Cataluña

Sánchez se «podemiza»

Demanda una «alianza de progreso» con Iglesias y los sindicatos y que se reconozca en la Constitución la «plurinacionalidad» del Estado.

El candidato a la Secretaría General del PSOE, Pedro Sánchez, presenta en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el documento de su candidatura.
El candidato a la Secretaría General del PSOE, Pedro Sánchez, presenta en el Círculo de Bellas Artes de Madrid el documento de su candidatura.larazon

Demanda una «alianza de progreso» con Iglesias y los sindicatos y que se reconozca en la Constitución la «plurinacionalidad» del Estado.

El PSOE «no es un partido burocratizado y decaído, cuyos afiliados sean tratados como súbditos a los que se les pide que callen y obedezcan». Este fragmento, extraído de los 33 folios en los que Pedro Sánchez ha condensado el proyecto para la formación, refleja la esencia que desprende todo el documento. Un texto difuso, cargado de vaguedades y con un cierto tono revanchista del que no se extraen propuestas prácticas más allá de las que ya defendió con escaso éxito durante su etapa como líder. Las únicas novedades beben de su convulsa experiencia al frente de Ferraz y de un giro ideológico hacia la izquierda de Podemos, con quien demanda una «alianza de progreso» para combatir las políticas de la derecha, al proponer un sistema asambleario para el PSOE, en el que las bases tengan la potestad de remover a órganos y cargos. En la encrucijada territorial, el ex líder socialista cuestiona el artículo 2 de la Constitución y pide que se «perfeccione», reconociendo la «plurinacionalidad» del Estado.

Sánchez –«coherente y creíble», según el cartel del que se parapetó en su presentación en Madrid–, también considera «agotados» los logros de los ex presidentes Felipe González y José Luis Rodríguez Zapatero, porque en la práctica sus proyectos ya se han llevado a cabo. El ex líder socialista plantea una posición «alternativa –y no subsidiaria– a la derecha», en alusión a la abstención, y dejaría sin poder a la gestora actual, pues –según su documento– una dirección interina sólo tendría 90 días de vigencia.

Sánchez instauraría la «incompatibilidad de simultanear un cargo orgánico en una federación con uno federal», lo que impediría –por ejemplo– que Susana Díaz compatibilizara la Secretaría General en Ferraz con la dirección del PSOE andaluz y que choca con el desdoblamiento de César Luena, que ejerció como líder del PSOE riojano y secretario de Organización federal durante todo el mandato de Sánchez. El ex líder, que sufrió un continuo cuestionamiento de su liderazgo, demanda también que «los representantes territoriales» –los barones– funcionen «en el ámbito de sus competencias» y no «compitan» con la dirección del partido.