Patxi López dimite sin renunciar a nada en el PSOE

Tras el debacle electoral de los socialistas en el País Vasco, donde perdieron la mitad de los votos que tuvieron en las anteriores europeas, Patxi López anunció ayer su renuncia a la Secretaría General del PSE sin descartar nada en PSOE, ni tampoco postularse para la dirección nacional. Tras varias preguntas enfocadas a aclarar si aspiraba a ser secretario general del PSOE, Patxi López insistió en que el nombre para ese puesto «no está escrito» y en que él estará «donde más ayude al partido». «Me gusta más el colectivo, el partido, que el culto al líder, así que lo importante no es dónde estemos cada uno sino dónde podemos hacer más», dijo tras repetir una y otra vez que «ese guión no está escrito».

Sí se pronunció con claridad, sin embargo, a favor de que las primarias del PSOE se retrasaran hasta después de las elecciones municipales –y autonómicas en algunas comunidades–, porque, según dijo, «da igual que tengamos el mejor candidato del mundo, si el PSOE no se recupera en las municipales y autonómicas, poco futuro vamos a tener en las generales».

Conforme con la decisión de Alfredo Pérez Rubalcaba de convocar congreso extraordinario del PSOE en julio, en opinión de Patxi López eso servirá para fortalecer el partido, algo que consideró previo a la elección de candidato a la presidencia del Gobierno para las generales. Sin expresar ninguna duda sobre la celebración de primarias abiertas en el PSOE, que, según dijo, «se van a hacer sí o sí», entendió que era importante «ordenar los tiempos», apuntando al horizonte de la primavera del año que viene.

Sobre la posibilidad de que ese candidato fuera Susana Díaz, López consideró a la presidenta andaluza «un gran activo», que «ha demostrado una capacidad enorme para hacer recuperar la ilusión y para ganar elecciones», pero no dejó de puntualizar de nuevo que «no hay ningún nombre escrito».

En el País Vasco, el calendario para la renovación del partido y de su secretario general durante los últimos doce años se inicia el próximo tres de junio con la reunión del comité nacional del PSE, donde López propondrá la convocatoria de un congreso extraordinario en septiembre. Él, que mantendrá hasta entonces el liderazgo del PSE, no se presentará a la reelección. Sin que López quisiera pronunciarse, se apunta como posible relevo a Idoia Mendia, actual portavoz del partido.

El todavía secretario general del PSE hizo autocrítica tras los «malos» resultados electorales y dijo que los socialistas en toda España, y especialmente en el País Vasco, no habían sabido conectar con el sector social progresista, que en el pasado domingo había elegido otras opciones políticas para expresar su descontento, por lo que consideró que los únicos responsables de lo ocurrido eran los propios socialistas. En el cierre de su ciclo de doce años como secretario general del PSE, López esgrimió, no obstante, como un logro el papel de los socialistas en el final del terrorismo etarra. Recordó que fue nombrado secretario general del PSE dos días después de que ETA asesinara a un concejal socialista y dijo que sólo por el hecho de que ahora los concejales socialistas pudieran pasear sin escolta «ha merecido la pena liderar este partido».

Con memoria selectiva, Patxi López esgrimió también como logro del PSE el haber «liderado un Gobierno vasco en solitario en medio de la crisis», sin recordar que fue el apoyo del PP el que posibilitó la alternancia en el poder en el País Vasco, donde, con la excepción de la anterior legislatura, siempre ha habido gobiernos liderados por el PNV.