Terrorismo yihadista

Margallo pide a la ONU una corte internacional contra el yihadismo

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo
El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallolarazon

Los ataques yihadistas de los últimos meses desde la implantación de Daesh en Siria e Iraq ha hecho reaccionar a las instituciones para tomar medidas que aplaquen este avance. Tras aplicar reformas a nivel nacional como el pacto contra el yihadismo cerrado entre los dos principales partidos a principios de febrero, ahora España traslada sus propuestas a organismos supranacionales, dado el cariz internacional de este tipo de terrorismo. En el día de ayer, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, propuso ante Naciones Unidas la creación de un organismo jurisdiccional internacional que tendría un estátus similar al de la Corte Penal Internacional pero, en este caso, especializado en juzgar crímenes cometidos por el extremismo violento y, concretamente, aquellos que provengan del ámbito del terrorismo yihadista.

«El objetivo de ese mecanismo sería hacer justicia y luchar contra la impunidad que es irrenunciable», afirmó el ministro en la sesión del Consejo, a la que asistieron, entre otros, su homólogo francés, Laurent Fabius, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.

Asimismo, el ministro propuso la creación de una figura que ejerza de representante especial en la ONU, y que tenga un mandato expreso para luchar contra el extremismo violento. Este desarrollaría su trabajo en estrecha colaboración con el Alto Representante de la ONU para la Alianza de las Civilizaciones. «El yihadismo ha manipulado y retorcido el mensaje del Islam, lo ha secuestrado para crear una ideología violenta, cruel, totalitaria, opresiva y expansiva», afirmó García-Margallo.

El ministro hizo estas propuestas en una en una sesión del Consejo de Seguridad convocada para analizar los ataques en Oriente Medio motivados por razones étnicas o religiosas. La de ayer fue la primera intervención del ministro en este órgano desde que España entró como miembro no permanente con un mandato de dos años que terminará a finales de 2016.

En su discurso, García-Margallo tuvo palabras para el yihadismo y comentó que no se debe juzgar a toda la sociedad islámica por un comportamiento que, en la práctica, es minoritario. El ministro aseguró que Oriente Medio «es algo más que un espacio geoestratégico de primer orden», y recordó su aporte a la historia, a la cultura y a los diversos cultos. «El terrorismo yihadista amenaza con aniquilar esa diversidad que es consustancial a la región», insistió.

También recordó propuestas anteriores suyas, como la que supondría crear una plataforma de líderes religiosos para la paz en zonas de conflictos armados y de un equipo de mediadores expertos en cuestiones interreligiosas e interculturales. «Ha llegado el momento de abrir una nueva etapa en la lucha contra el terror y el extremismo violento», concluyó.