Terrorismo yihadista

«No sabes lo que se cuece en la mezquita»

En el templo donde rezaba Ayoub

La Razón
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La mezquita Taqwa es un local pequeño, localizado en una larga avenida de Algeciras, entre un supermercado y un bar, y pasaría desapercibida si no fuera por los azulejos que decoran su fachada. Aquí acudía a rezar Ayoub el Khazzani, el yihadista que el sábado intentó atentar en el tren Thalys que cubría la distancia entre Ámsterdam y París. Y de aquí fue imán su hermano Imran, expulsado de España en febrero del año pasado y que en la actualidad se encuentra desaparecido, aunque se cree que puede haber viajado a Siria o Irak para incorporarse a las filas del Daesh (el Estado Islámico).

Pero la afluencia a este pequeño local es abundante a las horas del rezo musulmán, como nos confirman los vecinos de la zona; tanto es así que, nos cuentan, el proyecto es construir una mezquita mayor justo enfrente, en los terrenos que ahora ocupan un descampado y una pista de pádel. No obstante, el primer teniente de alcalde y delegado de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Algeciras, Jacinto Muñoz Madrid, asegura que, aunque se ha hablado algo sobre construir una mezquita más grande, «no hay ningún proyecto oficial presentado».

La relación entre los musulmanes que acuden a diario a la mezquita Taqwa y el resto de la población algecireña nunca ha sido conflictiva. Al contrario, en los tres años que lleva funcionando este lugar de culto, jamás ha habido ningún problema. Pero ahora, tras la detención de Ayoub el Khazzani, los ciudadanos están «con la mosca detrás de la oreja», según la expresión del propietario de un local cercano a la mezquita. «Estamos tranquilos», nos dicen , «pero después de lo que ha pasado nos encontramos también un poco preocupados porque no sabes lo que se cuece ahí dentro».

La percepción de seguridad de los ciudadanos del barrio de La Piñera, en el que se sitúa la mezquita Taqwa, es buena, saben que tanto la Policía como la Guardia Civil vigilan de cerca el templo. «Hoy en día cualquier persona de paisano puede ser policía», nos cuentan, «lo tienen controlado». Y es que la población musulmana residente en Algeciras ha crecido en los últimos años hasta situarse en las 9.000 personas censadas, aunque las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado manejan una cifra sensiblemente mayor.

Esta localidad, situada en el paso entre África y Europa, ha pasado de ser tradicionalmente lugar de paso para la comunidad musulmana a lugar de establecimiento en el que cada vez hay más musulmanes de segunda y tercera generación. Aquí la integración nunca ha sido un problema, y vecinos de diferentes creencias religiosas conviven de forma pacífica. «La imagen de los últimos días en los medios es que aquí tenemos un semillero de yihadistas», afirma el primer teniente de alcalde, «y no es así». Este viernes el Pleno del ayuntamiento leerá un manifiesto a favor de los vecinos de El Saladillo, donde viven los padres de Ayoub y donde residió año y medio. Acudirán representantes de las confesiones religiosas de esta barriada: evangélicos, musulmanes y católicos.