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Las primarias del PSOE tendrán cuatro candidatos

Sánchez está dispuesto a dar el paso y la corriente Izquierda Socialista también presentará un aspirante para que compita por el liderazgo con Patxi López, Susana Díaz y el ex secretario general.

Susana Díaz y Patxi López
Susana Díaz y Patxi Lópezlarazon

Sánchez está dispuesto a dar el paso y la corriente Izquierda Socialista también presentará un aspirante para que compita por el liderazgo con Patxi López, Susana Díaz y el ex secretario general.

Va a por todas. El ex secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, está muy animado y totalmente decidido a presentarse a las primarias contra Patxi López y Susana Díaz. Es la conclusión unánime de los diputados y dirigentes regionales que han hablado con él estos días. «Ha superado el golpe y está lanzado», aseguran varios de ellos. En su opinión, el anuncio de Patxi López de aspirar al liderazgo socialista «le ha espoleado mucho» y se siente empujado por un gran apoyo de la militancia.

Frente a quienes le acusan de deslealtad, avivar tensiones y fracturar aún más al partido, Sánchez mantiene firme su decisión. «Estoy como una moto», le dijo a uno de los parlamentarios todavía leales en una reciente conversación. La batalla está en marcha porque, según ha sabido este periódico, además de López, Susana Díaz y el propio Sánchez, un sector del partido ultima otras candidaturas vinculadas a Izquierda Socialista bajo el impulso de su anterior líder, José Antonio Pérez Tapias. Este sector ha defendido el adelanto del Congreso –presentando incluso un calendario alternativo al de la gestora en el pasado Comité Federal– y está muy vinculado a las distintas plataformas que han surgido por los territorios con idéntica demanda, por lo que una candidatura impulsada por esta vertiente vendría a ahondar todavía más en la división del nicho de votantes alineados con el sanchismo y, por ende, contrarios a Susana Díaz.

Lo que no hará Pedro es anunciar por el momento su decisión. «Quiere palpar apoyos y medir sus tiempos», dicen en su entorno. El defenestrado secretario general hace lo contrario de Patxi López, el único que formalmente se ha adelantado, y sigue los pasos de la presidenta andaluza, que piensa retrasar su candidatura hasta la convocatoria oficial del Congreso Federal allá por abril.

Sánchez ha dado el primer dardo en la frente de Susana Díaz, ya que reaparecerá precisamente en Sevilla, el gran feudo de la lideresa, el 28 de enero, justo el mismo día en que la presidenta protagoniza un acto en la localidad gaditana de Alcalá de los Gazules, unas jornadas en las que también participará el ex secretario general Alfredo Pérez Rubalcaba un día antes. Frente a quienes ven en ello una clara provocación, los pedristas se toman la revancha: «Hace bien en tocar las narices a quienes le pusieron la zancadilla». Miembros de la gestora y muchos «barones» regionales critican la actitud de Sánchez y le acusan de hacer un enorme daño al partido. Las personas que hablan a menudo con el dimitido líder aseguran que remontó su ánimo después de Navidad. «Antes estaba alicaído y dolido porque su propia gente le ponía palos en la rueda». Pero a partir de enero, y sobre todo tras el anuncio de Patxi López, comenzó a crecerse y a plantar cara, algo que en el círculo del ex lendakari vasco rechazan por completo. «Eso es mentira, siempre ha querido volver y dividir al partido», advierten. La intención de Pedro Sánchez es polarizar la campaña de las primarias sobre su figura, arropada por los militantes indignados por su salida de Ferraz, la abstención en la investidura de Mariano Rajoy y Susana Díaz, respaldada por los poderes fácticos y la mayoría de los cargos institucionales del PSOE. «No lo digas todavía», le aconsejan los suyos, mientras realiza su gira de «carretera y manta» por España. Desde su página web agita a la militancia y la lucha entre «las bases y las élites», en palabras de Odón Elorza. Esto causa un profundo malestar en la gestora y los «barones» con peso, incluidos quienes le fueron fieles como la vasca Idoia Mendia o la balear Francina Armengol que ya se han girado abiertamente apoyando la candidatura del ex lendakari. En el entorno de Patxi opinan que «si Pedro tuviera dignidad entraría en razón, desistiría del intento y trabajaría por unir al partido».

Algo que, de momento, no piensa hacer ni por lo más remoto. Quienes hablan con él le ven fuerte y seguro. «Está encantado con la idea de presentarse y dar voz a las plataformas de militantes», afirman. A muchos de ellos les ha recibido en su casa madrileña de Pozuelo relajado, algo más delgado por varias horas de ejercicio en un gimnasio próximo a su domicilio, y les ha lanzado el mensaje de que López intenta ningunear el resultado final de la pugna con un «apaño» con Susana Díaz. Ello es calificado por los equipos de Patxi y Susana como un «auténtico veneno» y prueba de que Sánchez hará todo el daño que pueda. Para los pedristas sucede lo contrario, defienden que su líder escuche a la militancia y reniegan de quienes en su día le fueron leales como César Luena, Óscar López y el propio Patxi López.

La batalla promete ser encarnizada, ya que sectores de Izquierda Socialista promueven otras candidaturas. El profesor de la Universidad de Granada, José Antonio Pérez Tapias, es uno de los impulsores, aunque en esta ocasión no competirá directamente. Tapias ya rivalizó en el anterior Congreso con Eduardo Madina y Pedro Sánchez saliendo derrotado. Entonces, su entrada en la carrera por el liderazgo dividió el voto madinista. Tras el fatídico Comité Federal del mes de octubre aseguró que «el PSOE está roto», pero ahora aglutina a algunos miembros de IS en territorios hostiles tanto a Sánchez como a López y Susana. Sin embargo, si cumple su compromiso, puede que no se vuelva a ver a Pérez Tapias en un Comité Federal, ya que en el que aprobó el calendario hace una semana aseguró que no volvería a participar si quien lo modera, José Blanco como presidente, zanja el debate diciendo que «los estatutos los interpreto yo porque los hice yo».

Lo cierto es que el cónclave del 17 y 18 de junio será movido con un papel decisivo de los delegados, la mayoría de ellos controlados por la poderosa federación andaluza que representa el cuarenta por ciento del partido. Algunas fuentes no descartan finalmente un «pacto de integración» entre Patxi y Díaz para fijar la imagen unidad, cohesión y erradicar definitivamente el pedrismo que ven «letal» para un nuevo PSOE ganador. Pedro Sánchez hace oídos sordos, administra sus tiempos y lo tiene claro: «Yo sigo y vuelvo».