Monedero cuestiona las primarias de Podemos y se ofrece como vicepresidente

«La democracia interna se desvanece en Podemos». Éste es el sentir de una parte de los inscritos de la formación de Pablo Iglesias, levantados contra las «primarias a medida» que ha diseñado su secretario general a través de un reglamento que consideran «injusto e ineficaz» y que compromete seriamente las garantías del proceso. Este sentimiento al que no se circunscriben únicamente simpatizantes –sino también barones territoriales de peso como los de Madrid, Andalucía, Aragón o Asturias– clama contra la «inquietante voluntad de Iglesias de controlar férreamente el proceso» del que resultarán las listas para las elecciones generales. A estas voces críticas se ha unido también la de Juan Carlos Monedero. El fundador de Podemos puso ayer en cuestión la eficacia del proceso y su capacidad para aunar sensibilidades dentro de la formación. El que fuera mano derecha de Iglesias considera un «error» el calendario de plazos impuesto, que por su brevedad limita la posibilidad de diálogo en el seno del partido.

A pesar de no comulgar con las últimas decisiones de Podemos, Monedero se muestra a disposición del partido, porque se siente responsable de su devenir hasta noviembre. «Si Pablo Iglesias es presidente del Gobierno y me quiere llamar para que le eche una mano en alguna vicepresidencia, pues habrá que pensárselo», señaló en declaraciones a Efe.

En el seno del partido, sin embargo, prima un ambiente bélico. «Esta guerra la estamos perdiendo», comenta un crítico y, cierto o no, la realidad es que la contienda ya se ha cobrado la primera víctima. La secretaria general de Podemos Córdoba, Juana Guerrero, presentó el pasado miércoles su dimisión debido a su distanciamiento con la línea de actuación del actual Consejo Ciudadano Municipal, «que no coincide con mi posicionamiento político e ideológico y que ha generado un ambiente complicado para seguir trabajando y dirigiendo un proyecto común, por lo que considero un gesto de responsabilidad y coherencia abandonar mi cargo».

El cisma en el seno de Podemos, que se inició en Vistalegre, se agrava ahora ante la implantación de un sistema de elección de candidatos que destierra las posibilidades de las candidaturas no oficialistas y que garantiza que Iglesias y su equipo mantengan las riendas de un partido cuyo principio fundacional fue posibilitar el empoderamiento ciudadano frente a las élites políticas. Muestra de ello es, por ejemplo, que la Comisión Electoral, el órgano encargado de velar por que el proceso electoral se lleve a cabo con todas las garantías y de acuerdo al reglamento, será elegido por el Consejo Ciudadano, a propuesta de Pablo Iglesias, por lo que el secretario general será juez y parte en la fiscalización de las primarias.

Pero poco importará quién controle el sistema de votaciones si se aplica el modelo que propone la actual dirección. En él, sólo tendrán visibilidad las figuras más mediáticas de la cúpula y, al existir una circunscripción única, la relación entre los votantes de una provincia y sus representantes se diluye hasta tal punto que sólo los candidatos de la cuerda de Iglesias tocarán poder. Lo que prometía ser un proceso democrático ha quedado relegado a una votación interna tutelada por la cúpula y al margen de las bases.

Por ello, el Consejo Ciudadano de Córdoba solicitó poder «elegir» a sus representantes y apeló a la «coherencia política» del partido para no concurrir a unas elecciones a través de «métodos restrictivos de la participación», sino de «programas sólidos y participativos» que unifiquen y que permitan articular «un proceso de cambio político y social».

No obstante, la de Guerrero no es la primera dimisión que se produce por divergencias con la dirección. El que fuera secretario general de Santander, Juanma Brun, abandonó su puesto y la formación por los mismos motivos. Tampoco las primarias de Podemos están libres de sospecha. Sonado fue el caso de La Rioja, donde el partido de Iglesias tuvo que anular sus listas por fraude en las votaciones electrónicas que se realizaron para elegir a su candidato al 24-M.

Las claves de la polémica

Circunscripción

La circunscripción única diluye el vínculo entre los votantes de una provincia y quien está llamado a representarlos.

«Listas plancha»

Las «listas plancha», encabezadas por figuras mediáticas de la cúpula, dejan sin opciones a candidatos menos conocidos a nivel nacional, aunque tengan apoyos a nivel provincial.

Sin garantías

La Comisión Electoral, encargada de controlar las primarias, será elegida por el Consejo Ciudadano, a propuesta del secretario general, Pablo Iglesias.