Comunidad de Madrid

Page usa el pacto con Podemos para reforzarse de cara a las primarias

Interpretan el apoyo «unánime» de las bases como un aval «inequívoco» a su figura de líder.

Emiliano García-Page junto al secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molina
Emiliano García-Page junto al secretario general de Podemos en Castilla-La Mancha, José García Molinalarazon

Interpretan el apoyo «unánime» de las bases como un aval «inequívoco» a su figura de líder.

Los nuevos Estatutos del PSOE, emanados del 39 Congreso federal y a la espera de su desarrollo definitivo en una futura conferencia sectorial, establecen la obligatoriedad de que la militancia se pronuncie –al nivel territorial que corresponda– sobre los acuerdos de gobierno en los que sea parte el PSOE. El primer territorio en testar esta fórmula ha sido Castilla-La Mancha, tras el acuerdo alcanzado por Emiliano García-Page para que Unidos Podemos entre en su Ejecutivo a cambio de dar luz verde a los presupuestos de la región. En un primer momento, Ferraz quiso que los militantes votasen el pacto, pero el Gabinete castellanomanchego se remitió a la interinidad del reglamento y a que se trataba de un acuerdo presupuestario, y no de gobierno, para sortear la consulta a la militancia. Tras la polémica inicial, dirección federal y territorial acordaron una solución intermedia: pronunciamiento de las bases sí, pero no en urna. Se recurrió a una fórmula similar a la que se utilizó para validar la candidatura de Ángel Gabilondo a la Comunidad de Madrid, tras la destitución de Tomás Gómez, esto es, «la convocatoria de asambleas en las agrupaciones para la exposición, debate y pronunciamiento de la militancia sobre dicho acuerdo de gobierno». Estas 300 asambleas finalizaron el pasado 31 de julio y en ellas se explicitó un «apoyo unánime», de más del 90%, de las bases al acuerdo con Podemos.

Desde el entorno del regidor castellano-manchego se interpretan estos resultados como un aval «inequívoco de la militancia» a la figura de Emiliano García-Page», demostrando que «sin lugar a dudas» el presidente «es el líder que esta región necesita y es el líder que este partido necesita». «Este apoyo supone un respaldo muy importante a su gestión tanto como presidente de Castilla-La Mancha como de secretario general de nuestro partido», afirman.

El hecho de ligar la aprobación del pacto con Podemos a la gestión como líder de Page no es baladí. Los socialistas castellanomanchegos todavía no han celebrado su congreso regional –se convocará después del verano, el 3 de septiembre–, por lo que la figura del su secretario general –tras la derrota de Susana Díaz en las primarias– no ha sido ratificada, como sí ocurriera en otras federaciones alineadas con la andaluza como la Comunidad Valenciana o Extremadura.

Además, se da la circunstancia de que Page –que aún no ha desvelado si concurrirá y que, en el pasado, vinculó esta decisión a la victoria de Díaz– tendrá rival. Se trata del alcalde de Azuqueca de Henares (Guadalajara), José Luis Blanco, una candidatura afín a Pedro Sánchez y que –en sus propias palabras– pretende dar «continuidad en Castilla-La Mancha al PSOE que votamos en el 39 Congreso Federal».