Crisis en el PSOE

Los críticos quieren que al líder del PSOE lo elijan también los simpatizantes

La estrategia que llevarán hoy al Comité Federal es que Sánchez pierda todas las votaciones para forzar su salida y designar una gestora.

Los críticos quieren que al líder del PSOE lo elijan también los simpatizantes
Los críticos quieren que al líder del PSOE lo elijan también los simpatizanteslarazon

La estrategia que llevarán hoy al Comité Federal es que Sánchez pierda todas las votaciones para forzar su salida y designar una gestora.

Dos autoridades, dos órdenes del día y un solo Comité Federal en el que dar cabida a sensibilidades tan dispares. La reunión del máximo órgano entre congresos se celebra hoy en Ferraz en medio de un clima de profunda confusión en el que la mitad del partido no reconoce la legitimidad de la otra mitad. Por un lado acudirá el bloque oficialista, con Pedro Sánchez a la cabeza, con la intención de debatir sobre el nuevo orden del día -fijado tras la dimisión de 17 miembros de la Ejecutiva- para aprobar el calendario de un congreso federal extraordinario que elija al nuevo secretario general y a su dirección. Los críticos, comandados por Andalucía, no reconocen esta convocatoria, porque nace de la Ejecutiva ya depuesta, y reivindican que se mantenga el fijado el pasado lunes, cuando el líder socialista todavía seguía en el ejercicio de sus funciones. Este sector considera que entrar a debatir el orden del día propuesto por la dirección saliente supondría dar por hecho que no ha sido fulminada, lo que va en contra de su estrategia.

Aunque la práctica totalidad de los dimisionarios -salvo casos como los de los presidentes autonómicos Emiliano García-Page y Ximo Puig- no podrán participar en el debate, su intención es desplazarse a la sede federal para seguir el curso de lo que acontezca en el plenario. Desde este sector se defenderá al inicio de la sesión la interinidad de la dirección de Pedro Sánchez y abordar un nuevo rumbo a través de una gestora que pilote el partido hasta la celebración del citado congreso extraordinario, que en ningún caso se celebrará hasta que haya Gobierno.

Dictamen del Comité

Para ello, se apoyarán en el informe elaborado por tres de los miembros de la Comisión de Garantías que consideran que la Ejecutiva «ha quedado disuelta» y que siguiendo la «práctica habitual» del partido, esta situación de vacío de poder «comporta la designación de una Comisión Gestora». Si como todo parece indicar desde Ferraz se impide dar curso a las demandas de los críticos, este sector está decidido a dar la batalla votando. «El único veredicto incontestable serán los votos», comenta un dirigente. Sin embargo, la comparecencia de Sánchez igualando la implantación de una gestora con la abstención podría pervertir el debate. En este sentido y en virtud de la «mayoría suficiente» (entre 180 y 190 votos) que dicen poseer, piensan tumbar cada una de las propuestas que haga la dirección de Sánchez a fin de demostrar que la correlación de fuerzas no le es favorable. «Y en ese escenario debería dimitir», apuntan fuentes del sector crítico que esperan que con dicha constatación sea suficiente.

Sin embargo, y como ya ha adelantado este diario, si el líder socialista se negase a asumir su debilidad orgánica, los críticos todavía podrían ejercitar la opción de la moción de censura, que tendría que ser solicitada por un 20% de los miembros del Comité Federal y refrendada por una mayoría absoluta de los mismos. El objetivo último es que de este cónclave el partido salga en manos de una gestora, al frente de la cual quieren ubicar al presidente asturiano Javier Fernán-dez, para que marque los tiempos hacia el futuro congreso extraordinario que se debe celebrar, según establecen los estatutos, para articular los nuevos centros de poder del partido.

En la elección de estos centros de poder juegan un papel muy importante dos elementos: quien controle el aparato y quien controle a la militancia. La renuncia de Sánchez a abandonar obedece a que quiere ser él quien pilote el proceso de convocatoria y celebración del congreso desde dentro, pero, aunque fuera cesado, su influencia sobre la militancia sigue siendo muy notable.

Por ello, los críticos pretenden neutralizar su poder sobre las bases introduciendo un nuevo componente que amplíe el censo de la consulta: los simpatizantes. A través de un sistema de «primarias abiertas» este sector quiere que la elección del nuevo secretario general y su Ejecutiva no recaiga sólo en los militantes sino también en aquellos socialistas que no tienen carné, pero que comparten el ideario socialista. Para participar sólo deben estar inscritos antes de que se cierre el censo de la consulta, previo pago de dos euros y una declaración firmada aceptando los valores del partido. Esta fórmula es la que se utilizó para elegir al candidato a La Moncloa y también se barajó implantar en la consulta sobre los pactos de Gobierno con Ciudadanos, aunque finalmente fue rechazada. Que los simpatizantes y no sólo las bases participen en la elección de los órganos de poder del PSOE está orientado a desactivar la ventaja de Sánchez y va en la línea del discurso pronunciado el jueves por la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, que declaró que el partido «no sólo se debe a sus militantes sino también a sus votantes».

En este clima de máxima tensión y confusión se celebrará hoy un Comité Federal decisivo para el partido socialista, pues en su seno deberá optarse por uno de los caminos hacia el congreso extraordinario: el de la gestora hasta que haya Gobierno o el inmediato que supondría votar el día 23 de octubre y ratificar los equipos en noviembre con tiempo todavía para intentar una investidura y un ejecutivo alternativos a los de Mariano Rajoy.