermanos. En el comportamiento de Moix no parece haber ninguna ilegalidad, pero el tribunal de la corrección política no cejó hasta cobrarse la cabeza y el oprobio público del funcionario.

El inmueble cuenta con tres suites –una de ellas con chimenea y vestidor– y tres dormitorios. Tiene 5 cuartos de baño completo y dos salones, siendo el grande de 75 metros cuadrados. Además la mansión cuenta con un despacho con chimenea de mármol, una bodega con barra de bar de 60 metros cuadrados y piscina cubierta. La urbanización donde está la casa cuenta con vigilancia las 24 horas y desde ella, situada al pie de la ladera Oeste de la sierra de Hoyo de Manzanares, pueden contemplarse al mismo tiempo el Monasterio de San Lorenzo del Escorial y la cruz del Valle de los Caídos. En la puerta de entrada a la finca, grabados en una placa de metal, puede leerse, en el original alemán, unos bellos versos escritos por Goethe para el frontispicio de su casa en Weimar, diseñada por el arquitecto Otto Wagner: „Warum stehen sie davor? / Sind doch Türe da und Tor! / Kämen sie getrost herein, / Würden wohl empfangen sein“ (¿Por qué estás ahí enfrente? / ¡Son sólo las puertas y la entrada! / Si entraras confiado / Serías bien recibido). En las hojas de la verja de entrada pueden leerse las iniciales «M» y «B», que aluden probablemente a los apellidos de los padres del ex fiscal Anticorrupción, Moix y Blázquez.

Los escasos vecinos que puede uno encontrarse en esta tranquila urbanización son ajenos por completo a la polémica que ha rodeado a la casa, recuerdan a los ex inquilinos con cariño y cuentan que Manuel, el padre del ex fiscal, vivió sólo en la amplía mansión durante los últimos tres años de su vida, después de que su mujer, Manuela, falleciera. El jardín, descuidado desde entonces, tiene un aire melancólico y algo abandonado, una atmósfera que le situa exactamente en las antípodas de una polémica que pertenece a otra lugar, a una ciudad cuyo ruido no llega al jardín de los hermanos Moix.