Delito fiscal

Matas no admite la malversación y frustra el pacto con la Fiscalía

El juicio del «caso Nóos» se reanuda hoy, pendiente de los acuerdos de última hora

Los medios de comunicación en las puertas de los juzgados de Palma de Mallorca, ayer, antes de la reanudación del juicio del «caso Nòos»
Los medios de comunicación en las puertas de los juzgados de Palma de Mallorca, ayer, antes de la reanudación del juicio del «caso Nòos»larazon

El juicio del «caso Nóos» se reanuda hoy, pendiente de los acuerdos de última hora

La Fiscalía Anticorrupción y la defensa del ex presidente balear Jaume Matas no han alcanzado finalmente un acuerdo de conformidad en el «caso Nóos», cuyo juicio se reanuda hoy tras la decisión del tribunal de mantener en el banquillo a la Infanta Cristina. La negativa del ex ministro a admitir la comisión de un delito de malversación (que por sí solo le podría suponer una condena de hasta ocho años de cárcel) ha impedido el pacto, pues según fuentes jurídicas Matas sólo está dispuesto –y así lo hará constar durante su declaración– a admitir que incurrió en prevaricación y en un delito de fraude a la Administración, aseguraron fuentes jurídicas. El fiscal Pedro Horrach, por tanto, sólo rebajará su petición de once años de cárcel en aplicación de la atenuante de reparación del daño causado (pues el ex presidente balear puso a disposición de la Justicia la mitad de su palacete en Palma, valorado en 1,2 millones de euros, según esas mismas fuentes). Anticorrupción sí ha cerrado pactos con los otros cuatro procesados de la «trama balear»: el ex director general de Deportes José Luis «Pepote» Ballester (para quien ahora pide dos años de prisión); Gonzalo Bernal, ex gerente de la Fundación Illesport; Miguel Ángel Bonet, ex responsable del departamento jurídico del Instituto Balear de Turismo (Ibatur) y Juan Carlos Alía, antiguo director gerente de este organismo, quienes junto a Matas protagonizarán las primeras jornadas de declaraciones del juicio.

La vista oral continuará con los mismos 18 acusados, aunque por poco tiempo. La decisión de Manos Limpias de retirar la acusación contra Miguel Tejeiro, ex secretario del Instituto Nóos, acarreará el archivo del procedimiento respecto al cuñado de Diego Torres, ex socio de Iñaki Urdangarín, dado que la Fiscalía y el resto de acusaciones no le imputan conducta delictiva alguna. Una muesca más en la acreditada capacidad para cerrar acuerdos de su abogado, Cristóbal Martell, que además despeja el camino para acudir mañana a la Audiencia Nacional como letrado del matrimonio Pujol Ferrusola. Tejeiro sí declarará en el juicio, aunque lo hará como testigo a petición del colectivo de funcionarios.

Quien no se libra del banquillo, aunque sí abordará el resto de la vista oral con más tranquilidad, será su hermano Marco Antonio Tejeiro, ex contable del Instituto Nóos. Su confesión por escrito en julio de 2014 le valió una rebaja a dos años de cárcel en la petición de condena del fiscal Pedro Horrach, al apreciarle la atenuante cualificada de confesión. Ahora, su colaboración con la Justicia al admitir las supuestas irregularidades en las contrataciones del Instituto Nóos con las administraciones balear y valenciana (para la organización de varios congresos sobre turismo y deporte que reportaron 6,2 millones a la asociación sin ánimo de lucro de Urdagarín y Torres) también ha convencido a Manos Limpias, que ya ha comunicado al tribunal que su petición de condena, antes de once años de prisión, se queda reducida a uno.

Aunque un acuerdo de conformidad es inoperante para esquivar el banquillo si no lo secundan todas las acusaciones que imputan delitos contra un determinado procesado, la Fiscalía Anticorrupción lleva tiempo trabajando para cerrar acuerdos con varios acusados a cambio de que reconozcan los hechos que se les imputan y que, en su caso, devuelvan el dinero supuestamente malversado. Ninguno se librará del banquillo salvo sorpresas de última hora, pero al menos afrontarán el juicio con una petición definitiva de pena más benévola por parte de Anticorrupción cuando, al concluir la vista allá por finales de junio, Horrach tenga que elevar a definitivas sus conclusiones provisionales.

El grueso de acusados de la “trama balear”, a exceción de Matas, serán los principales beneficiarios de esos acuerdos con la Fiscalía, que a buen seguro comprometerán la situación procesal de Urdangarín y Torres, para quien el fiscal reclama condenas de 19 años y medio y 16 y medio, respectivamente. Ambos saben ya a través de sus abogados cuál es la mínima solicitud de condena que está dispuesto a acordar Horrach: seis años de prisión y la devolución de esos 6,2 millones de euros, una propuesta que ninguno de los dos está dispuesto a asumir.