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«Ni he pedido un proyecto ni he recibido un euro de mi mujer»

El marido de la directora de la DGT niega haber obtenido contratos «a dedo»

Francisco López Valdés asegura que todo es una «persecución»
Francisco López Valdés asegura que todo es una «persecución»larazon

Habla de «caza de brujas», de «persecución» y de documentos «sesgados». Francisco José López Valdés, marido de la directora general de la DGT, María Seguí, llega a LA RAZÓN cargado de documentación con la que busca mostrar su inocencia sobre las acusaciones de haberse beneficiado de contratos «a dedo» para tres proyectos por parte de su esposa. Las claves, apunta, se encontrarían en las fechas y en una persona, Juan José Alba, jefe de su equipo de investigación en la Universidad de Zaragoza, que es «quien solicita los proyectos, quien firma los contratos y el único que tiene la capacidad de gestionar el dinero». «Yo sólo he recibido mi nómina mensual. Nunca me he beneficiado de los proyectos», reitera en más de una ocasión. Entre otros motivos, «porque no puedo» por una beca de la UE «que exige exclusividad». «Sólo colaboré porque formaba parte de su equipo». «Si hubiera habido corrupción sería porque María, como mi mujer, me hubiese asignado a mí, su marido, proyectos». Pero «ni pido un proyecto ni María me los concede».

Cree que «el detonante» de los ataques contra él y su esposa es una tesis que Alba dirige a «un colega suyo» e invita a Valdés y Seguí a formar parte del tribunal. Una tesis en la que se cuestionaba los procedimientos de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil. Ni él ni Seguí la apoyan y otros miembros del tribunal lo abandonan, por lo que hasta julio de 2014, con otros jueces, «pasa». Esto implica que, aunque haya salido adelante, la tesis defendida por Alba «no cuenta con la bendición de la directora general de la DGT criticando la actuación de la Agrupación de Tráfico y que su papel como perito experto se ve cuestionado». Y a partir de ahí, la «persecución» y las «acusaciones falsas». Entre ellas, unos correos electrónicos en los que se habla de «discreción» y que, primero, «están sesgados», porque «mi contrato con la Universidad es del 1 de julio de 2012 y los correos son del 30 de marzo» y, segundo, faltaría uno anterior –al que responde– en el que Alba le da la enhorabuena por su próxima boda con Seguí y le dice que «juro por mis muertos que la gran noticia se quedará conmigo».

En otro correo publicado, de 2011, «parece que María Seguí –aún no era directora de la DGT– coaccionaba a Alba para que me diese un puesto de trabajo», pero es la respuesta a un correo de Alba en el que éste se interesa por «traer al equipo de María a Zaragoza».

Asegura que si el Ministerio del Interior le pide información, aportará todo. Y reitera de nuevo: «Ni he pedido ni he recibido un euro. Todo se puede comprobar».