Podemos

Mayoral, el agitador que inventó la «trama» de Podemos

Reportaje / La nueva estrategia de Iglesias. La «purga blanda» de los errejonistas propicia en Podemos un nuevo estilo con el que Iglesias quiere primar la movilización en la calle al «laboratorio de márketing» que achacan al ex número dos

Pablo Iglesias con Rafael Mayoral, en la clausura en enero de la asamblea de una de las plataformas de Podemos
Pablo Iglesias con Rafael Mayoral, en la clausura en enero de la asamblea de una de las plataformas de Podemoslarazon

La «purga blanda» de los errejonistas propicia en Podemos un nuevo estilo con el que Iglesias quiere primar la movilización en la calle al «laboratorio de márketing» que achacan al ex número dos

Una de las principales consecuencias de la salida de Errejón y sus afines de todos los puestos con poder real en Podemos ha sido que el aparato de comunicación del partido ha quedado desmantelado: la práctica totalidad de los resortes de la maquinaria propagandista del partido morado estaban en manos de miembros de la corriente de Errejón y este era el cerebro de la «unidad de mensaje». Esta situación, explican fuentes del sector errejonista, era la consecuencia lógica de tratarse de un partido cuyos primeros dos años de existencia coincidieron con un ciclo electoral completo desde las europeas de mayo de 2014 a las generales de junio de 2016, un periodo en el que Errejón se empleó a fondo como director de todas las campañas de Podemos. De hecho, en la práctica, sólo el propio secretario general, Pablo Iglesias, se sustraía al control del ex secretario político a la hora de emitir en su propia longitud de onda.

Errejón trabajaba codo con codo con tres personas clave en todo lo relacionado con la actividad en Internet y el discurso del partido: Eduardo Fernández Rubiño, Guillermo Paños y Jorge Moruno. Ellos eran el «triunvirato» responsable, bajo la dirección del propio Errejón, de traducir la línea política de Podemos en mensajes en Redes Sociales, cubrir a los principales portavoces y lanzar campañas específicas. Los tres han sufrido la misma «purga blanda» que el ex secretario político y han sido sustituidos en sus funciones por personas de la confianza de Iglesias de manera análoga a lo sucedido entre Errejón y Montero en la portavocía del Congreso de los diputados, es decir, conservando sus cargos internos e institucionales pero apartados de toda influencia real en la marcha del partido. Fernández Rubiño conserva su puesto en la Asamblea de Madrid, donde es el diputado más joven, y Moruno es uno de los 23 miembros del Consejo Ciudadano Estatal de Podemos pertenecientes a «Recuperar la ilusión», la candidatura errejonistas. El granadino Guillermo Paños, community manager de Podemos, anunció en su cuenta de Twitter que dejaba la actividad en Podemos para «colaborar con el proyecto desde otros ámbitos».

Este cambio en el organigrama con el que el secretario general ha echado el cierre al «laboratorio ideológico» de Errejón ha provocado al mismo tiempo que el partido adopte un cambio de paradigma en su estrategia de comunicación y en su acción política. En cuanto a la primera se ha adoptado como concepto central la llamada «trama corrupta», una idea fuerza que ha sido entronizada por Iglesias y Montero contra la opinión explícita de Íñigo Errejón, que no se ha sumado a la campaña como tampoco lo han hecho Rita Maestre, Clara Serra ni el resto de figuras mediáticas del errejonismo. La serie de, hasta el momento, cinco vídeos con las que Podemos ha dado recorrido al concepto de «trama» son los primeros producidos por las personas que han relevado al equipo de Errejón en la creación de campañas específicas, que han pasado de diseñar los materiales campaña de Iglesias en la carrera a Vistalegre II a encargarse de toda la producción de la formación morada.

En cuando a la acción política, y nuevamente contra el criterio de Errejón, el énfasis se traslada a la agitación social y a la movilización de las bases siguiendo la «táctica de manual» de generar una clima de crisis continua y aprovechar cualquier suceso para «politizar el dolor» y erosionar a Rajoy y su Gobierno, algo que ya sucedió con la muerte de una mujer mayor en Reus víctima de la «pobreza energética» según la retórica morada y la fuga de varios internos del CIE de Aluche (Madrid). En este contexto deben entenderse las movilizaciones organizadas ayer a través de la plataforma «Vamos!» liderada por el secretario de Relaciones con la Sociedad Civil y Movimientos Sociales, Rafael Mayoral, que ha heredado buena parte del peso específico que ha quedado sin dueño después de que Errejón haya sido relegado a un segundo plano. Una vez más, ni éste ni su equipo de «Recuperar la Ilusión» hicieron acto de presencia en las mismas escenificando la convivencia de dos partidos políticas distintos bajo el paraguas de la marca «Podemos».