Agencias de calificación

Moody’s: Hacienda podría cerrar la liquidez a Cataluña

La Comunidad supone el 19 % del PIB y cuenta con el 16 % de la población con una riqueza per capita por encima de la media

Artur Mas junto a Marta Pasca y David Bonvehi, con el dirigente Andoni Ortuzar, del PNV
Artur Mas junto a Marta Pasca y David Bonvehi, con el dirigente Andoni Ortuzar, del PNVlarazon

La Comunidad supone el 19 % del PIB y cuenta con el 16 % de la población con una riqueza per capita por encima de la media.

La agencia de calificación crediticia Moody’s considera que, pase lo que pase el 1 de octubre, Cataluña seguirá siendo parte de España. No obstante, avisa de que si la Generalitat sigue tensando la cuerda con el Gobierno de España, Hacienda podría cerrar el grifo y suspender la ayuda financiera que presta a la región a través del Fondo de Liquidez Autonómica, el famoso FLA. En este sentido, recuerda que alrededor del 70% de la deuda catalana está en manos del Estado, ante la imposibilidad de la comunidad de financiarse con normalidad en los mercados, ya que su deuda es considerada como «bono basura» por las agencias de «rating». No en vano, desde 2012 Cataluña ha recibido 68.500 millones de euros del Gobierno central a través del mecanismo de liquidez extraordinaria para atender el pago de los servicios básicos. Además, alerta de que si prosigue la escalada de tensión política, el «rating» de Cataluña podría empeorar, hundiéndose aún más en el grado de inversión «altamente especulativo».

En un informe publicado ayer, Moody’s señala que una eventual independencia de Cataluña tendría un impacto crediticio negativo en el conjunto de España, dado el peso de la comunidad en la economía del país. En concreto, supone un 19% del Producto Interior Bruto (PIB) y un 16% de la población española. Por ello, cree que la secesión «debilitaría la fuerza de la economía de España». No obstante, la agencia de «rating» descarta la posibilidad de la independencia y asegura que «Cataluña seguirá formando parte de España», pues «hay muchas barreras». Entre los obstáculos para la independencia, Moody’s apunta a la «firme» oposición del Gobierno al referéndum, la batería de «herramientas legales y constitucionales a disposición del Gobierno para enfrentarse al desafío» y el hecho de que «las encuestas muestran que el apoyo popular a la secesión de Cataluña está por debajo de la mayoría».

Además, la agencia estadounidense con sede en Nueva York afirma que «incluso si el refréndum saliese adelante y obtuviese apoyo a la independencia, la falta de una base legal y la ausencia de un participación mínima exigida socavaría su legitimidad». En cualquier caso, cree que la relación entre el Gobierno central y el autonómico se mantendrá muy tensionada, complicando los esfuerzos para alcanzar un compromiso que satisfaga los deseos de más autonomía de muchos catalanes. Para Moody’s, una posible solución pasa por «satisfacer parte de las principales demandas de Cataluña, particularmente las relacionadas con mayores recursos fiscales y la reforma del sistema de financiación regional». Eso sí, «respetando las restricciones legales de la Constitución española».

En su opinión, España es ya uno de los países más descentralizados de la Unión Europea en términos de gasto público controlado por las regiones, si bien los poderes de recaudación fiscal están más centralizados. De hecho, la agencia señala que el control sobre las cuentas de las comunidades autónomas ha sido una «notable debilidad» de la economía española en la lucha para reducir el déficit público durante los últimos años. Ello incluso a pesar de las reformas implementadas en 2012 para dar mayores poderes al Estado para obligar a las regiones a seguir una senda de consolidación fiscal.