PSOE

Los sanchistas dan una tregua a los barones críticos hasta julio

García-Page suspende sus actos y Vara se recoloca ante el nuevo líder Puig da por hecho que Ábalos dará la batalla en Valencia y Lastra podría sustituir a Fernández en Asturias

El valenciano Ximo Puig ya ha verbalizado el cierre de filas en el PSOE
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García-Page suspende sus actos y Vara se recoloca ante el nuevo líder Puig da por hecho que Ábalos dará la batalla en Valencia y Lastra podría sustituir a Fernández en Asturias

El entorno de Pedro Sánchez ha dedicado las últimas horas a transmitir mensajes de tranquilidad a los cargos del partido. Como reconocen afines y críticos, el secretario general se ha legitimado, sus pronósticos se cumplieron, y está en su mano afianzarse. Sin embargo, un presidente autonómico muy lejano a Sánchez avisaba en conversación privada de que «el PSOE está literalmente partido por la mitad». De ahí, seguramente, que ya en su primera comparecencia en Ferraz el líder renacido abandonase el discurso de «outsider» así como el relato contra las élites del PSOE que atropellaban a las bases. Él sabe que su contundente victoria ha generado «desconcierto» interno. Y, también, por supuesto, ha desatado los nervios entre los barones que han apoyado con entusiasmo a Susana Díaz y que a estas horas desconfían de que el jefe de filas «electo» incorpore a la mitad de la formación que tuvo enfrente.

Porque la derrota de Díaz ha sido también, al fin y al cabo, la de seis presidentes autonómicos, dos ex presidentes del Gobierno y un 70% de los cuadros, que veían en la vuelta del sanchismo el fin del PSOE. Sánchez se impuso en bastiones como Extremadura, Aragón o Castilla-La Mancha y arrasó en la Comunidad Valenciana o Asturias, todas ellas con líderes volcados con la andaluza. Y si durante la campaña no jugó a debilitar a esos barones, no es descartable que puntas de lanza suyas, como el valenciano José Luis Ábalos o la asturiana Adriana Lastra, puedan irrumpir en los congresos regionales. Sin duda. De hecho, las organizaciones territoriales se mantienen a la expectativa. Eso sí: como se avisa desde el círculo del nuevo secretario general, «Pedro va a tratar de cuadrar el círculo consciente de que la organización difícilmente aguantará media convulsión más».

Aparentemente, la estrategia de Susana Díaz va a ser la de replegarse a sus cuarteles de invierno en San Telmo para rumiar, sin prisa, su estrategia, aunque sin descuidar las vías de agua provocadas por los sanchistas, con Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y el alcalde de Dos Hermanas, Francisco Toscano, a la cabeza. Al silencio se han aplicado dos de los más irreductibles críticos de Sánchez, Javier Lambán y Emiliano García-Page. El primero, que durante la campaña de las primarias apoyó firmemente a Díaz, se manifestó en Twitter para felicitar a Sánchez por su victoria. Lambán hizo un llamamiento a recuperar la concordia y la unidad. Quien no usó las redes sociales para transmitir su enhorabuena fue García-Page. «La cabeza del presidente está en la gestión de la región», subrayaron círculos cercanos al castellano-manchego al tiempo que despejaban de actos su agenda de este lunes. Mientras, la prudencia ha sido, es y será la actitud de Javier Fernández, presidente de la gestora, aunque nunca ha ocultado su falta de sintonía con Sánchez. El asturiano, en cualquier caso persona cabal y sensata, está de salida. Este lunes se refugió tras los muros de Ferraz. En sus manos aún está organizar el Congreso Federal, en coordinación con el secretario general electo.

El valenciano Ximo Puig no felicitó a Pedro Sánchez a través de Twitter hasta la medianoche, tras enviarle un mensaje telefónico, donde apuntó: «Ahora, a continuar trabajando por los valencianos».

Sánchez mira la mejor manera de «tender puentes» a Guillermo Fernández Vara, que ya se ha comprometido a ayudarle. El extremeño tuvo su preferencia por Díaz, pero nadie le acusará de una entrega ciega a las conveniencias de la andaluza. El secretario general del PSOE de Extremadura dijo que dará toda su ayuda a Pedro Sánchez para ganar al PP y que él se presentará a la reelección en el congreso regional de septiembre. Además, respondió a las palabras de la coordinadora de la campaña de Sánchez, Adriana Lastra, de que líderes territoriales como él deberían «pedir disculpas» a los militantes por dejar de representarles y aseveró que siempre ha representado a las bases y que no es el momento de «pedir perdón». Vara habló de «generosidad» para «saber ganar» y «humildad» para «saber perder» ante unos términos que volvieron a despertar los temores de «purga». Sánchez, por su parte, «va a esforzarse para unir al partido, pero con la exigencia por delante de recibir lealtad para su nuevo modelo».

Algunos de los referentes del partido que han apoyado con entusiasmo a Susana Díaz también han mostrado un tono conciliador. Así, el ex presidente José Luis Rodríguez Zapatero, uno de sus mayores admiradores, dijo en la Sexta que «hay que saber ganar y saber perder», reconoció que el triunfo de Sánchez ha sido «claro» y que «la expresión de los militantes es inequívoca». El ex ministro José Bono instó a los socialistas a «cerrar filas» con Sánchez y a «apoyarle para que la victoria en el seno del partido se traslade al ámbito de la nación».

El ex ministro Corcuera se da de baja del PSOE

El ex ministro del Interior José Luis Corcuera se ha dado de baja como militante del PSOE, partido del que era afiliado desde hace más de 40 años, tras la victoria de Pedro Sánchez en las primarias a la Secretaría General. Corcuera confirmó ayer su decisión y mostró sus discrepancias con el rumbo que el nuevo líder del PSOE quiere imponer en el partido. «El mejor partido socialista es el de donde vengo, algunos son los que tienen que hacer ese camino pero al revés», se limitó a comentar, informa Ep. Según Corcuera, que fue ministro del Interior con Felipe González desde 1988 a 1993, cursó su baja como militante este lunes en la agrupación socialista de Portugalete, en Vizcaya, a la que también pertenece el ex lendakari Patxi López, que concurrió también a estas primarias.