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La célula planeaba «una acción de gran envergadura» con bombonas y metralla

El juez envía a prisión a dos de los detenidos, deja libre a uno y prorroga la detención del cuarto a la espera de más datos

Mohamed Houli Chemlal, Salah El Karib, Dris Oukabir y Mohamed Aallaa
Mohamed Houli Chemlal, Salah El Karib, Dris Oukabir y Mohamed Aallaalarazon

El juez envía a prisión a dos de los detenidos, deja libre a uno y prorroga la detención del cuarto a la espera de más datos.

Prisión incondicional para dos de los cuatro detenidos en relación a los atentados de la pasada semana y libertad provisional para uno de ellos. El tercero pasará 72 horas más en dependencias policiales hasta que se aclare su implicación. Es la decisión del juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu después de tomar declaración a los terroristas que, entre otros datos, confirmaron que su intención era la de cometer un atentado mucho mayor con explosivos contra monumentos de la Ciudad Condal, como podría ser la Sagrada Familia. Pero, además, Mohamed Houli Chemlal, Driss Oukabir, Mohamed Aalla y Salh el Karib responsabilizaron de los ataques al imán de la localidad Ripoll (Gerona), Abdelbaki Es Satty, fallecido en la explosión de la casa de Alcanar. A uno de ellos, según fuentes jurídicas, le había comentado que quería inmolarse con explosivos.

A última hora de ayer, el juez dictó un auto de 14 páginas en el que decreta prisión provisional, comunicada e incondicional para Oukabir y Chemlal, y libertad provisional para Aalla, mientras que optó por prorrogar la detención de El Karib a la espera de nuevas diligencias. De esta forma, Andreu acepta en parte la solicitud de la fiscal, quien solicitó que todos ingresaran en prisión.

En su auto, el titular del juzgado de instrucción nº 4 repasa brevemente lo ocurrido en relación a los atentados y explica que la furgoneta de Las Ramblas la conducía Younes Abouyaaqoub (abatido el lunes). El vehículo lo habría alquilado Driss Oukabir (el primero de los detenidos), mientras que Mohamed Hichamy (muerto en Cambrils) alquiló otra.

Además, el juez revela que en la casa de Alcanar que explotó se encontró «gran cantidad de bombonas de butano, productos como acetona, agua oxigenada, bicarbonato, gran cantidad de clavos para ser utilizados como metralla y pulsadores para iniciar la explosión», apuntando que queda «patente que se estaban confeccionando artefactos explosivos» para cometer «una acción terrorista de gran envergadura». Y es que, destaca que la «nube en forma de hongo» tras la explosión fue visible a kilómetros de distancia. Entre los restos de la vivienda se encontró una hoja en árabe de los «soldados del Estado Islámico en la tierra del Ándalus para los cruzados, los odiosos, los pecadores, los injustos, los corruptores» y billetes de avión a Bruselas a nombre de Es Satty, el imán.

Todos estos hallazgos y lo encontrado en los registros son para el juez indicios suficientes de que ese estaba preparando un atentado de grandes magnitudes que se truncó con la explosión, precipitándose «los hechos posteriores», es decir, «el atropello múltiple y el ataque de Cambrils». De hecho, se encontraron tickets de compra que demuestran que a las 21:26 horas del día del atentado adquirieron «cuatro cuchillos y un hacha en un comercio de Cambrils».

El primero en pasar ante el juez fue Houli Chemlal, quien resultó herido en la explosión de la casa de Alcanar (Tarragona) y considerado como una de las piezas clave de estos interrogatorios. Ante el magistrado se reafirmó en su declaración inicial ante los Mossos d’Esquadra y confirmó que la intención de la célula era la de cometer un atentado mucho mayor contra monumentos y lugares emblemáticos de Barcelona, como podría ser la Sagrada Familia. Sin embargo, este último punto no pudo ser confirmado ya que, mientras unas fuentes aseguraban que sólo se refirió a «grandes monumentos», otras señalan que durante la declaración sí que se pronunció el nombre del templo barcelonés.

En su declaración, apuntó que sabía desde hacía dos meses que se preparaba un ataque con explosivos, aunque dijo desconocer el «plan B» de la célula de atropellar a los viandantes en Las Ramblas y en Cambrils. Además, habría confesado que aconsejó al resto de terroristas que el atentado que planeaban debían perpetrarlo de noche para evitar un mayor número de víctimas mortales, informa Ep. El juez ve indicios de los delitos de integración en organización terrorista, de asesinatos y lesiones de carácter terrorista, de depósito de explosivos y de estragos, por lo que decretó su ingreso en prisión.

Tras él declaró Driss Oukabir. Ante el magistrado reconoció que fue él el que alquiló la furgoneta utilizada en la matanza, pero dijo que creía que era para una mudanza y que fue él el encargado ya que pensaba que para ello era necesario ser mayor de 26 años y su hermano tenía 25. En el momento de su arresto, Oukabir había asegurado a los agentes de los Mossos que su hermano Moussa (abatido en Cambrils) le había robado la documentación para el alquiler de los vehículos, pero ayer aseguró que mintió por miedo. Oukabir también culpó al imán pero dijo que él no formaba parte de la célula terrorista. El juez le impone la misma pena que al anterior.

Mohamed Aallaa fue el tercero en pasar ante el juez. Él era el dueño del Audi A3 que participó en el atentado de Cambrils y hermano de Said, otro de los abatidos en esta localidad. Según dijo, el vehículo era en realidad propiedad de su hermano, pero que estaba a su nombre por cuestiones del seguro. Él también se desvinculó de la organización terrorista y señaló, al igual que el resto, a Abdelbaki Es Satty como responsable. El juez cree que no hay indicios «lo suficientemente sólidos» como para encarcelarle y le dejó en libertad provisional con la obligación de personarse los lunes en el juzgado.

El último de los detenidos al que el juez tomó declaración fue Salh el Karib, encargado de un locutorio de Ripoll. También aseguró no pertenecer a la célula y confesó que su única relación con el grupo era su función como intermediario en la compra de billetes a Marruecos para Driss Oukabir y para el imán fallecido, a cambio de una comisión de dinero, algo que también hacía para otros ciudadanos.

En su caso, el juez optó por mantenerle como detenido en dependencias policiales otras 72 horas a la espera de nuevas diligencias.