Estrecho de Gibraltar

La tripulación del «Ángeles Alvariño»: «Nunca había ocurrido algo así»

La Razón
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Al habla con el «Ángeles Alvariño», un interlocutor nos pone en contacto con el capitán de la embarcación. Uno y otro insisten en que no pueden contar nada de lo sucedido con la Marina británica y remiten a los responsables de comunicación del Instituto Oceanográfico Español (IEO). Parecen tranquilos y piden disculpas porque «seguimos trabajando». La misión que les ha dado repercusión por causas ajenas a su labor sigue en marcha hasta el viernes, pero ya el primer día se rompió la rutina de su labor científica. Desde el propio IEO explican que están acostumbrados a los inconvenientes de trabajar bajo el acecho inglés y que, en esta ocasión, «ha ocurrido una vez más y no ha sido de las peores».

Pero no siempre fue así. El Instituto Oceanográfico asegura que han trabajado en esas aguas durante décadas sin que hubiera «ningún problema». Sí se producían llamadas de radio «advirtiendo de que se trataba de aguas británicas», pero «hace cuatro o cinco años» comenzaron los episodios de incordio por parte de Gibraltar. «No nos permiten hacer nuestro trabajo, molestan, embisten con las zodiac, las colocan frente a nuestros barcos... pero nunca pasó nada grave, porque lo hacen sin pasar de un cierto nivel».

El que esta vez un buque inglés lanzara dos bengalas «cerca» de su barco «no había ocurrido nunca, no se trata precisamente de un hecho amistoso», apuntan desde el IOE.

La tarea del «Ángeles Alvariño» se enmarca en la campaña RIGEL_1116, en la que participan investigadores de los centros oceanográficos del IEO de Cádiz, Málaga y Madrid, así como del Instituto Geológico y Minero de España (IGME), de la Universidad de Salamanca, el CSIC y la Universidad de Málaga.

Construido en los astilleros Armón Vigo, el buque entró en servicio en 2012. Tiene 46 metros de eslora y capacidad para 15 científicos y 12 tripulantes. Lleva el nombre de la geóloga gallega Ángeles Alvariño, la primera mujer científica embarcada en un buque oceanográfico británico, el «Sarsia».